País de Ciudadanos
La crisis del país incluye aspectos morales, institucionales y civiles. Crisis cuya solución depende de restituir valores morales, fortalecer nuestras instituciones, muy en particular la familia y convertir al venezolano en ciudadano.
El historiador Germán Carrera Damas en un exhaustivo estudio titulado el Ocaso de la República, entendido ocaso, como abolición o pérdida, plantea crudamente que en 200 años de república nunca se había observado un control militar cuya finalidad última fuese la demolición de la república.
La degradación a la cual está sometida el país en el momento presente tiene su fundamento en que las autoridades pretenden bajo una concepción monárquica hacer a los venezolanos súbditos de un nuevo rey cuya voluntad es ley y cuya esencia se confunde con el estado e invade la conciencia individual y nacional.
Este proceso de destrucción republicana parte de la supresión del credo liberal, que implica acabar con las libertades, desconocer los derechos humanos; eliminar la propiedad privada, e ignorar la igualdad ante la ley.
Para ello, la cúpula oficial, adelanta un proceso que convierte las instituciones en ministerios al servicio del caudillismo militar, cuyo fin es echar por tierra los pilares de nuestra democracia, a saber: la soberanía popular, el equilibrio de poderes y la alternabilidad en el gobierno.
El rescate civil de la república pasa indefectiblemente por la formación de ciudadanos, concientes de sus derechos y deberes y del ejercicio de su poder donde radica la soberanía popular. Ciudadanos dispuestos a dar al traste con la imposición de cuartel cuya piedra funcional es el ordene y mande, que debe ser acatada por la tropa a expensas de cárcel y prisión.
El rescate civil de la república tiene como objetivo de lucha derrotar la dictadura para implantar una democracia perfectible en el tiempo. Tarea difícil y compleja, pero tenemos la certeza que el país cuenta ya con un excelente capital humano representado en una juventud capacitada profesional y moralmente que aspira construir ese país de todos y para todos sin exclusiones inaceptables.
Su actitud decidida frente al abuso y la intolerancia presentes, predicen visualizar en el horizonte una Venezuela de ciudadanos.