El debate (sordo) parlamentario
Con tal de tratar de que esa parte del pueblo que ha votado por ellos y donde hay un creciente descontento, desvíe su atención de los problemas que acogotan a toda Venezuela, los diputados sumisos y divorciados del pueblo, dedicaron ayer ¡cinco horas! a un supuesto “debate” de sordos entre ellos despotricando de la Iglesia, de los sacerdotes, del Cardenal Urosa.
Alguno de esos tristes personajes competían entre si para decir las peores cosas, los mas feos insultos. Otros trataban de darle un tono “mas político” pero todos son cómplices de ese episodio de vergüenz
Por semanas, el Lago de Maracaibo está invadido por un derrame de petróleo que asesina el ecosistema, que acaba con los peces y tiene arruinados a cientos de pescadores artesanales, pero los diputados del Psuv -¡ni siquiera los que son del Zulia!- no le dedican ni un minuto. Dos o tres funcionarios del gobierno han dado “explicaciones” como que “no es un derrame sino una fuga” (¿?), o que “es culpa de los Piratas” (¿Walter Raleigh, Jack Sparrow o los de Pittsburgh?) y hasta alguien de Pdvsa le dijo a CNN que “era culpa de Pablo Pérez”. En esa AN sorda y divorciada de Venezuela el asunto no les preocupa. Están muy ocupados en hablar de “socialismo”.
Por séptima vez los diputados uniformados de rojo, que dicen ser “del pueblo”, se negaron a discutir e investigar el caso de los 140 millones de kilos de comida dañada, vencida y podrida en los depósitos de Pdval. Una y otra vez Pastora Medina pide discutirlo pero esos diputados sumisos y divorciados de quienes alguna vez votaron para elegirlos, se negaron. Es difícil encontrar en nuestra historia moderna un caso mas grave de corrupción, negligencia y crimen con el derecho a la alimentación del pueblo, pero ellos quieren “debatir” sobre ese “terrorista” raro que se da apretones de mano con los policías que lo atrapan.
En Guayana hay una infinita tristeza por la ruina de estas empresas que han sido orgullo de quienes trabajan en ellas y también de quienes nunca hemos estado adentro más que de visita. Las deudas con los trabajadores son tan grandes e incuantificable que las cifras que han logrado reunir algunos sindicatos no caben en éstas líneas de tantos ceros que tienen. Pero esos “diputados socialistas-del-control-obrero” no tienen tiempo para ocuparse de “esa minucia”. Quizás sea porque ellos dicen que “no van a perder tiempo discutiendo del ‘cochino dinero’ que reclaman los trabajadores”. Son “diputados-hermano-cocó” que si cobran completo y viajan con dólares sin pedir a Cadivi, pero hablan de revolución.
¿Por qué esa asamblea de diputados no discute el escándalo de Venalum y Sidor dedicados a importar aluminio, acero y jugando a la especulación cambiaria con los dineros de Venezuela?. Ni un minuto a esa vergüenza, pero cinco horas lanzando lodo sobre la Iglesia. La politiquería ya no tiene límites.
Una y otra vez esos diputados se niegan a discutir el problema de la criminalidad que ha dejado tanto dolor en tantas decenas de miles de familias. Dicen que no van a discutir eso “porque desprestigia a la revolución” como si el drama de tantas madres, padres, esposas e hijos no fuese mas importante que su malsano cálculo politiquero. De un buen debate y buenos análisis podrían salir comisiones de parlamentarios a reclamar al gobierno, a los ministerios involucrados, a la Fiscalía, a las gobernaciones la implementación de planes de verdad. Pero a ellos no les interesan sino las “ollas” preelectorales para desviar la atención del país.
En ese mismo recinto parlamentario, el 6 de Enero de éste año, Chávez le dijo a esos mismos diputados rojitos prestos a aplaudir todo: “…por primera vez asumo el marxismo, como asumo el cristianismo y el bolivarianismo y el sandinismo (…) el marxismo es la teoría más avanzada en la interpretación científica de la historia, de la realidad y es sin duda, la más avanzada propuesta hacia el mundo…”. Aquel día, el del mensaje presidencial a la AN, ellos aplaudieron largo ese “confesarse marxista”. Sin embargo, ayer después de muchos insultos, aprueban un acuerdo “exigiendo al Cardenal Urosa que explique al país por qué miente al acusar a Chávez de llevar al país por el camino del marxismo”. Se hacen los ofendidos y lanzan pestes. Pero hace 6 meses, allí mismo, aplaudieron al confesión del propósito de repetir a la Cuba de Fidel o a la fracasada y desaparecida URSS.
Hay que imaginar lo que harán esos diputados del Psuv con la Constitución y las leyes, si los ciudadanos llegásemos a fallar en cambiar esa AN unicolor el 26-S. Venezuela necesita una Asamblea Nacional plural, multicolor, equilibrada. Que garantice la democracia y el respeto a la Constitución. Que le sirva a la gente de Guayana -como a los de todas las regiones- para tener voces que los ayuden a reclamar, a protestar, a que los problemas de los venezolanos sean los que se discutan. Tenemos, todos, la responsabilidad de construir esa nueva mayoría.