AD y COPEI deben resucitar
(1) El PCV es uno de los responsables de todo lo bueno y todo lo malo que ocurrió durante las cuatro décadas de la era democrática de Venezuela.
Sus dirigentes de aquella época murieron, salvo los que estén por morir.
Los dirigentes de AD y COPEI de la misma época también murieron o están por morir.
(2) El PCV nunca murió y además se desdoblo en MIR, MAS de adentro en el presente régimen y MAS de afuera, junto a otros micropartido que como todos aquellos, los principales, hacen de las suyas dentro del ámbito político del país al que no solo pertenecen por haber sabido metérsele, sino porque AD y COPEI les dejaron un vacio inmerecido y muy costoso para el país. Pero no es hora para adjetivos porque continua siendo la hora -larga hora- de espera por lo substancial.
(3) Los planteamientos doctrinarios y aun los de las plataformas básicas de AD y COPEI siguen siendo validos (no solo para Venezuela) y la organización de sus cuadros es una tarea fácil, además de que muy probablemente en cada caserío, pueblo y ciudad del país hay gente lista para enrolarse y actuar en su favor. No esta demás recalcar que esas gentes no son amedrentables.
(4) Pero es imprescindible recordar que la gente sabe actuar cuando tiene no solo necesidad de pertenecer a una causa sino que además sienta que pertenece a esa causa. El motor de su acción es esa pertenencia. Los partidos que se han improvisado durante la presente década no tienen virtualmente la posibilidad de satisfacer esa necesidad de pertenencia.
Esto es demostrable.
(5) En cuanto a la dirigencia, es esencial no equivocarse. Así como quienes están cambiando de montura en su paso de regreso deben abstenerse de lanzar su propia candidatura para TODO cargo de elección y limitarse cuando más a apoyar a quienes gustosamente los reciben (decir:
voten por mi porque yo ya no soy chavista -eso- es muy fácil) asimismo, quienes asuman la responsabilidad de lograr el renacimiento de AD y COPEI deben permitir que su respectivo candidato presidencial sea elegido por el voto de la militancia para que participe en las primarias que organice la MUD con el fin de lograr un candidato presidencial de unidad frente al oficialismo.
(6-a) Soy de los que creen que tratar de desacreditar lo que ocurrió durante las cuatro décadas de la era democrática solo es un ejercicio de insolencia contra la verdad histórica, porque esa era genero civismo, vida política partidista de máxima cabida, educación masiva gratuita de calidad y enorme y visible progreso. Hizo falta más tiempo para poder satisfacer a muchos necesitados. A quien le falla la memoria hay que recordarle que ese enorme empuje lleno de realizaciones de avanzada no pudo haberse hecho antes porque en la primera década de esa era el planeta entero apenas estaba saliendo de la 2a. y mayor guerra mundial (y ya estaba metiéndose en la posible 3a.). Poco después empezó el gran flujo internacional de cooperación para el desarrollo. Esa enorme labor de nuestra era democrática fue de vital importancia y no debe olvidarse y mucho menos subestimarse. Los errores cometidos son repudiables y muy puntuales, pero los falsos críticos no son capaces de puntualizarlos y no pocas veces solo generalizan sin fundamentos. Pero además esa pose de santo que no acepta fallas es irrealista, hipócrita y desacredita a quienes así acusan.
(6-b) Esa insolencia es de un cinismo extremo porque acusa lamentables fallas de ese comienzo difícil de trajín democrático, pero solo para ocultar iguales y peores fallas de la década actual. No solo eso, sino que es un ejemplo grueso de insensatez porque la acusación abarca a toda la militancia y simpatizantes -justos y pecadores- de ambos partidos.
Esa es la punzada mas venenosa porque conduce a la situación de no pertenencia. Esa pertenencia es lo que el régimen desea evitar a toda costa a fin de borrar a esos dos partidos.
(6-c) No se trata de lagrimas de cocodrilo ni sentimentalismo pueril si se hace énfasis en que la gente de todo país quiere las cosas de ese país, especialmente las que le han costado sacrificios de lucha por su progreso y perder esas cosas no es fácil y si hay que perderlas el país debe recibir las explicaciones que correspondan. En el caso de los partidos AD y COPEI fue mucha las angustias de muchas gentes que se desvivieron y se inmolaron por formar esos partidos, desarollarlos y hacerlos viables y fructíferos en beneficio de Venezuela. Esto no puede ser objeto de explicaciones ligeras. Esos partidos han sido muy caros para el país y el país debe recibir explicación de por que se les deja extinguir. Soy de los que cree que en esta década esos partidos fueron relegados a un receso temporal por sabiduría y prudencia. Es hora de volver por sus fueros con el vigor que este país sabe ejercer en sus mejores momentos.
(7-a) Aquí es inevitable hacer referencia a CAP. El fue uno de los culpables del más craso error de la era democrática, que fue la inclusión de la norma constitucional que permitió la reelección del presidente. Fue doblemente culpable por ello y porque el se hizo reelegir. La viveza criolla salió por la culata y no le costó a Venezuela un ojo de la cara. Le costó la cara entera. Así se permitió la posibilidad de elegir a solo 10 presidentes en un siglo en vez del doble, aparte de lo que trajo la presente década.
(7-b) Desgraciadamente, personas del ambiente político, incluso dirigentes de oposición, han argumentado, y por escrito, sobre la posibilidad de reelección del actual presidente.
(7-c) Soy de los que cree que el país no puede volver a la normalidad a menos que la gente sienta que la decisión sobre reelección o no reelección solo puede ser adoptada por la mayoría de la población votante del país. La gente necesita saber que su presidente fue elegido por la gente misma. Ese convencimiento renovara la tranquilidad, la conformidad con la realidad, aunque no satisfaga las aspiraciones de bienestar. Esa conformidad no se lograra si la gente cree que se le está imponiendo un mandón, por muy regalón que sea. Pero aun estando conforme seguirá rogando y con el mazo dando. Que de eso no haya duda.
(7-d) Y como la gente quiere elegir a su mandatario, hay que permitir la reelección mediante un proceso electoral transparente que solo se logra si se elimina el voto secreto.
Volvamos a la normalidad, votemos por quien queramos y aceptemos a quien la mayoría de votantes favorezca con su voto. Eso es ejercicio de soberanía.
(8) Y el renacimiento de AD y COPEI significa aumento de vigor para la MUD. El renacimiento además de factible es fácil de realizar aun si implica trepidación que puede evitarse o reducirse sin consecuencias sobre alguno de los nuevos partidos. El ingreso de AD y COPEI a la MUD no podría ser sino un palo cochinero, con verbena y todo. Adelante que pa’tras espantan!
(9) Para no darle pábulos al avestruz, cabe agregar que si hay gentes que solo quieren votar pero en secreto, no están listas para la lucha sino para la locha y no merecen que otros den por ellos ni la lucha ni la locha.