Valladares, Salazar y Guerrero: tres miradas para Schumann
(%=Image(6267460,»R»)%)Inspirado en la tradición musical del recital, los cantantes Mariela Valladares (fundadora y directora del Ensemble Brahms) y Francisco Salazar, junto con la reconocida pianista venezolana Elizabeth Guerrero, nos entregan este domingo una ofrenda estética inspirada en uno de los personajes más significativos del romanticismo bajo el nombre “Sentimiento y fantasía: la música de Robert Schumann”, compuesto por dos ciclos de Lieder, uno de los cuales traducido po el escritor venezolano Pérez Bonalde.
Para estos artistas, el universo poético y estético de Schumann se ofrece como ventana al escenario de la complejidad humana en sus más profundas facetas, en las que el amor, claro está, juega un papel preponderante, que explora la ilusión y el desengaño, la pasión y la muerte, en fin, al ser humano, un ser humano que hoy, muy siglo XXI, siente aun en su vacío la tímida sonrisa de la fantasía.
En una entrevista exclusiva para Venezuela Analítica con quien suscribe (AI), Valladares (MV), Salazar (FS) y Guerrero (EG) nos comentan acerca de sus motivaciones, expectativas y reflexiones en torno a lo que hoy, en una época tan minada por la avanzada de la producción masiva –incluso en la música– podría significar la estética y poética del romanticismo, representado, en esta oportunidad, a través de la obra de Robert Schumann.
AI. ¿Cuál ha sido la inspiración para este proyecto?
EG. Esto es una idea que ya tiene andando cerca de dos años y consistía en cuatro eventos, todos dedicados a Schumann. Al final, por diversas calamidades que cayeron sobre la idea original, ha quedado en dos eventos, uno de los cuales ya se realizó, dedicado a la música de cámara. Allí hubo cello, trío y canto. Ahora viene este, dedicado a dos grandes ciclos del compositor que me parecen tan atractivos que el anterior.
AI. ¿Por qué atractivos?
EG. Por la belleza, por la música y la alta calidad de la poesía, sobre todo la de “Los amores del poeta” o “Amor de poeta” (Dichterliebe), de (%=Link(«http://www.geocities.com/ubeda2002/schumann/schumann48.htm»,»Heinrich Heine»)%). A este texto, (%=Link(«http://www.aldeaeducativa.com/aldea/Biograf2.asp?Which1=379″,»Pérez Bonalde»)%) no le puso título sino que lo llamó “Intermezzo lírico” a esta colección de poemas de Heine, y que, como dijo Pancho, versan sobre las diferentes formas de realización del sentir humano, unos relacionados con la naturaleza, otras con la tumba, con lo fúnebre, otros con traición… Es una amplia gama del sentimiento del amor, y al final, como buen romántico, es un gran desengaño, terrible desengaño.
MV. Por ejemplo, cito: “Yo quiero hundir mi alma en el cáliz de las lilas. Las lilas resonarán y suspirarán una canción para mi amada. La canción temblará y se apurará como el beso que su boca me dio una vez en una hora mágicamente maravillosa”.
EG. Ahora, nosotros estamos ofreciendo una cosa muy particular, además, porque es la versión que hizo nuestro poeta venezolano del siglo XIX, Juan Antonio Pérez Bonalde, que es una traducción considerada antológica. Él dedicó a esto gran parte de sus esfuerzos poéticos. Y cuando yo consulté una pequeña biografía de Pérez Bonalde para presentar en el concierto, en la Enciclopedia Hispánica más reciente aparece mencionado. Él es reconocido especialmente por su versión del “Intermezzo lírico” del alemán Heinrich Heine. Nació en 1846. Él fue un hombre muy culto. Vivió en el extranjero, creo que representando al país en otros países, un oficio que hasta el día de hoy muchos poetas hacen en la figura de agregados culturales, Adriano González León, Pablo Neruda, algo recurrente en el continente.
Y el otro ciclo, que es (%=Link(«http://www.geocities.com/Vienna/Choir/7652/schumann/schumann42.htm»,»Vida y amor de una mujer»)%), está escrito por otro poeta alemán romántico, llamado Adelbert von Chamisso, y es el amor visto a través del prisma femenino, a pesar de ser él un hombre, pero es en realidad muy sentido. Chamisso, realmente, encontró la voz de la mujer en él, sin que se preste a malas interpretaciones, pero es, como se dice, la universalidad de los poetas, porque cuenta cuando ella se enamora en secreto de él, cuando expresa su sorpresa de que él se fija en ella, cuando él la corteja y ella lo idealiza, cuando se comprometen… Cosa que puede sonar un poco cursi en esta época así como tan falta de…
(%=Image(9425519,»R»)%)FS. Tan technomerengue…
EG. Sí, pero que es el sentimiento romántico. Hasta aparece la marcha nupcial en el piano.
AI. Pero justamente a raíz de la expresión “cultura technomerengue”, o de una época semejante, donde palabras como sentimiento y fantasía podrían sonar, desde la perspectiva moderna, “cursis”, ¿por qué seguir insistiendo en Schumann, en el repertorio romántico? ¿Qué hace que, a pesar de esa distancia temporal, siga siendo valioso y significativo?
EG. Primero, la belleza. Además, no es solamente la belleza de la música, sino toda la figura de Schumann que, a diferencia de otros músicos, era un hombre de un muy buen gusto literario, cultivado literariamente… Su padre había sido librero. Él mismo hizo algunos bocetos de novelas, y luego tuvo ese amor tan bonito con (%=Link(«http://www.recmusic.org/lieder/s/cschumann.html»,»Clara Wieck Schumann»)%), que fue su esposa, y tuvieron unos amores contrariados… Por cierto, una vez Pancho y yo hicimos un espectáculo que se llamaba “Por amor a Clara”. Fue un amor tan bonito, tan fructífero desde el punto de vista musical, pero luego eso se terminó con la locura de él, una locura delirante, en la que él veía monstruos que se lo querían llevar… Oía unas melodías… Pero ya eso fue después de que él había sacado estas maravillas de composiciones. Intentó suicidarse… Fue muy conmovedor cuando él mismo pidió que lo internaran para proteger a Clara o a los niños de él mismo ante un momento de locura. Fue perdiendo paulatinamente su inteligencia aunque la música nunca lo abandonó.
FS. Pero, pensando un poco en la pregunta tuya, se le pueden dar algunas vueltas a esto. Porque es verdad que la música de Schumann, la música académica, sobre todo del siglo XIX para atrás, en el siglo XX empezó a ser símbolo de un status quo muy particular, es decir, la cultura como repertorio de la cultura dominante, de clase dominante, eurocentrista… Eso comenzó a ser cuestionado a partir de los años sesenta, y a todo lo que pertenecía a esa cultura se le calificó de las más variadas maneras, desde “cursi” hasta “instrumento de dominación cultural”, cosa esta que es verdad, pues todas estas cosas estéticas y humanamente positivas, no impide que sean usadas como instrumentos de dominación o de alienación, etc., etc.
AI. Claro, porque además la estética occidental se instituyó como los parámetros según los cuales se evaluaba toda la diversidad estética de otros escenarios.
FS. Exacto. Pero por otro lado siento que, pasados todos estos años, a pesar de que aun sigue siendo este planteamiento muy actual, hemos visto como esa misma cultura, si antes tenía unos basamentos ideológicos, o respondían a una noción de cultura, de un tipo de humanidad particular, esa misma cultura eurocentrista que después se hace americana, hemos visto cómo se ha ido centrando en valores cada vez menos espirituales, menos ideológicos, en el buen sentido del término, y se han ido convirtiendo, digamos, en una cultura ante todo aferrada a lo comercial. Por ejemplo, esta cosa del recital era un género de concierto muy cultivado, hoy en día es muy escaso, y en otro países también, es mucho menos común que antes, comparado con la cantidad de apoyo económico y logístico que se le da hoy a la ópera o a las orquestas, espectáculos mucho más fastuosos que se pueden comercializar con mejores resultados que un recital.
Uno se sitúa allí, y esto hoy en día puede llegar a tener un valor subversivo, a contracorriente, que la gente que negocia el espectáculo no está dispuesta a avalar. Hoy somos unos bichos raros. Eso que fue emblemático de una cultura dominante, racista, eurocentrista, imperialista, podría ser más bien una cosa contracorriente hoy por hoy…
EG. De minoría…
FS. Nunca lo había pensado de esa manera, pero la pregunta me hace reflexionar sobre eso. En Venezuela, antes, todos los domingos había un recital. Pero hoy en día es muy raro.
MV. Además eso implica una comunicación mucho más directa con la persona y con la esencia de lo que está tratando de transmitir, y desde el punto de vista de responsabilidad, de trabajo, es muchísimo mayor de lo que puede implicar un concierto con mucha gente corresponsable del asunto. Es uno solo frente al público. No hay nadie que te cubra. El trabajo de los artistas que dan recital debe estar cuidado en el detalle más mínimo.
AI. Pero el romanticismo es un movimiento que surge no de una manera dominante, sino apelando a ciertos valores, como individualidad, virtuosismo, excentricidad. De alguna manera recoge algo que es íntimo y estético. ¿Hacer este concierto no es relegitimar este proyecto y su vigencia?
EG. Sobre todo con lo que es el sentimiento, dejando un poco lo de la excentricidad.
MV. Lo que pasa es que ahora somos excéntricos… (risas)
AI. Los prerrománticos avalaban todo lo que eran los valores de la clase media, la pequeña burguesía floreciente, pero ya cuando se desarrolla propiamente el romanticismo, se voltea el discurso, hay una crítica justamente a todos esos valores de las nuevas clases, a las que la “aristocracia” dejaba espacio. El artista de alguna manera se individualiza, se aísla de ese contexto, o eso pretende.
EG. Sí, “yo solo contra el mundo”
AI. De alguna manera, fue un movimiento reaccionario, incluso en contraposición con lo que fue la estética y el programa clasicista.
(%=Image(8753803,»R»)%)FS. Yo creo que la diferencia para nosotros es mucho más terrible, porque lo contracultural hoy en día no es contra una antigua tendencia que ya se instaló, sino que es contra una globalización de tipo económico, es casi como un tiro al piso, porque si es que nosotros estamos haciendo un “neo-neo-romanticismo” (risas), porque estamos luchando contra algo que se instaló por ser algo muy clásico, muy formal, muy erudito, pues quizá no se trata de eso, pues nos estamos contraponiendo a cosas que están muy instaladas como el Pop, que yo no tengo nada contra él, pero que contempla cosas desechables, y todo eso es sostenido por un criterio comercial, avasallante, alienante, pero que se disfraza de cosa excéntrica, pues ya no hayan qué aguja atravesarse y, sin embargo, ya no se puede más, pues ya está absorbido por el mercado…
AI. Sí, y pierde su capacidad de ruptura, relegitimado por una industria.
FS. A lo mejor de aquí sale un manifiesto de los “neo-neo-románticos” (risas). Esa es una cosa incluso que sería un motivo de reflexión para otros músicos, porque aquí las orquestas y las escuelas siguen trabajando con Beethoveen, con Mozart, con Haydn, pero ¿por qué y para qué?
AI. Claro, allí también hay una certeza de “comercialidad”, hay un público garantizado, porque, por ejemplo, el repertorio contemporáneo, aún en experimentación, no atrae sino a una minoría.
FS. Pero entonces allí es donde está el problema: sería como una suerte de caleidoscopio, que parte de una cosa retro, pues nosotros nos quedamos en el concierto de los siglos XIX, y allí Tchaikovsky tenía un sentido, pero ¿sigue teniendo el mismo sentido hoy en día? Eso hoy debería cambiar, pues ¿cómo esto puede tener cabida dentro de la modernidad o de la posmodernidad, que es aun una cosa tan rara?
EG. Ahora, una cosa es cierta. Cuando nosotros pensamos en esto, no habíamos pensado en una cosa “ideológica” o en contraponer nada. Simplemente, porque nos gusta y lo hemos conocido por mucho tiempo. Uno ha tocado esto toda la vida, uno ha escuchado esto siempre. Alguna que otra vez ha hecho par de canciones en algún recital.
MV. Viene también de la educación, de lo que uno recibió, en nuestro caso (de Elizabeth y mío) de nuestra profesora de piano. Ella es checa y tenía toda su tradición europea, una mujer encantadora. Ella nos llevaba a su casa los sábados y los domingos, y nos hacía oír los Lieder, a pesar de ser profesora de piano. Ahí conocimos los leader de (%=Link(«http://www.recmusic.org/lieder/b/brahms.html»,»Brahms»)%), de (%=Link(«http://www.recmusic.org/lieder/s/schubert.html»,»Schubert»)%), de (%=Link(«http://www.recmusic.org/lieder/s/schumann.html»,»Schumann»)%)… Y hay cosas que te quedan o no según la sensibilidad que has desarrollado…
¿Qué pasa en tu alrededor? Tú no te preguntas si tiene validez, tú se lo quieres dar al público, le quieres dar un regalo, y el que no quiera venir, pues simplemente se lo está perdiendo. Y sí creo que hay grandes fallas en la formación, porque nosotros seguimos formando a los alumnos en función de estas cosas y somos pocos los maestros que abrimos el espectro a nuestros alumnos y les enseñamos otras cosas: contemporáneas, latinoamericanas, venezolanas. Eso está allí, pero es como un fantasma. Nadie realmente hace de eso un valor, lo pone sobre el tapete y lo cultiva y trabaja. Creo que hay que hacer una transformación curricular, distinta, para darles una educación mucho más global y contemporáneo.
¿Cuándo es el concierto?
Este domingo 24 de febrero a las 5:00 de la tarde
¿Dónde?
En la sala José Félix Rivas del Teatro Teresa Carreño
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