Totalitarismo contra PJ
La arremetida contra varios diputados de Primero Justicia por parte de los herederos de Hugo Chávez, en la Asamblea Nacional, si la oposición no le opone una seria resistencia a escala nacional e internacional, puede ser el comienzo de la aplicación de los métodos de persecución del nazismo y del estalinismo contra quienes no aceptan el pensamiento único, con las consecuencias del hoy por mí, mañana por ti.
Y si comienzan contra Primero Justicia es porque el posible candidato que tendría que enfrentar Nicolás Maduro, milita en ese Partido y según las mismas encuestas que pronosticaron el triunfo de Hugo Chávez en las elecciones del 7 de octubre del pasado año, le asignan un triunfo rotundo a Henrique Capriles Radonski, por lo que es seguro que lo quieran inhabilitar para sacarlo de la contienda.
La forma implacable, brutal, con que atacaron a los diputados de Primero Justicia señalados de hechos de corrupción, sin acudir antes a la Fiscalía General de República y a los tribunales, revela la decisión inconstitucional de convertir a una mayoría circunstancial en la Asamblea Nacional, en fiscal, juez y carcelero de parlamentarios electos por el pueblo soberano con el voto mayoritario de 52% frente a un 48% de quienes los juzgan sin ser jueces y tratan de liquidarlos como diputados que gozan de inmunidad parlamentaria y como ciudadanos de deberían disfrutar de los derechos al debido proceso.
Por la conducta de estos diputados del PSUV, todo indica que el apoyo que había logrado el Presidente Chávez, con su carisma y habilidades personales y populistas, de los sectores populares, y el control de la Fuerza Armada Bolivariana, no lo puede delegar ni transmitir a sus herederos, a quienes por ausencia o posible inhabilitación del Jefe del Estado, han quedado sin caudillo, sin los vítores del pueblo más humilde y necesitado que conquistó el Presidente, y sin Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas.
También les deja una deuda de más de 150.000 dólares, que los obligó a devaluar el bolívar a 6,30 por cada unidad del imperio, para poder cancelar ésta y otras deudas; decenas de contratos colectivos sin discutir que afecta a miles de trabajadores que no reciben aumentos de salarios desde hace varios años, y ahora tendrán que enfrentar una mayor inflación y un considerable desabastecimiento; un toque de queda desde las 6 de la tarde, impuesto por el hampa desbordada que porta armas de guerra, que por Ley sólo las puede tener y usar la Fuerza Armada Nacional. Una crisis política y social difícil de superar, porque sus asesores cubanos sólo se ocupan de controlar los aspectos neurálgicos de la seguridad del país, como identificación, registro electoral, Fuerzas Policiales y penetración de la FANB, y garantizar, desde luego, el envío de 100.000 barriles diarios a la ¨Isla de la Felicidad¨.
Y frente a este panorama cargado de conflictos sociales y económicos, la Fracción Parlamentaria del PSUV monta una seria amenaza policial y represiva contra algunos diputados de Primera Justicia, que pudiera ser señal de hacia dónde piensan enrumbar el país, una dirección política oficial, que se convierte en fiscal acusador, juez sentenciador y fuerza represiva, los pasos y caminos de Adolfo Hitler, pero sin caudillo, sin apoyo popular, sin respaldo internacional y frente a una oposición unida, consciente del papel que le toca jugar en esta hora trágica de nuestra historia política contemporánea.
Si los integrantes de la Mesa de la Unidad Democrática, tal como lo han anunciado, se cohesionan cada día con mayor voluntad política y coraje para enfrentar las amenazas fascistas de la dirección del PSUV, no sólo podrían derrotar a los trogloditas de la Asamblea Nacional, sino también vencer con contundencia al heredero a la Presidencia de la República del caudillo, que tiene más de dos meses que no da la cara, no le habla al país, sino a los hermanos Castro y a los viajeros que sirven de correo de las instrucciones o resoluciones políticas que los comandantes cubanos quieren o pretenden imponerle a los venezolanos.