¿Cómo lo aguantamos tanto?
Expropia con el mismo deleite con que amenaza, insulta y agravia. La boca del tipo es un albañal. Hoy se disfraza de valiente y entonces arremete contra la decencia de los venezolanos
Uno no acaba de creérselo… lee que el tipo es sociópata, narcisista, que tiene graves desórdenes de personalidad, que es un caso psicopático, que sólo vive en el conflicto, que es desleal, que biológicamente es incapaz de cambiar, su cuadro mental no se lo permite, uno sabe que no genera sentimientos de culpa, que se cree un Dios, que es perverso no porque se proponga serlo sino porque es así, que esa personalidad de graves desórdenes es peligrosa, que está mal de la cabeza, que cuando haga crisis ¡ pobre Venezuela! en fín, todo eso que no es que lo invente un periodista o lo diagnostique un siquiatra. Es que lo podemos constatar todos los días.
Hoy está iracundo porque perdió unas elecciones y le demostraron que ya ni es mayoría ni la voluntad popular acepta el socialismo. Nos dice que nuestro triunfo es pírrico y además, una mierda. Y como tal la ignora. Otro día está asustado y es un corderito, recita, canta, saca un crucifijo, lo besa…al día siguiente asegura que Bolívar era comunista como Cristo…y al otro embiste contra la iglesia, sus jerarquías, amenaza, insulta cobardemente. Otro día está estrenando uniforme de botones grandes, ostentoso, gordo, desentierra la espada y pide al pueblo ponerse rodilla en tierra y armado para defenderse de los “hijitos de mamá y papá” , incita a odiar al prójimo. Y al día siguiente en Miraflores aparece cantando frente a un público servil y humillado como si fuera un Frank Sinatra de barrio.
El Teresa Carreño, el teatro que una vez fue una de las maravillas de Caracas, es propiedad de él. Allí enardece, canta, decreta, insulta. Y los medios de comunicación su festín. Le excita “encadenarlos “ por horas interminables, es parte de la venganza cotidiana. “Vamos a joderlos otra vez”.¡Y se encadena! Expropia con el mismo deleite con que amenaza, insulta y agravia. La boca del tipo es un albañal.Hoy se disfraza de valiente y entonces arremete contra la decencia de los venezolanos, goza un puyero enseñando a odiar.
Se pudren miles de miles de comida en manos suyas, porque él es el que ordena y quien lo dude sufre las consecuencias y culpa al imperio, a la oposición, a Uribe, Obama, Alan García, Piñero… Tiene una “espaditis” aguda…El, el todopoderoso, regala copias de la espada de Bolívar al que envilece manipulando su figura histórica.
Uno no quiere creerlo porque la repregunta nos obliga a reflexionar duramente: Y si es así… ¿cómo se lo han aguantado tanto? Vamos con lo más fresquito. Y después , consigo mismo, pregúntese si el tipo es o no es, si está o no…Reescribiendo una historia falsa y cursi, se trae al Panteón Nacional los “restos” de Manuela Saénz que al final tiene que confesar que no son tales sino tierra de Paita. Que no está en Ecuador sino en Perú. Las pone sobre el sarcófago con los restos de Bolívar en uno de los actos más aberrantes jamás visto. Y días después abre éste para comprobar si verdaderamente son los restos…
Entonces… ¿para qué diablos trajo la tierra de Paita? ¿Para pasearlos? ¿Y el papelón de Correa….? ¡Es que si no es por locura que hay que salir de esto, es por ridiculez!
