Presagios
Las nubes ensombrecen los cielos de Venezuela y presagian acontecimientos calamitosos, ¡Que nadie se llame a engaños! El marchitamiento de los ideales que hicieron posible la llegada de Chávez al poder es demasiado evidente. La brutal corrupción y la gigantesca incompetencia e incapacidad están provocando el airado rechazo de los venezolanos que no estamos dispuestos a seguir soportando las numerosas deficiencias y excentricidades de Chávez, algunas excesivamente molestas, fastidiosas y repetitivas. Estamos hartos de sus neurosis, patetismo, su desasosiego, sus frustraciones y su enloquecida ambición de dominarnos, de someternos, de su arrogancia temeraria y ridícula. La hecatombe social y económica empuja al pueblo entre la ruina y la miseria. No soportamos más a éste gobierno fascista, generador de actos opresivos y terroristas, dirigido por un hombre de reacciones extremas y mente obstinada, incapaz de controlar sus enloquecidos arranques, rodeado de nulidades envidiosas e ineptas que sólo saben destruir pero que jamás construyen nada. Que han desatado en Venezuela una auténtica persecución política. Una persecución que no tiene reparos en usar cualquier arma: mentiras, amenazas, información falsa y, en última instancia violencia física. Están dispuestos a perpetrar cualquier crimen, siempre que ello les sirva para alcanzar el objetivo final: mantenerse en el poder por cualquier vía para evitar rendirle cuentas a la justicia. Están demasiado familiarizados con la suntuosidad y el esplendor que les ha procurado su dinero mal habido que les aterroriza la idea de volver a los albañales de donde salieron para asaltar el Tesoro Público. Los retorcidos métodos empleados para hacer salir de las ondas a RCTV, la forma poco varonil, falta de hombría con que actuaron, mediante procedimientos tortuosos, indirectos y sin embargo, más efectivos que si hubieran sido directos, asombra por su cobardía. La represión hace sentir sus efectos con creciente implacabilidad. Numerosos estudiantes, trabajadores y activistas son procesados con todo tipo de pretextos falaces. Sin embargo, la tiranía sabe ya que su futuro está marcado por los más negros presagios.