Una elección a ciegas
El Senado chileno acordó mandar una misión de observación a las elecciones parlamentarias y desató la ira de Tiby. Lo cierto es que, para las elecciones del 26 de septiembre no habrá representación de organizaciones como la OEA o la Unión Europea (UE). Seguramente el “MINPOPU para las Elecciones” no quiere volver a pasar por el calvario de tener que enfrentar una serie de críticas y recomendaciones en los informes de estos organismos y tener de montar una charada para justificar lo injustificable.
El Senado de ese país austral aprobó una resolución que pide a diversos organismos internacionales «una actitud más vigilante con el cumplimiento de normas básicas por parte del Gobierno Venezolano que aseguren la integridad y la transparencia del próximo proceso electoral, conforme a los tratados y acuerdos internacionales suscritos por Venezuela».
Por supuesto, con el eterno grito de la no-intervención, el CNE castigó al parlamento chileno y decretó que no aceptaría a los senadores chilenos «como observadores electorales».
Esta iniciativa sureña contrasta con la actitud de la MUD. Soy de los que creo que ella ha hecho un trabajo ejemplar al no sólo lograr listas únicas para las elecciones del 26S, sino al ir más allá y convertirse en un mecanismo de coordinación política, cuyos resultados estamos comenzando a ver, en respuestas precisas a problemas concretos.
Sin embargo, aún parece que persiste el temor de que si se critica al CNE la gente dejaría de votar pues no confiaría en la validez de su voto. Pero luchar por esto ni siquiera cuestiona el proceso de observación, pues es responsabilidad de la MUD montar un sistema de vigilancia y defensa de los votos. Se trata de no permitir que una conquista obtenida en elecciones anteriores se desmantele y tener mayor apoyo para forzar unos resultados transparentes.
Quizás no había suficiente organización cuando el CNE tomó la increíble decisión de no invitar a los observadores electorales de la OEA y UE que harían posible la verificación independiente internacional. Pero tampoco casi ningún partido o ONG adelantaron acciones de protesta para exigir más transparencia electoral. Apenas recuerdo una comunicado del G400+.
Tiby pedirá a la Casa Rojilla que mande una nota de protesta a Chile y de allí no pasará la cosa. Pero si otras instituciones y parlamentos regionales toman este tipo de iniciativas, la presión internacional podría cambiar esta política restrictiva o el desprestigio del gobierno y su CNE seguirá cayendo.
