Venezuela busca seleccionador
Otra asignación a dedo, sin acreditaciones que la respalden. Chávez llamó al campo a Iris Varela.
Chávez debería recibir lecciones de Cesar Farías, nuestro glorioso seleccionador de la Vinotinto. Al final de los finales, un presidente no es otra cosa que un seleccionador, tal como en el football.
Cesar Farías no tocó una sola pelota en el campo de juego y llevó a la Vinotinto a una posición gloriosa en la pasada Copa América. Cumplió su misión de preparar la estrategia, el entrenamiento, los juegos amistosos, la logística de movimientos y la selección adecuada de los jugadores, para generar un equipo que lograra lo que logró. Al igual que Dudamel, que hace sonar una orquesta sin tocar un solo instrumento, Cesar Farías hizo sonar los balones sin chutar una sola pelota.
Chávez lo hace muy mal como seleccionador de Venezuela. El país necesita un nuevo seleccionador que entienda que gobernar implica seleccionar a los mejores en cada actividad para garantizar éxito en las actividades que emprende el gobierno. Cuando se selecciona considerando únicamente la lealtad a la revolución se coloca a personas que no reúnen los requisitos para lograr los resultados adecuados. En esa línea de pensamiento, a Alí Rodriguez Araque lo ponen a manejar el problema eléctrico del país, a un guerrillero le entregan la presidencia de La Asamblea Nacional y a un capitán golpista lo ponen a manejar la asignación de divisas. Como si esto fuera poco, Chávez se mete en el campo y el mismo le pisa los pies a sus jugadores moviendo balones y convertido en un jugador más. Esa forma poco profesional de manejar un gobierno, lo ha convertido en médico, arquitecto, urbanista, militar, economista y comprador de fabricas, sin desmeritar sus actividades como petrolero, embajador y cuanta vaina se le ocurre. Por eso Venezuela no es la Vinotinto. Nos equivocamos escogiendo al manejador.
Chávez tiene más de una docena de años usando los mismos jugadores. Los cambia de posición, los enfría en la banca, los vuelve a traer a la cancha y no termina de generar los resultados que nuestro país requiere. Un país debe gobernarse con los mejores venezolanos, para producir los mejores resultados. Iris Varela ha sido designada como Ministro del sistema penitenciario, en un acto de magia de un presidente que metió la mano en su bolsa y rebuscando se encontró a esta diputada. Su experiencia, su conocimiento y su trayectoria no ofrecen ningún aval para hacernos pensar que tendrá éxito en su gestión. Un ministro es un gerente, que debe saber administrar recursos escasos y seleccionar un equipo de trabajo que sea capaz de diseñar y ejecutar con precisión una estrategia que permita corregir los grandes problemas que tiene el sistema. Un buen ejemplo fue el cambio que le dio Vielma Mora al Seniat en la época que le tocó manejarlo. Levantó su imagen, lo puso a cobrar impuestos y hasta los propios funcionarios sentían el orgullo de mostrar su carnet. Sin entrar a discutir otras consideraciones, ese funcionario era un gerente.
Chávez busca resultados diferentes pero sigue haciendo lo mismo.
Venezuela está lista para un cambio. Los venezolanos nos cansamos de perder juegos y campeonatos y al seleccionador se le acabó la magia con la que nos mantuvo engañados por tantos años. Por muchos menos fracasos Maradona fue despachado de la selección argentina.
Si Chávez quiere un trabajito, le podemos ofrecer el de manejar al Magallanes, pero que nos devuelva a Venezuela, que la convertiremos en una triunfadora.