Entrada gratis
¿A quién no le gustaría obtener la entrada gratis para disfrutar de un evento social grandioso como lo es, por ejemplo, el poder vivir y sentirnos ciudadanos de un Estado de Derecho que funcione? Creo que a todos nos gustaría. Para ello, no hay que pagar, sólo hay que hacer un pequeño esfuerzo cívico que tiene que ver con leer, interpretar, difundir y defender la Constitución Nacional utilizando “redes” en el ámbito en que nos desenvolvemos…
Tomemos a manera de ilustración a Fedecamaras. Si esta institución decide hacer, lo que por deber le corresponde, sus dirigentes tendrían, en principio, que involucrarse y comprometerse en asumir la lectura, interpretación, difusión y defensa de los artículos que van del 112 al 118 referidos a los derechos económicos de los venezolanos, y a la vez deben extender y obtener el compromiso e involucramiento de las cámaras y asociaciones. Estas cámaras y asociaciones deben hacer lo mismo con las empresas miembros. Las empresas miembros deben hacer algo similar con sus empresarios. Los empresarios hacerlo con sus trabajadores y los trabajadores con sus familiares y amigos; de esta manera se completaría la red ciudadana con origen empresarial…
Otro ejemplo: las universidades. Sin importar si son publicas o privadas, sus autoridades deben asumir la responsabilidad de la lectura, difusión y defensa de los artículos que van del 98 al 111 referidos a los derechos culturales y deportivos, a la vez extender y obtener el compromiso e involucramiento de la mayoría de sus profesores, empleados, obreros y estudiantes, no necesariamente todos. Estos deben hacer algo similar con sus familiares y amigos, y así se completaría la red ciudadana desde las universidades. Acciones similares en sus respectivos ámbitos pueden y deben hacer los gremios profesionales, federaciones de trabajadores, iglesias y otras organizaciones no gubernamentales…
Es una actividad cara a cara. Y es la mas efectiva en esta lucha que no es convencional y que como tal exige dejar de lado la adicción de estar pegado a la televisión aceptando verdades de manera cómoda e irreflexiva, creyendo que por estar de acuerdo con lo que por allí nos plantean estamos contribuyendo al cambio; también exige dejar la práctica bulliciosa de tomar las esquinas de las avenidas 5 de Julio, Bella Vista y Delicias con equipos de sonidos de altísimos decibeles que en vez de contribuir a dar un mensaje lo que hacen es atormentar a los transeúntes, y también dejar de pagar para la movilización de personas, porque los verdaderos beneficiarios de este tipo de acción terminan siendo los alquiladores de transportes, los alquiladores de equipos de sonidos y los suministradores de refrigerios a los movilizados…
Debe ser una acción para vincular la teoría con la praxis. No se trata de repetir como loros en nuestra red algo que aprendimos en la Constitución Nacional; se trata, siguiendo con el ejemplo de la red de Fedecamaras, de hacer ver los efectos perversos que causa, por ejemplo, la expropiación de una empresa en cuanto a deterioro del aparato productivo, escasez de bienes, inflación, desconfianza para los inversionistas y generación de mayor pobreza. Si los dirigentes logran ayudar a los integrantes de su red a descubrir cuál es el problema y quién es el responsable estarán ayudando a crear ciudadanía que no es otra cosa que el ejercicio de los derechos civiles, sociales y políticos de los venezolanos para lograr las mejoras de su comunidad y país a través del funcionamiento de un Estado de Derecho regido por su Constitución…
El nuevo escenario. Sería el de un país como lo visualizó hace años el poeta William Osuna autor de Carta de Ciudadanía; un país con valores supremos que obedecerían a un ordenamiento jurídico para defender: “la vida como el don mas valioso que poseemos los humanos; la libertad del ser humano como el libre albedrio para elegir su propia línea de conducta de la cual debe ser responsable; la justicia referida a las organizaciones del Estado y la correcta aplicación de las leyes; la responsabilidad como la cualidad de asumir las obligaciones y las consecuencias de los actos realizados; la ética como el conjunto de normas morales que regulan la conducta y las relaciones humanas; el pluralismo político como la convivencia de diferentes doctrinas políticas respetuosas de la democracia”… Y pensar que para llegar a este hermoso escenario sólo se necesita decisión y acción, porque la entrada es completamente gratis…
/