La discapacidad de Vladimir Villegas
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Vladimir Villegas, en “Muller y el nido de alacranes”, evidencia la “discapacidad” que sufren quienes han estado identificados con la extrema izquierda tradicional o con “el proceso”, pero no han podido seguir respaldándolo, ante las insoportables contradicciones de quienes liderizan el régimen, y muy especialmente de quien asume una jefatura totalmente excluyente, propia de un monarca absolutista antes que de un estadista moderno y democrático.
La “discapacidad” consiste en cuestionar sólo parte del Discurso y la Acción del Régimen, dejando fuera de la crítica otros elementos igualmente cuestionables, debido al freno por la alienación de la ideología extremista, convertida en dogma, que han profesado por demasiados años.
Dice Vladimir; “se trata de un hombre que formó parte de la más alta cúpula roja-rojita”, olvidando que Muller Rojas también formó parte de la más alta cúpula Blanca-Blanquita (Ibáñez), la barragana del muy canapial Lusinchi, quien se entregaba a la bebida mientras su querida tomaba decisiones de Estado y de Negocios. Entonces no le daban asco al “general” que las cosas anduvieran pésimo en el partido de gobierno, AD, al que sirvió desde la Gobernación de Amazonas, a donde lo asignaron a dedo muy femenino, ni que el “diálogo” tuviera que ser con la querida, su amiga.
El “evidente reclamo a la falta de diálogo en las filas del autodenominado partido de la revolución” que señala VV no profundiza en el rastrero y estalinista Culto a la Personalidad en torno al “muy culto” Chávez, que explota “sus 5 minutos de fama” a partir de aquel famoso “por ahora”, nariceando a los incapaces que ha colocado en los poderes que debían ser independientes, extorsionándolos para que sirvan a sus propósitos personalísimos, en lugar de servir al país y a TODOS sus habitantes. Jamás ha habido Diálogo con Chávez en Miraflores, puro Monólogo, vergonzoso y anacrónico.
También escribe VV: “en el canal del Estado, VTV, se afirma, como en los buenos tiempos de la era soviética, que su salida obedeció a «razones de salud», como si no existieran suficientes evidencias en estos once años de que la era soviética es lo que Chávez pretende emular, adora al Dios Stalin, y sigue las enseñanzas del “apóstol” cubano, gradual limitación de libertades y represión incluidas.
“El secuestro es un acto abominable, inhumano y despiadado que no puede ser parte de la acción de quienes se identifican con la transformación de la sociedad”, afirma Vladimir, y le preguntamos; ¿Pueden ser parte de esa “acción” el Terrorismo, el Narcotráfico, la Recluta forzada de menores y cometer crímenes a capricho ? ¿ Por cuáles razones cuestiona Vladimir, de las FARC, únicamente el Secuestro..? Igualmente preguntamos ¿ si está seguro de que Müller no es también un alacrán, y Chávez no sería el mayor alacrán de todos ? La discapacidad de los chavistas del 88, entonces adecos, mantuvo a Lusinchi lejos del fango, su popularidad muy en alto, trayendo de nuevo a CAP a Miraflores (con barragana incluida). No están claras en el escrito de Vladimir las razones por las cuales del conjunto de los alacranes estarían excluidos Muller y Chávez. ¿ El efecto Lusinchi o el efecto Falcón ?