La Camerata de Caracas: abriendo nuevas ventanas
(%=Image(7308454,»R»)%) Cada vez que la música es ejecutada, adquiere la vigencia del tiempo presente, abriendo espacio en nuestra memoria para “seguir siendo”, pero en un “seguir siendo” que nos incluye, nos atrapa, nos integra, porque “es” con nosotros. La música antigua, más que un punto de partida, se trata, quizá, de una manera de ser, que encuentra su paradoja en la apelación a la memoria, recordatorio de quiénes somos, pero que aun en el presente tiene algo que decir, y que sigue sonando secretamente (o no) en las formas musicales más variadas de hoy. Esta premisa ha impregnado durante largo tiempo el trabajo de la Fundación Camerata de Caracas, dedicada a la investigación y difusión de la música antigua universal, con especial énfasis en la memoria latinoamericana, y que luego de más de veinte años “siendo”, ha sufrido, al igual que otras instituciones culturales del país, los avatares de una economía implacable y sin memoria, que no reconoce hombres, valores ni necesidades, ¡cuánto más los valiosos aportes de esta institución a la construcción cultural de Venezuela! Sin embargo, la Camerata de Caracas se propone “seguir siendo” con nosotros a través de nuevas puertas y, en un acto de justicia, reconoce la importancia de la participación civil y de la empresa privada en la edificación de una cultura sólida, sólo posible cuando se articula la iniciativa y acción organizadas de la sociedad que se beneficia de ella de alguna manera.
Un escenario complejo nos ha tocado en Venezuela en los últimos años, distinto, claro está, al escenario que encontraría la Camerata de Caracas en el año de su fundación en 1978, año que aún contaba con los repuntes de un elevado ingreso económico producto del alza de los precios del petróleo, y que se traduciría en un mayor apoyo al sector cultural, especialmente a partir del V Plan de la Nación (1976-1980). Pero hoy la atención de la acción estatal no sólo se desvía al factor económico ante su gravedad en detrimento de otras áreas, sino también a un confuso panorama político que aun no garantiza la estabilización de los proyectos que descansan en sus manos, por lo que el protagonismo social (lejos de cualquier premisa socialista) se vuelve cada vez más urgente.
Este protagonismo ha encontrado un espacio en la creación de los “Amigos de la Fundación Camerata de Caracas”, presentada oficialmente el pasado primero de abril en un concierto ofrecido en la Hacienda La Vega, legado arquitectónico de nuestro pasado colonial. Esta nueva figura se ha organizado en distintos niveles, que parten desde la colaboración de los “amigos estudiantes”, “amigos asociados”, “amigos colaboradores” y “amigos benefactores” hasta los “amigos patrocinantes”, esta última categoría creada para la empresa privada. Obviamente, la Fundación Camerata de Caracas, retribuye la colaboración de todos sus “Amigos” participantes, a través de beneficios económicos, charlas y conferencias sobre música y conciertos especiales, entre otros beneficios.
(%=Image(3001401,»R»)%) La Fundación Camerata de Caracas ha marcado pauta en el “desarrollo” cultural de nuestro país, a través de las distintas iniciativas que han caracterizado su acción cultural, como lo son: 1) la creación espacios para la interpretación musical especializada en música antigua a través de los grupos Camerata Renacentista, Camerata Barroca (integrada fundamentalmente por estudiantes de música), Orquesta de Cámara Collegium Musicum Fernando Silva Morván y Ópera de Cámara Memoria de Apariencias; 2) formación de músicos: enseñanza de instrumentos y estilos antiguos; 3) proyectos especiales, como el proyecto Camerata Infantil, que atendía a la formación artística integral de los niños y que tuvo que suspenderse ante la falta de apoyo presupuestario; 4) eventos como el Festival de la Música del Pasado de América y, 5) difusión del repertorio antiguo latinoamericano y universal a través de conciertos, grabaciones discográficas y publicaciones como La Camerata Ilustrada.
Pero más allá de esto, la Fundación Camerata de Caracas ha dado ejemplo de gestión al buscar alternativas de financiamiento que rompen la dependencia con el Estado en materia económica, abriendo un nuevo camino que posibilita una mayor interacción entre la sociedad y la institución. Esto, sin duda, marca un nuevo momento en su historia al tiempo que promete responder más comprometidamente al acontecer cultural de nuestro país, augurando un tiempo de “renacimiento” del que esperamos surjan nuevas propuestas de acción cultural y se retomen aquellas actividades que han ganado el reconocimiento del gremio musical, como lo es el Festival de la Música del Pasado de América.
(%=Image(8255338,»L»)%) Hoy, después de seguir de cerca el trabajo de la Fundación Camerata de Caracas tanto musicalmente como al nivel de su gestión cultural, no podemos menos que reconocer que, efectivamente, la Camerata es, como lo ha afirmado su misma directora Isabel Palacios, “una institución madura”.