Para derrotar la anarquía y la desatada violencia en el país
Para propios y extraños en la Venezuela de estos once años ha reinado la anarquía, la vulneración a las leyes, la sistemática violación de los principios constitucionales mediante el poder omnímodo de quien se cree ungido por los próceres para desgobernar al país mediante normas sobrevenidas inspiradas bajo el claror de la luna y con comprobado calco de las normativas impuestas en la Cuba comunista de Fidel Castro.
Baste recordar la propia anarquía con la cual se nos comanda al observar como a través del ventajismo mediático, constantemente se dan marchas y contramarcha en busca de distractores que funcionen como mamparas de la desastrosa ineficacia de los administradores en el carnaval de importaciones alocadas y despilfarradoras de los bienes nacionales. Manifestaciones de odio y amor hacia el nuevo mandatario colombiano. Invento de terroristas que aparecen y desaparecen para acusar a dirigentes de la disidencia. Expresiones destempladas y conciliadoras hacia la jerarquía eclesiástica. Negación y entrega de recursos para solventar la crisis hospitalaria. Y el más largo etcétera que podamos contabilizar de idas y vueltas, inspiraciones trasnochadas que son recogidas al día siguiente.
También debemos anotar en el debe las crisis en que se encuentran los sectores de los servicios públicos de suministros energéticos y de agua. La crisis económica signada por una estanflación que disuelve el poder adquisitivo de los venezolanos. La ausencia de liquidez para honrar compromisos internacionales. La crisis hospitalaria y de seguridad social. La crisis de credibilidad en la independencia de los poderes públicos y las Todas ellas producto de una anarquía incontrolada de quienes no tienen la más ligera idea de los que es gobernar con eficiencia, eficacia y efectividad
En cuanto a la violencia desatada en nuestra dolida patria nos basta ver el desfile doliente hacia la morgue, de los parientes de los centenares de fallecidos a manos del hampa y de los gatillo alegre que inundad sin control alguno las calles de todo el país. Poquísimas familias pueden darse el lujo de no contar entre sus allegados algún delito sobre bienes o personas.
Para derrotar la anarquía gubernamental y la violencia obviada por el gobierno que nos hace aparecer entre los países de mayor riesgo, los venezolanos que constituimos el inmenso caudal de la disidencia debemos ir a votar contra ello para recuperar, mediante un poder legislativo equilibrado, una patria organizada desde los individuos hacia la sociedad viviendo un estado de derecho con absoluta aplicación para todos y en el cual se respeten la `propiedad y los derechos humanos.