La verdad de la economía
El método escogido es discutible porque no es la primera que el Gobierno usa esta técnica para atacar los problemas y cuyos resultados son seriamente cuestionados. La experiencia de las mesas que se instalaron en los años 2000 y 2001 debería dejarnos una lección. Luego está la convocatoria del ex –Ministro Merentes, cuyos pobres o nulos logros están a la vista, para intentarlo por tercera vez. Lo cierto es que la verdad de la economía no está ahí.
El problema de fondo
Cuando el Vicepresidente Arreaza dice que «nuestro modelo es el Socialismo bolivariano del Siglo XXI» y eso no está en discusión, pone el tema en su lugar porque, si queremos encontrar «la verdad de la economía» ella está precisamente allí, en el modelo socialista, cuyas características son completamente conocidas. Si alguien las olvidó puede identificarlas en el Plan Simón Bolívar 2007 – 2013, en el 2013 – 2019 y en el «Plan de la Patria», supuestamente de obligatorio cumplimiento como Ley de la República. En la esencia de todos está la sustitución del capitalismo, de las fuerzas del mercado y de la libertad económica por la propiedad y la tutela del Estado socialista.
Por otra parte, el mismo Merentes ya había denunciado el fracaso del modelo, cuando dijo algo, más o menos, así: «el Gobierno ha tenido éxitos en lo político y en lo social, pero no en lo económico».
Un enfoque equivocado de política económica
Cuando se identifica el problema económico venezolano diciendo que hay escasez, inflación, falta de empleos, bajo crecimiento, cero inversiones y se insiste en que todo ello deriva de la especulación, de la «guerra económica» o del sabotaje de la empresa privada, sabemos que estamos frente a un discurso político, pero cuando las soluciones gubernamentales apuntan en la misma dirección y se crea todo el aparataje de control que culmina con la Ley de Costos y Precios Justos, entonces sí que se está equivocado en enfoque y visión de las soluciones. Si para atacar esos males se plantean 10 ó 12 puntos que van a los resultados y no a las causas validamos una perspectiva errónea.
La verdad de la economía
Una monstruosa política de creación de liquidez monetaria, basada en la castración de las funciones del Banco Central quien, contrario a su rol financia al Gobierno en todas sus instancias, incluyendo a Pdvsa, sumada a una altísima indisciplina fiscal, caracterizada por un déficit público que oscila entre 5 y 15% del producto de la economía, sustentado en el veloz crecimiento de la deuda gubernamental que alcanza más de US$ 100.000 millones, sin contar la que le debe a los bancos internamente, se comprenderá que la verdad de la economía está dentro del Gobierno y no fuera de él.
Si a ello se agrega el origen verdadero de la escasez de divisas que, si bien tiene soporte en la sobrefacturación o en las empresas de maletín, se explica por el gran despilfarro de miles de miles de millones de dólares entregados casi gratuitamente a aliados internacionales, hipotecados en ventas petroleras a futuro y disminuidos por la renuncia expresa de venderle petróleo al mejor cliente o, por otra parte, traspasados al Fonden y convertidos a bolívares sin posibilidad de recuperación, entonces quedará muy claro de donde proviene la escasez de divisas. Si se agrega la grave declinación de las inversiones y la producción petrolera podemos entender por donde anda la verdad.
Si, del otro lado, se promovió y permitió una incontrolable salida de divisas, con importaciones que superan todos los «récords» históricos, no por casualidad, sino por la expresa política gubernamental de solucionar la escasez a punta de traer productos de cualquier parte del mundo al tipo de cambio oficial , en grave detrimento de la producción nacional, sometida, como se sabe al hostigamiento, la expropiación o la confiscación, entonces, queda muy claro donde está la «verdad de la economía».
Podría seguir enumerando causas que se ubican completamente del lado del «modelo» y de una errada perspectiva del gobierno, con lo que intento demostrar que esas «mesas de trabajo» y los 5, 10 ó 12 puntos sugeridos no van a resolver el problema, como lo comprueba la experiencia. Eso si le darán al Gobierno ese oxígeno que tanto necesita en este momento de crisis