Caracazo II
Circula en la calle, en el metro, en el mercado, en el barrio, el temor por otro y pronto CARACAZO. Dentro del espíritu de conciliación y paz, de respeto y exaltación de la vida que acompaña a mi LÍDER, sostengo que es imposible y fuera de contexto y realidad, porque ya no habrá más muertes de las que hay, todo será vida por vivir y ser vivida.
Simplemente el nuevo CARACAZO ya ocurrió y lo vivimos de poco a poco, está a la orden del día: huecos lo acompañan, basura lo ornamentan, obras sin concluir lo evidencian, cadáveres masacrados lo demuestran, Niños de la Patria lo celebran, indigentes sin Negra Hipólita lo comentan; en fin, los ciudadanos bolivarianos lo sufrimos a cada momento y circunstancia en que salimos vivos para regresar muertos.
No hacen falta balas rusas, bombas chinas, ballenas españolas ni escudos endógenos de la revolucionaria GN; reprimidos estamos todos cuando por razones socialistas no hay arroz ni azúcar ni leche para adultos o niños, de la carne cara menos y del café mañanero tampoco, y la vida pende de la voluntad de un sicario motorizado.
Este es el CARACAZO BOLIVARIANO que todos sufrimos en carne, hambre, vida y salud propia.
Locos estamos todos los caraqueños por ejecutar el PLAN B el B de Bolivariano, el de La Habana, para ir a vivir como el REY nuestro, el Fernando VII de la Revolución, que por salud abdica en manos de su Padre y ofrece Patria ajena a cambio de Gloria personal.
¡Caracas Socialista para ninguno!
¡Alcantarillas, Huecos, Mercales desolados y Muerte para todos! menos para el LÍDER que – en su bien llevado PLAN B – de la más moderna medicina disfruta, sin privarse de costosas medicinas ni de modernos laboratorios ni de médicos imperiales.
Ojala sobre alguito de gasa, alcohol, mertiolate, jeringas y aspirinas, y algún centro de cama, para disfrutarlo en el Hospital del LLANITO luego del próximo regreso del más costoso de nuestros bolivarianos enfermos.
¿VIVIREMOS?