Cabezas de aserrín
Figuras siniestras o grotescas se agitan ante las candilejas y acaparan la atención pública; pero siempre un mártir, un héroe o un pensador iluminan el fondo y dejan para la posteridad su testimonio de bondad, de desinterés y de justicia. Augusto Mijares Lo afirmativo venezolano
Registro un hecho notable: se propusieron ignorar la fecha para sobreponerle la falsa epopeya del 4F y helos aquí, contritos, cola en rabo, celebrándola.
Llamaron cínicos e hipócritas a los que entendiendo su hondo significado recordaron el 23 de enero como un pronunciamiento del pueblo para sacudirse del lomo una sombría dictadura militar. Curiosamente ni los esbirros más sanguinarios de aquel bárbaro régimen llamaron «políticos presos», a los «presos políticos». Les bastaba encerrarlos, torturarlos, matarlos y tratar de silenciarlos, pero por alguna razón no los escarnecieron confundiéndolos con delincuentes comunes, salvo casos excepcionales varios de los cuales fueron rechazados por la parte humana del universo. La que no lo es, miró para otro lado.
La magnitud de la explosión sorprendió incluso a quienes la propiciaron. Reinaba en el país una silenciosa paz octaviana, la fanfarria militar era tan intimidante que parecía una locura enfrentarla y un cuento de hadas, vencerla. Los padres preocupados temían que sus hijos fueran a un matadero. ¡Parecía tan poderoso el sistema autocrático-dictatorial! ¡Parecían tan enclenques los residuos de una resistencia que sin embargo tuvo su edad de oro! -Con papelitos no se tumban gobiernos No era un mal consejo. Todo parecía confirmarlo. Pero los papelitos alentaron la movilización, la movilización la crisis, y la crisis la victoria más hermosa que yo recuerde.
2 El magnicidio de Delgado Chalbaud dio lugar a la suspensión de clases. Faltaba poco para las navidades, siempre tan esperadas. El director del Liceo solicita que, preferiblemente, los alumnos de primer año se retiren con algún familiar. Me ha ido a buscar mi primo Luis Enrique Estaba. Nos guardamos gran afecto y a pesar de llevarme cinco años tenemos una fluida y fácil relación. Noto su excitación. El ya milita en Acción Democrática y tiene obligaciones políticas que asume con seriedad, a veces risible. Pronto nos envolvemos en especulaciones. Quizá haya sido mi primera conversación propiamente política. A lo menos es la que recuerdo detalladamente. AD espera regresar pronto al poder y Luis Enrique está en esa onda.
Ansiosos de retornar a Miraflores, multiplican los graffiti: «AD volverá» En su secretaría general está el líder más idóneo, audaz e imaginativo. Es valiente como pocos y se mueve como pez en el agua. Se habla de sus contactos militares. La Seguridad Nacional desespera de tomar preso al peligroso líder de la resistencia, pero Leonardo está bien protegido y cuenta con muchos amigos y gente resuelta. Los alzamientos rebeldes se turnan en una danza solemne. Leonardo es el enemigo público número 1. Su partido lo ama, todos lo respetan y admiran. En Costa Rica Betancourt comenta con sarcasmo que el dictador «ha ordenado arrestar el cadáver de Ruíz Pineda». Hasta que, interceptado en San Agustín del Sur el 21 de octubre de 1952, es asesinado a mansalva frente al Pasaje La Cocinera, en la avenida que hoy lleva su nombre.
El país, estupefacto, se indigna. Dos adecas resueltas, Isabel Carmona y su hermana Olga, se arrodillan al amanecer en el sitio donde cayó Leonardo. Olga es poeta y su nombre literario es Lucila Velásquez.
-No habrá paz en el ánimo declara Betancourt- hasta que hayamos cumplido su aspiración.
Diego Rivera hace un dibujo para enaltecerlo. Desde la clandestinidad, Carnevali escribe que Ruíz Pineda ha ganado honrosamente la cumbre de los héroes. El dirigente comunista Guillermo García Ponce lo llamará «ruiseñor de la libertad» Fue el final del «rápido retorno». Carnevali dará el viraje hacia la unidad sin exclusiones y al encuentro con el pueblo.
No más madrugonazos militares. La mecha de combustión rápida convertida en mecha de combustión lenta.
3 Se reúnen los dos líderes en ese momento más buscados por el régimen: Carnevali de AD y Pompeyo Márquez del PCV. Incorporan a Domínguez Chacín de URD y preparan un manifiesto. ¡El primer boceto de la Junta Patriótica en manos de esos valientes! Por desgracia, Carnevali es apresado. Morirá en la cárcel de San Juan de los Morros. El histórico paso hacia la unidad se aplaza. Pero dos años después resucita milagrosamente. Esta vez la iniciativa no es de Carnevali sino de Pompeyo, otro de los grandes líderes de la resistencia. Los venezolanos de todas las corrientes confluyeron en la lucha por salir del dictador. La unidad pasó de las buenas palabras a los hechos. Nace la Junta Patriótica y poco después tendré el honor de ser cofundador del Frente Universitario junto con Lairet, Rodríguez Bauza, Jose de la Cruz Fuentes y, mi más que compañero hermano, Pérez Marcano. El FU hizo estallar el detonante de la huelga del 21N que tanto contribuyó al desenlace del 23E.
Estudiantes en la calle, militares institucionalistas inconformes, pueblo en alza.
El resultado estaba escrito.
Los que hoy le reprochan a la unidad su conformación plural ignoran que por ser amplia y diversa le puso fin a aquella zarandaja militar-bolivariana. La unidad sólo es tal si reúne a quienes piensan distinto. El objetivo común es remover la lápida de mármol que impide debatir diferencias sin el peligro de terminar en un calabozo. Nuestro agobiado país debe respirar. Para eso fue el 23 de enero, para eso ha de trabajar la alternativa democrática.