El trabuco electoral
La acertada descripción de Hugo Chávez como un “político ponchado” por parte de los estudiantes carabobeños se ha transformado en un eslogan clave de las próximas campañas electorales. Ese recurso publicitario, con chispa, fácil de caricaturizar y con alta recordación, es apenas un folio en el manual de compaña electoral que los oposicionistas debemos escribir para alcanzar la mayoría en las próximas elecciones de asambleístas.
El “ponche” del Presidente se produce ante casi todos los tipos de lanzamientos (curva eléctrica, recta segura, cambio de agua, slider del dólar y nudillo Mercal), logrando batear sólo las bombitas de su carisma personal. Sin embargo, como acertadamente alguien escribió en Twitter y Mari Pili Hernández citó por Unión Radio, ¿Quién es el lanzador opositor que subirá al montículo y le propinará los strikes? Yo no lo sé, pues Antonio Ledezma, Julio Borges (que no dejo de asociarlo con llamados al abstencionismo), Leopoldo López (inhabilitado y divisionista), Pablo Pérez (con gestión en curso) o Henrique Capriles parecen variaciones de un mismo patrón, lo cual coloca la decisión más en un consenso de ellos mismos que de nosotros, los electores. En caso de una primaria presidencial, sería como llegar a una heladería y escoger entre “chocolate con galletitas”, “chocolate crujiente”, “chocolate con perlas de sabor”, entre otros. Pero esto es un asunto de 2011…
En el 2010, lo relevante es armar el equipo de ciudadanos que comandarán la Asamblea Nacional para racionalizar, auditar y contener la improvisada gestión del Poder Ejecutivo, totalmente desbocado con el equipo asambleísta actual. Así, para estos cargos necesitamos gente profesional, con vocación de trabajo, con pies firmes para no asilarse en caso de hostigamiento y, sobre todo, que sepan comunicarnos que los elegimos no para sacar (por referendo, por juicio o por medidas al estilo hondureño) al presidente Chávez, pues él se está depreciando solito, sino lograr recuperar las instituciones del país y hacerlas potentes con leyes y reglamentos.
Propagar matrices de salidas súbitas, de guerras civiles en ciernes, de rumoreo en cuarteles, parecen estrategias emanadas del centro mismo del gobierno o de operadores políticos que, aunque opositores, definitivamente deben salir del closet y asumirse chavistas.