Festival A Tempo: tras la obsesión de superar el instante
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El día 11 de julio tendrá lugar la inauguración oficial del ya institucional Festival A TEMPO, que habrá comenzado su ciclo de conferencias a partir el día 9 de julio, como antesala a la gala inaugural. El apoyo y el impulso que ha adquirido el festival en la labor realizada desde 1993, ha hecho posible que el festival, que comenzó como una evento fundamentalmente musical, adquiera hoy los visos de un festival interdisciplinario, agrupando las artes plásticas, la literatura y, evidentemente, la música, con especial énfasis en la creación contemporánea. Así, los límites se amplían no sólo en cuanto al alcance del festival, que ya cuenta con Valencia y Los Teques como subsedes, sino en cuento a su alcance disciplinario, poniendo cada vez más en evidencia el inevitable diálogo entre las diferentes formas creadoras.
Cada año, A Tempo desarrolla una línea temática que articula todas sus actividades. En esta edición, el tema será “Juegos del Tiempo”. De acuerdo a lo enunciado en la presentación a la prensa, “la concepción del mundo es la concepción del tiempo y el espacio”. Sin embargo, hay que reconocer que la característica fundamental de la contemporaneidad es la valoración de la velocidad, luego la inmediatez, para arrojarnos abruptamente a la “urgencia”. Eso significaría más bien una supresión de la noción del tiempo, o cuanto menos, una subordinación al quehacer cotidiano. Es por ello que la motivación para la escogencia del tema resalta ante los ojos de hombres y mujeres de hoy. Pero si esto es así, ¿bajo qué perspectiva será abordado en problema del tiempo en este festival? ¿En qué consistirá este juego? A propósito de esta idea, es Luis Alberto Crespo quien habla:
“Es un concepto abstracto, filosófico, es un concepto poético, y claro, ante todo, es un sofisma. ¿Por qué? Porque el tiempo es una invención del hombre. No olvidemos que Rilke decía que el único ser vivo sobre la tierra que no tiene sentido de tiempo es el animal, y por tanto está siempre en el afuera, es decir, está expuesto a una duración que no depende de esa medición, sino que está en la duración de otra cosa. Así que, por lo tanto, en estos juegos del tiempo, persisten una multiplicidad de conceptos, de análisis, de pensamiento y reflexión que nos llevaría, pues, a una gran confrontación tipo babélica; no llegaríamos nunca a definir exactamente lo que es el tiempo. Acuérdense de Borges, y con eso podemos comprender bien esa gran entelequia que es el tiempo, esa gran obsesión… Pero existe un tiempo creador, el tiempo de la transfiguración de eso que es el instante. Todo hecho del hombre, y toda obsesión del hombre es superar el instante… Imagínense por qué camino podríamos seguir…”
Luis Alberto Crespo, otrora director de la revista Imagen y hoy director de la Casa de Bello, continúa su intervención:
“En materia de arte, en materia de articulación de la palabra, del sonido, del trazo, en fin, de la gestualidad, todo lo que nos lleva más allá de nosotros mismos, todo aquello que está, como dice Octavio Paz, que pueda desmandarnos más allá de nuestros pensamientos, de nuestros sentimientos, de nuestro espíritu, se llama pues, estéticamente, el arte, la creación de lo impalpable, la concepción de lo invisible, que es la persecución del hombre siempre, convertir lo invisible en algo palpable, por lo menos mientras duremos en esa persecución fáustica que es la eternidad. En materia de música, el tiempo tiene una significación muy especial como ustedes saben. No solamente desde el punto de vista de exactitud matemática, sino de la donación interior de la música, la resonancia que hay en nosotros por la música, y se parece mucho, por supuesto, el sonido al silencio de la palabra, y se parece mucho a la contemplación que es la pintura, entonces, bueno, yo creo que estos juegos del tiempo son fascinantes, porque permiten todos estos acercamientos múltiples… Algunos tal vez se ayuden entre sí, tal vez se complementen, pero es eso, es uno de los momentos más fascinantes de un evento interdisciplinario como este. El tiempo, en el sentido literal y mentiroso de la palabra, y el tiempo en el sentido más profundo e ilimitado. Estas dos acepciones nos permiten reunirnos e inventar de nuevo eso que nos persigue y envejece, que es el tiempo… Eso es más o menos lo que nos reúne hoy y nos reunirá en estos días”.
Pero como el festival tiene como centro e impulso irrigador a la música, no podía dejar de apreciarse el enfoque del que Diógenes Rivas parte como columna vertebral de la reflexión “a tempo”:
“Yo creo que escuchar música de por sí ya es una experiencia temporal. El sólo hecho tan significativo cuando oímos una obra de Beethoven, en el que los tiempos se presentan en modo tal que se tenga la idea del tiempo en cuanto al pasado, el presente y el futuro; luego hay un regreso a las ideas planteadas, luego descubrimos nuevas ideas en el transcurso de la obra, las cuales se reiteran en una sección final, por ejemplo. En ese sentido, es una experiencia temporal escuchar música. Y la selección de obras está íntimamente ligada también al concepto subjetivo que se tiene sobre el tiempo a través de la historia. Porque parece mentira, la idea y la concepción del tiempo en la música ha ido cambiando en la historia. No es igual un período de tiempos suspendidos, como ocurrió en la música gregoriana, a un período de generación de tiempos como ocurrió en la música clásica, y a un momento de creación de tiempos, como ocurre en la música contemporánea… La música se genera en el tiempo, ocurre en el tiempo… pero es un tiempo que todos hemos vivido, es muy subjetivo… Es algo así como cuando se sueña.”
Múltiples perspectivas se darán encuentro en este espacio para el “juego del tiempo”, porque entre poetas y músicos, podremos también encontrar un eco en la imagen, en el espacio de la creación plástica como representación del juego de la creatividad. De una retroalimientación estética, ideológica, música y plástica se conjugarán como artes complementarias, extensibles, a partir del trabajo desarrollado en los talleres de Composición y Expresión Plástica que se ofrecen durante el ciclo A TEMPO, de la mano de Diógenes Rivas y Asdrúbal Colmenárez respectivamente. En medio de esta idea del tiempo como algo abstracto, complejo y susceptible al contexto que lo enmarque, Colmenárez ofrece una perspectiva para la creación menos sometida a la idea temporal, pero definitivamente sumergida en la vitalidad creativa:
“Para mí, como más importante que el tiempo, yo colocaría Eros y Tanatos, la vida y la muerte. Para mí el juego es todo lo que promueve la creatividad, y en el taller yo quiero estimular ese juego. Ya se había dicho que cuando el niño tira el ovillo de hilo, dice ‘da, da, da’, el padre se lo trae otra vez y el lo vuelve a tirar. Yo creo que el artista es más o menos así. Uno juega, uno lanza un mensaje que el espectador lo devuelve y uno lo vuelve lanzar en un juego permanente”
No faltó la oportunidad de reconocer y agradecer todos los esfuerzos que se han hecho para llevar a cabo la proeza de un Festival de esta altura, mucho menos ahora, en que el lenguaje artístico comienza a ampliarse. Dicho sea de paso, pocas son las instituciones culturales de nuestro país que se han dado a la tarea de promover las nuevas formas artísticas de nuestro tiempo, porque quizá, para muchos, las artes contemporáneas están en decadencia. Sin embargo, el comité organizador de A TEMPO, se esfuerza cada día en darnos a conocer este lenguaje al que, la más de las veces, se le ha dejado de lado. Y es que justamente esta templanza ha hecho posible que, lejos de todo pronóstico, el festival se extendiera durante ocho ediciones consecutivas hasta perfilarse como un evento interdisciplinario. A este respecto, la representante de la Embajada de Francia sostuvo:
“Quisiera decir una cosa que nos parece muy importante en Francia, en el caso del Festival A Tempo, y quiero agradecer el trabajo maravilloso que desenvuelve la organización del Festival, en particular su presidente, Ninoska y todo su equipo, conjuntamente con Corp Banca. Lo que me parece muy importante es que este festival se dedica fundamentalmente a las artes contemporáneas, y en particular a la música contemporánea con sus lazos a otras artes, y es el más difícil, porque esta dificultad está relacionada con el tiempo, porque el arte contemporáneo que es bastante difícil para definir, es también el menos conocido por el público, es el arte que necesita crear si propio código de forma a su público, y desde ese punto de vista el festival hace un trabajo fantástico de difusión, de formación de los jóvenes y de los profesionales, y también de formación del público, entonces hay una misión muy democrática, muy popular y muy importante, me parece, en ese sentido. Muchas gracias.”
el Festival A TEMPO se ianugurará oficialmente el día 11 de julio y clausurará el día 17 de Julio. Su sede en Caracas, como todos los años, será el auditorio de la Fundación Corp Group. En Valencia, donde estará los días 9 y 19 de este mes, tendrá lugar en el Auditorio Eladio Alemán Sucre. El miércoles 18, en San Cristóbal, el festival se realizará en el auditorio de la Universidad Nacional del Táchira UNET y en Los Teques, 12 de julio, en la Casa de la Poesía.
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