Nueva selección nacional de fútbol
No soy un apasionado del fútbol, pero como cualquier hospitalario ciudadano, he seguido de cerca los cánticos en las tribunas y las acciones en la cancha. El sentir nativo, la fanaticada nacional, demanda cambios profundos que sean fiel reflejo de la realidad de un país inmerso en la construcción de un nuevo modelo político – deportivo basado en nuestra realidad revolucionaria, endógena y muy propia del Siglo XXI que con EL LÍDER estamos construyendo, y que nos permita estar en el próximo Mundial para ver que somos la mejor Selección del ALBA, el mejor equipo del MERCOSUR.
En consecuencia, propongo algunos cambios estructurales que permitan a nuestra nueva Selección Nacional adaptarse a las circunstancias de la Bolivariana Patria. Todos son trascendentes y no son cosméticos ni metafóricos:
• Chicha Colorá debe ser el nuevo nombre de la Selección Nacional, el vino no es propio de estos lares endógenos, la chicha sí. En homenaje a nuestros numerosos Timoto – Cuicas, la Selección Nacional debe llevar la chicha en sus venas y el maíz en su blasón.
• La Selección debe ser cívico – militar como el Proceso; un pelotón deportivo que forme parte de la Reserva y permita tener en juego no sólo a capitanes, sino también a sargentos, tenientes y almirantes. Debe integrar a todos los componentes sin privilegiar al ejército de tierra; el del aire, el galáctico y el de la mar, superficial y submarina, deben también estar bolivarianamente representados. Los guardianes del Proceso, la Reserva Nacional, deben continuar jugando en las gradas para impedir los cánticos de los estudiantes, de las amas de casa, de los buhoneros, enfermos, médicos, maestros, sidoristas, iluministas, pedevecos, panaderos, industriales, comerciantes, abogados, escritores, artistas, educadores, periodistas, banqueros, financistas, poetas, peluqueras, ingenieros, pilotos, aeromozas, carniceros, queseros, zapateros, reporteros, fotógrafos, turistas, y tantos más e innumerables enemigos jurados del proceso.
• La Selección debe respetar el tema del género. Varones y hembras, gays y lesbianas, hermafroditas también, deben tener igualdad de condiciones para correr, sudar, torcer la cintura y disparar a meta.
• La Selección debe jugar el primer tiempo rodilla en tierra, y en el segundo atacar a fondo con todos los poderes del Estado a su servicio y los motores de la Revolución a su disposición.
• Debe haber un solo Defensor, y no Defensora, porque este es un juego de machos, el del gentilicio nacional que, pomposo y ceremonioso, explique, si es que llega a ser el caso, porque perdimos 6 a 0 ante el Equipo Imperial, y demuestre que todo fue una farsa mediática, una vil manipulación internacional, una maniobra de Obama y de la Clinton.
• En el Medio Campo, paseándose como feroz León de Santiago, debe estar Rafa, El Ungido, para arengar al público rojo rogito contra los contrincantes del Imperio, demostrando además ante las cámaras traidoras de Globopisón que sabe correr, por si acaso.
• Los penaltis – no habrá tiros libres, están prohibidos por libres – serán siempre cobrados por nuestro Líder, EL FUSIL SOBERANO.
• El nuevo entrenador no debe portar nombre extranjerizante ni apellido traidor. Estamos en busca de un TUPAC AMARU o de un PARACAIMA para liderar al proceso, Maradona y Dunga ya demostraron que no sirven para eso.
Me estoy dirigiendo ya a la FIFA Imperialista, para plantearle mis justos e inmediatos requerimientos sobre este asunto del más alto interés nacional; PDVSA tiene hoy mismo como objetivo – ya que no tiene más responsabilidades en materia de incrementar los alimentos podridos de la Patria – además de la Reforma de la ONU, la inclusión inmediata de la Selección Bolivariana en la final de futbol de la semana próxima.
Patria, Socialismo o Muerte
¡GOLEAREMOS!