¿El “partido” que más crece?: el de los ex chavistas
Se sabe que en realidad no hay un partido político integrado exclusivamente por, anteriores pero recientes, partidarios del chavismo, pero es una forma de mostrar el fenómeno político que recorre a Guayana -creo que también a casi toda Venezuela- en los últimos tiempos a un ritmo mucho más intenso que en años anteriores. Por todos lados vemos personas cuyo proceso de desilusión con la falsa revolución ha llegado al punto de ruptura, aunque aún hay muchos otros en la tristeza del desencanto. Se sienten traicionados y con razón, porque con sus razones y motivos legítimos votaron por Chávez una y varias veces, creyendo que sería para mejorar todo lo que andaba mal. La realidad es que hemos ido “de Guatemala a Guatepeor”.
En lugar de entrar al siglo XXI, hemos retrocedido a lo peor del pasado. No hay progreso. Hoy, en lugar de pensar en cómo lograr mejores empleos y mejores contratos colectivos, los trabajadores de Guayana y sus familias no duermen tranquilos pensando en qué hacer para que Alcasa o Carbonorca no sean cerradas. O para que Ferrominera, Venalum, Bauxilum y Sidor no sigan cayendo al foso. O para que Norpro, Cerámica Carabobo, Tavsa, Friosa sean de nuevo productivas. O para entender cómo Minerven es la única empresa del oro en todo el planeta que pierde dinero cuando los precios son récord histórico.
No es raro lo ocurrido en Alcasa con las elecciones sindicales. Una de las razones -aunque no la única- de ese resultado, es un voto castigo al gobierno de Chávez por ser responsable de la ruina continuada y el abandono de 12 años. Tampoco lo de Alcasa, es tan novedoso. Antes ya había muchas otras muestras que soplan vientos de cambio. Tiempo antes, en Bauxilum Planta los trabajadores recuperaron del retiro un liderazgo del cambio democrático y en pocas semanas armaron una campaña electoral que ganó abrumadoramente. Y en Bauxilum Mina también ganó un liderazgo democrático. Quizás por eso, un sector del PSUV ha hecho todo para impedir las elecciones sindicales en Ferrominera. Y por eso hay tantas protestas de trabajadores que cada vez menos justifican al “comandante, pobrecito, que lo tienen engañado”. La ruptura crece y crece.
Las elecciones parlamentarias son otro antecedente, aunque para la fecha era un proceso en desarrollo e incompleto como aún está hoy, solo que ahora más avanzado. Revisen los números de votos en toda Guayana. ¿Observaron que por vez primera en años en la parroquia Unare, con sus miles de familias trabajadoras, perdieron Chávez y el PSUV? ¿Vieron cómo se redujo drásticamente la ventaja en Caroní? ¿Y lo ocurrido en el circuito Sur donde con seis alcaldes chavistas, de siete municipios que hay, el candidato del cambio democrático ganó abrumadoramente el circuito?
Ese proceso de deterioro han tratado de frenarlo de muchas maneras. Encarcelando a luchadores sociales como Rubén González y Carlos Chancellor. Con lamentables hechos de violencia conocidos. Con las amenazas judiciales contra la ejemplar unidad de los luchadores de Carbonorca, donde luchan hombro a hombro los dos sindicatos y el control obrero. Con despidos como los 27 trabajadores de Ferrominera. También con la amenaza de calificar a los que luchan como “guarimberos, desestabilizadores”. Usando la promesa falsa de un “control obrero” como engaño a chavistas de buena fe y como mecanismo de manipulación para ocultar el propósito de liquidar las contrataciones colectivas y reducir a la nada las organizaciones sindicales. Apelando también al melodrama de un “reality show” para que algunos de sus partidarios descontentos olviden la criminalidad en las calles, la inflación, los engaños en vivienda y la corrupción roja.
Los vientos de cambio soplan y muy fuerte. No es fácil parar eso. Los trabajadores y el pueblo, en una nueva mayoría nacional que crece y crece gritan que “el cambio va”. La hora del progreso, la justicia y de entrar al siglo XXI está llegando. El “mandado no está hecho” y habrá que trabajar duro porque la nueva oligarquía roja tiene demasiado dinero y poder junto con muy pocos escrúpulos, pero la fuerza de una idea es indetenible cuando le llega su hora.
TIP 1: Noticia leída hoy: “Cuba retira de Trípoli su personal diplomático y se niega a reconocer al nuevo gobierno del CNT”. ¿O sea que sí hay un nuevo gobierno en Trípoli? ¿Y Chávez no le aseguró a sus seguidores que “todo eso de la toma de Trípoli por los rebeldes es un montaje mediático”? ¿Otro engaño más?
TIP 2: En el gobierno se escudan en la acusación de “guarimberos, desestabilizadores” para tratar de tapar sus culpas y su incapacidad, Miremos a la Isla de Margarita, agobiados por los apagones de varias horas todos los días durante semanas, arruinando al turismo del que viven miles de familias. Y entonces acusan al pueblo de “guarimbero” por ejercer la legítima protesta.