Chávez: esperando al “Turco”

No tuvo tiempo Chávez de celebrar el anuncio formulado el jueves por Juan Manuel Santos en la Casa Blanca a Barack Obama de “que Walid Makled sería extraditado a Venezuela y no Estados Unidos”, porque desde tempranas horas de la mañana empezó a recibir reportes de que uno a uno, hasta 17 estados de la república, fueron quedándose sin luz eléctrica.

O sea, que regresaba el fantasma de los apagones, el mismo que él por lo menos en 10 cadenas de radio y televisión “decretó” pulverizado en el último trimestre del 2010, proclamando, de paso, la invencibilidad de la revolución y el socialismo a la hora de enfrentar la conspiración natural que también se conoce como “fenómeno del Niño” y de elogiar al recién nombrado ministro de Energía Eléctrica, Alí Rodríguez, como un funcionario cuyas capacidades eran difíciles de encontrar en este u otros continentes.

Sin embargo, era el propio, Alí Rodríguez, quien le informaba “que por exceso de consumo” habían colapsado las redes de generación y trasmisión en los Andes, y en casi todos los estados llaneros, orientales, sureños, y en Miranda, Aragua, Carabobo y Lara.

“¿Exceso de consumo Alí?” respondió Chávez. “¿Pero cómo va a haber “exceso de consumo” en regiones y estados donde se acabaron las industrias, el comercio está cada vez más reducido, lo que crece es la buhonería que usa poca o ninguna luz, la clase media se está mudando a los barrios, o al exterior y tu vienes a decirme que “por exceso de consumo” regresaron los apagones. ¡No me jodas! A menos que “importar” consuma más energía que “producir” y ahí si es verdad que vamos a reinventar la economía. Convoca inmediatamente una cadena y échale la culpa a otra iguana, a la morrocoya de Rosa Inés, al tsunami de Japón o a un incendio. Pero “al exceso de consumo…” y le cortó la llamada.

Pero no tardó mucho sin que volviera a repicar el Blackberry: era la ministra de Salud, Eugenia Sader, para decirle que la huelga “de sangre” de los enfermeros continuaba, que otros 3 se habían sumado y que amenazaban con llegar hasta el fin”

“¿Y cuál es el fin?” preguntó Chávez y sin esperar respuesta le aconsejó: “Ministra, toreé eso como pueda. Yo lo que puedo es ofrecerles el aumento del salario mínimo que estoy a punto de decretar. No se puede acostumbrar a los trabajadores a aumentarles el sueldo cada vez que hagan una huelga de hambre, se corten un dedo o se cosan los labios. Eso sería el fin de la revolución. Los cubanos ganan 18 dólares mensuales desde hace 50 años y no se quejan. Y a propósito ¿cómo va la gripe, se aplacó o no? Dígame la verdad y no me venga con el cuento de Alí Rodríguez de que habíamos resuelto la crisis eléctrica y parece que ahora es cuando hay apagones pa rato. Usted sabe: lo de las medias verdades, o medias mentiras, debe ser para el público, pero para nosotros es imprescindible saber lo que está pasando”.

“Pues de verdad, presidente” tartamudeó Sader “el brote se ha aplacado bastante en Mérida, pero todavía siguen reportándose casos en Carabobo, Aragua, Miranda, Guárico, yo creo que un anuncio…

Pero sonó otro de los BB del presidente, identificó al interlocutor y después de “¡un espérate!” le dijo a la doctora: “Ministra, la llamo o me llama más tarde. Tengo una llamada de Washington. Muy importante. Hasta luego: “¡Patria, Socialismo o Muerte¡”

Era el embajador en la OEA y diputado del Parlatino, Roy Chaderton, con la noticia que más había esperado Chávez en los últimos meses: “Sí, presidente, me lo acaba de confirmar el mismo. En la reunión sobre el plan para que Obama lleve el tratado al Congreso, Santos, como por no dejar, le dijo que había decidido extraditar a Makled a Venezuela. El negrito le comentó: ”Ok, Mr President. That’s all right. This is a mater of yours. In fast, we were not so interested”…¿Entendió presidente?

“Un carajo. Tradúcemelo al español, pero al ‘español llanero’ que tú también hablas porque eres de Barinas”.

“Jajaja” contestó Chaderton. “Usted si tiene cosas, presidente. Le traduzco, aunque mi español-llanero no es muy bueno. Dijo Obama: ‘Está bien presidente. Ese es un asunto de ustedes. En verdad, no estábamos tan interesados”.

“No me falló el Cachaco” respondió Chávez como hablando consigo mismo. “No hay duda que es un hombre de palabra. Aunque una y otra vez tengo que preguntarme: ¿Qué se traerá entre manos? ¿Sustituir la legislación de la CAN para el comercio bilateral por la de la ALADI? ¿Y si quiere una propia, una más ventajosa para Colombia?

¿Y si, adicionalmente, pide más garantías, más pruebas, de que a las FARC y al ELN no les queda ni un cambuche en territorio venezolano? ¿Y si la cosa viene por el Golfo, por la firma del acuerdo de solución del diferendo con la propuesta de cesión del 10 por ciento de las aguas del lago que es la que más agrada a los halcones santanderianos? Quién sabe, pero esta gente, y en especial Santos, es muy ambiciosa, lo quieren todo. Se ve que no conocen a los llaneros, que ofrecen mucho, y dan poco… muy poco…

Pero volvió a sonar otro BB, ahora con el ringtone de “alarma, urgente”, Chávez ni se despidió de Chaderton, atendió la llamada, y según oía lo que oía, fue frunciéndosele el ceño, desorbitándosele los ojos, inflándosele los carrillos, prendiéndosele el rostro, hasta que explotó:
“Pero general… ¡cómo me echan esa vaina!… ¿Una manifestación de refugiados y en el Valle, frente a Fuerte Tiuna, y amenazando con entrar e ir a protestar al cuartel. ¿Pero usted sabe lo que eso significa para los soldados y los damnificados que están en el Fuerte? Pues que este gobierno y esta revolución no sirven pa un carajo y su presidente y líder no es sino un hablador de pendejadas. ¿Pero no habíamos quedado que ahí, que en ese refugio, no podía faltar nada, que debía ser una tazita de plata.

¿Cómo que desde hacía una semana no les recogían la basura, ni les llevaban agua, medicinas, ni comida? No, hermano, así no se puede. Bueno, lo de las casas tarda, una urbanización de 100 viviendas, por más precarias que sean, no salen de la nada, ni en menos de 3 meses. Claro que el plan está atrasado, muy atrasado. Pero cómo no va a estarlo si no hay plata, cemento, cabillas, bloques, albañiles, ni obreros, porque desde que se inventaron las misiones, no se encuentran ni pa remedio. Paren como sea esa manifestación, que no se acerque a Fuerte Tiuna. Ah, y muy importante: y no dejen que se asomen periodistas de ningún medio, país o continente, y si aparecen métanlos presos, y no importan que sean de periódicos, canales o emisoras que se dicen amigas del gobierno.
La orden es: “No medios”.
Y aquí Chávez apagó el BB, dejó al general diciendo: “Aló, aló”. Pero hizo más: apagó los 5 BB de última generación con que acostumbra seguir el on line de la actualidad noticiosa del paìs. Uno a uno. Se recostó de uno de los sillones del despacho presidencial y los pensamientos que le fluyeron fueron como acciones, piedras y cañonazos que volvieron a arrugarle la cara:
“En realidad, como que hubiera sido preferible que Santos no nos entregara el turco: sería el pretexto perfecto para estar 3 o 4 meses despotricando del Cachaco, de Obama, del gobierno colombiano y del gringo y preparándonos para otra guerra que todo el mundo sabe que es de propaganda, pero que nadie deja de hablar de ella.

Y adiós gripe AHINI, viviendas para los refugiados, enfermeros desangrándose, inflación, desabastecimiento, inseguridad, huecos en las carreteras, equipos en los hospitales, y presupuestos para las universidades. Nada de eso porque estamos en guerra. Yo creo que quien ha resultado un maestro en el truquito ha sido el indio Evo, que tiene a los bolivianos en pie de guerra para recuperar la salida al mar en una confrontación con Chile. Hágame usted el favor.

Pero no hay que impacientarse, que en algo tiene que dejar de sonarle la flauta al Cachaco y ahí estoy yo para acusarlo de traidor, movilizar a todo el país y prepararme para ganar las elecciones del 2012. Ah, se me olvidaba, tengo que llamar Alí para que renuncie al ministerio de Energía Eléctrica y se ponga al frente del ministerio de Vivienda y Habitat. Será un superministerio. Ese Farruco Sesto no sirve pa un carajo”