Convicción
Si usted analiza las últimas actuaciones y decisiones del gobierno nacional encontrará dos conclusiones que conducen a un fin: 1) profundizar el desastre nacional y 2) provocar temor en la gente. ¿Cuál es el objetivo de ir hacia el desastre y causar miedo? La respuesta es provocar desanimo entre la gente para estimular la abstención en las venideras elecciones del 26 de septiembre. Convencido hoy que perderá los comicios en el futuro inmediato, el gobierno nacional impulsa la estrategia de combinar desastre y terror para evitar la avalancha de votantes que se vislumbra acudirán a las urnas electorales. El miedo suyo trata de irradiarlo hacia la gente y por eso el desastre de la electricidad y de los alimentos podridos trata de taparlo con decisiones imperativas contra Mendoza, Zuloaga, Mezherane, arrastrando al personal de las empresas Polar, Globovisión y Banco Federal, amén de la gente que indirectamente se depende de esas compañías. La gran idea, nacida de 50 años de experiencia del Castro-comunismo, es cansar a la gente, desorientarla en aras de profundizar el desanimo, para intentar quebrar la fe en las elecciones y la esperanza de una salida institucional en el 2012, fecha de las elecciones presidenciales. Para oponerse a esta perversa estrategia Castrista el único camino es ir a votar el próximo 26 de septiembre. Votar con la convicción de que una nueva Asamblea Nacional recuperará su autonomía para controlar los excesos del gobierno nacional, como la regaladera de dinero a otros países; y también para tratar de evitar que se comentan desastres similares a la dimensión del PUDREVAL. La gran estrategia de la oposición radica en apoyar con fuerza, amor y valentía, los candidatos de la alianza perfecta que representan a la Mesa de la Unidad Democrática.
