El derecho en cinco dimensiones de Henrique Meier
Avanzan negros cancerberos
con feroces ladridos
y traicioneras dentelladas,
corren los perros de la codicia
y la ambición
Cansada y ciega
– una dama
(despojada de su inocencia)
es devorada
Henrique Meier
De Callada Lujuria
Vuelve Henrique Meier por sus fueros jurídicos para ofrecernos, otra vez, una muy particular y decantada visión del Derecho, de su Derecho. Se trata ahora de numerosos y enjundiosos folios que nos permiten adentrarnos en los laberintos de una ciencia remota que nace del hombre para protegerlo a él y a la sociedad, de él y de ella.
Meier sabe lo que hace, lo que dice y lo que escribe, son muchas, largas e intensas décadas de ser actor y protagonista del Derecho que hoy detalla y analiza.
En esta ocasión que generosamente nos brinda el autor, queremos poner el acento de estas palabras prologales en cinco personales y recónditas maneras que Meier esgrime para abordar su Derecho. Cinco perspectivas que profesionalmente convergen y felizmente se complementan en este libro – síntesis, en este compendio – resumen, en este tratado – sinopsis, en esta Suma de conocimientos, vivencias y emociones que permiten entender el Derecho más allá de teorías, códigos y jurisprudencias, aunque sin prescindir de ellas.
Meier es un jurista reconocido; en alguna otra oportunidad hemos señalado que Meier es “una de las cabezas jurídicas mejor amuebladas del país”. Recordemos que un jurista, un jurisconsulto, es una persona que ha dedicado su vida al estudio, interpretación y aplicación del derecho, como lo ha hecho nuestro prologado. Es harto difícil llevar la cuenta de los libros, ensayos, opúsculos, monografías, artículos, libelos, opiniones, manuales, proyectos de ley, que Meier ha escrito a lo largo de su prolífica vida jurídica. Ciertamente son muchos los aportes de Meier al mundo del Derecho – no demasiados todavía, en el espíritu batallador del jurista -; algunos de ellos han sido justamente reconocidos con diferentes lauros y destacadas distinciones como el Premio de la Academia Venezolana de Ciencias Políticas y Sociales.
Nuestro jurista es también un destacado académico que ha desarrollado una intensa actividad docente y formadora de nuevas generaciones jurídicas en distintos ámbitos universitarios. Varias promociones de abogados llevan su nombre; sus alumnos subrayan la capacidad que tiene Meier para enseñar y sobre todo para aprender con ellos.
Servidor público destacado y desinteresado ha sido también Meier en su larga carrera de conceptualizador y aplicador de leyes; su experiencia gubernamental como Ministro de Justicia y su buen criterio jurídico como Consultor se constatan y registran en esta Introducción al Derecho que el autor concibe como una “obra encarnada” que no tiene mayor sentido si desconoce la realidad humana y social de un país que – hélas – se sumerge aceleradamente en la anomia, la inopia, la autocracia y la anarquía.
Ciudadano a ultranza es igualmente el jurista; entiende Meier sin ambages que son más las veces que le toca ser gobernado que las de haber sido gobernante. Este reconocimiento de su condición ciudadana sustenta su creencia en las posibilidades de la sociedad civil, nutre su carácter de promotor de causas justas y comprometidas, aviva la convicción de que su civilismo debe ser predicado en tiempos en que la Patria se concibe como un cuartel, en momentos en que privan órdenes, instrucciones presidenciales que no admiten razones, ni argumentos en contrario.
Nuestro querido amigo es también y sobre todo un poeta, un emotivo convencido del poder absolutorio de la palabra; usa pues en este libro, como en tantos otros, el poema suyo o ajeno, el verso propicio para expresar una emoción difícil de encontrar en parágrafos, ordinales e incisos.
Henrique Meier – vivida y dicentemente – nos convence que “el Derecho no es ajeno de lo humano”.