Chávez, Cisneros, Fosforito, otros chavistas y Polar
Nuevamente vimos a la “comandante Fosforito” en la noticia. Esta vez diciendo actuar en nombre de ex trabajadores de empresas Polar. El grupo de supuestos trabajadores de empresas Polar que la acompañó, son antiguos vendedores o distribuidores de diversos productos de empresas Polar que desde hace años venían argumentando tener una relación laboral con esas empresas. En pocas palabras, se trata de ciudadanos que en su momento constituyeron sociedades mercantiles que suscribieron contratos de agencia con empresas Polar para la distribución de esos productos. Durante años estos trabajadores alegaron que tal contratación ocultaba una relación laboral. Fueron numerosas e infructuosas las acciones intentadas en los tribunales laborales demandando que se reconociera la existencia de esa relación laboral y las consecuencias legales que surgían de ella.
Un grupo de ochenta de estos demandantes, estuvo representado por CESAR AUGUSTO GIRAL SANTANA, connotado dirigente del MVR y PSUV en el estado Aragua, quien según la Lista Maisanta, encabezó la votación contra los entonces diputados opositores. El chavismo, tomó la bandera de estos trabajadores representados por este militante robolucionario, estrechamente vinculado a la más rancia casta militar chavista por medio de su hijo, el teniente coronel CESAR AUGUSTO GIRAL MICHELANGELI, quien ha ejercido y ejerce numerosos cargos de extrema confianza en el gobierno robolucionario: Presidente de la Fundación Pueblo Soberano, Presidente del Instituto Venezolano de Seguros Sociales, Presidente del Banco del Tesoro, Secretario Ejecutivo del FONDEN, caja chica del Iluminado de Sabaneta, Presidente del Banco del ALBA, etc.
Este chavista, CESAR GIRAL, supuesto defensor de ese grupo de ochenta demandantes, en contubernio con los magistrados, igualmente chavistas de la Sala de Casación Social del TSJ, Omar Mora, Juan Rafael Perdomo y Alfonso Valbuena Cordero, suscribieron en el TSJ, el 17 de octubre de 2002, una denominada “Acta de Mediación y Conciliación” con empresas Polar, mediante la cual los demandantes que venían alegando ser trabajadores de empresas Polar, terminaron declarando aceptar que no existía tal relación laboral, sino una relación mercantil entre las empresas que ellos representaban y diversas empresas del Grupo Polar.
El Acta en cuestión contiene toda una argumentación jurídica y factual, que no pretendo reproducir acá, mediante la cual las partes declaran que nunca existió una relación laboral entre ninguna de las empresas del Grupo Polar demandadas y los demandantes, la conclusión, textualmente es la siguiente:
Al haber las partes realizado el análisis anterior, con base en la reciente jurisprudencia del Tribunal Supremo de Justicia, han concluido que en tales circunstancias no es posible considerar a LOS DEMANDANTES como trabajadores dependientes de LAS DEMANDADAS, ni aun si las actividades invocadas no se hubiesen realizado en cumplimiento de los Contratos de Concesión Mercantil celebrados entre LAS DEMANDADAS y las Sociedades Mercantiles representadas por LOS DEMANDANTES, sino en cumplimiento de una relación directa, pero independiente entre LOS DEMANDANTES respectivos y LAS DEMANDADAS respectivas. Por ello, concluyen las partes que a LOS DEMANDANTES no les corresponde recibir ninguna de las cantidades que fueron demandadas pues de las actividades descritas no es posible deducir la existencia de una relación de trabajo bajo dependencia de LAS DEMANDADAS.
Sin pretender formular juicio jurídico alguno sobre las conclusiones resultado de esta “mediación y conciliación”, resulta curioso e inexplicable que quienes sostenían la pretensión de la existencia de una relación laboral, súbitamente declararan que de las actividades descritas no es posible deducir la existencia de una relación de trabajo bajo dependencia de LAS DEMANDADAS, sentando un presente que afectaría en el futuro cualquier reclamación idéntica o similar. Y llama profundamente la atención, que la Sala de Casación Social después de ordenar la homologación de ese acuerdo, en el que no se especifican las cantidades que recibiría cada uno de los demandantes como indemnización por la terminación de los contratos mercantiles suscritos con las diversas empresas del Grupo Polar, ordenara su homologación y se limitara a expresar que:
“Mediante documento separado, las partes han efectuado la determinación de las cantidades que corresponderá cancelar al momento de la homologación de los correspondientes desistimientos de las demandas, de los procedimientos y de las acciones, o de las transacciones, si fuese el caso.”
Cuánto percibió este chavista y su abogado, presuntos “defensores de los trabajadores” y los magistrados que suscriben el acta, todos nobles integrantes de la realeza robolucionaria, por esa “conciliación y mediación” queda, como todas las rapaces actuaciones del chavismo, en la más absoluta oscuridad y a la imaginación de nosotros los plebeyos. Si la comandante Fosforito y su carnal Marcela, tienen que reclamarle a alguien los derechos de esos supuestos ex trabajadores de empresas Polar, es al chavista Cesar Giral y a los “magistrados” Omar Mora, Juan Rafael Perdomo y Alfonso Valbuena Cordero, a quienes deben citar a la Comisión de Desarrollo Social de la Asamblea Nazional, para que la ilustren sobre su criterio y no a Lorenzo Mendoza ni a los directivos de Polar.
Resulta evidente, que los supuestos ex trabajadores de Polar y la agitación emprendida desde ayer por la comandante Fosforito y su carnal Marcela, es solamente parte de la campaña del Iluminado de Sabaneta para tratar de minar ante la opinión pública a las empresas del Grupo Polar. Es una fase preparatoria de la arremetida final contra ese eficiente grupo industrial que produce cerca del 30% de los alimentos que se consumen en el país y que defiende sus intereses con las herramientas que la Constitución y las leyes ponen teóricamente a su alcance. Y digo teóricamente, porque el grado de envidia, resentimiento, odio y otros sentimientos perversos que forman parte de la enferma personalidad del Iluminado de Sabaneta, son aplaudidos y acatados por las focas de todos los “poderes” públicos, que se encargarán en su oportunidad de cabronear la eventual confiscación de empresas Polar.
Consecuencia de esa acción será la desaparición de todas esas industrias en manos de alguna foca militar que asumirá el cargo de Lorenzo Mendoza y se dará inicio a un festín de reparto del botín, fiesta que por cierto durará poco. Pero más importante será la desaparición de todos los productos del grupo Polar, que van de margarina a cerveza, pasando por pollos, arroz, harina de maíz, refrescos, chocolates, helados, etc. en perjuicio de la alimentación, la salud y el bienestar de los venezolanos.
Mientras tanto, Cisneros se frota las manos y a través de Carlos Bardasano, su enlace con el régimen, debe estar estimulado al dictador para confisque Cervecería Polar y eliminar la competencia, como en caso del cierre de RCTV, en la esperanza de que Regional pase a ocupar el lugar de Polar en el mercado cervecero nacional. Los intereses de Cisneros coinciden con los del Iluminado de Sabaneta, siempre los mochos se juntan para rascarse. Hay que seguir la cobertura que Venevisión le viene dando a las arremetidas de Chávez contra Polar.