Desde el Táchira
Como todos los años para esta época, estamos en San Cristóbal desde el miércoles. Se trata de las celebraciones patronales en honor a San Sebastián y de la LV Feria Agropecuaria organizada por la Asociación de Ganaderos del Táchira (ASOGATA). En conjunto, las verdaderas fuerzas motrices de la región dejaron constancia de su empuje, de una admirable capacidad de trabajo para superar las dificultades en medio del abandono y hasta hostilidad del gobierno nacional en contra de cuanto significa progreso dependiente del sector privado. Sentimos un sólido respaldo hacia el gobernador César Pérez Vivas. Se mantiene al frente de sus responsabilidades, a pesar de las carencias presupuestarias y del saboteo escandaloso del gobierno central. Pérez Vivas lo está haciendo bien. Nuestro respeto y solidaridad.
Estuve en el Municipio Michelena al cual me siento vinculado desde hace algún tiempo. El Alcalde, doctor Fernando Andrade, me impuso la condecoración “Escudo de la Ciudad”, en una estupenda reunión con los distintos sectores. Allá intercambiamos opiniones sobre la dura situación local, regional y nacional particularmente referida a los productores agropecuarios. Ratificamos nuestras propuestas sobre la eliminación del Instituto Nacional de Tierras (INTI) y sobre la municipalización del régimen de tenencia de la tierra. El municipio es la mejor instancia para conocer la verdadera vocación de las tierras bajo su jurisdicción, a los legítimos propietarios, poseedores o pisatarios de las mismas. También a las bandas hamponoides que promueven y ejecutan invasiones, robos y atentados contra la seguridad de personas y bienes. Este joven Alcalde se proyecta como otra de las grandes promesas del estado.
Al día siguiente de nuestra llegada, es decir, el jueves a eso de las ocho de la mañana, un comando fuertemente armado, granadas incluidas, asaltó la casa del Dr. Néstor Solano, donde normalmente nos hospedamos mi señora en San Cristóbal. Sólo estábamos los dos matrimonios preparándonos para atender una rueda de prensa convocada para las diez de la mañana. Fuimos despojados de nuestras pertenencias personales. El cuarto mío fue revisado minuciosa y desordenadamente, igual el de los anfitriones. Más allá de lo estrictamente personal no robaron nada de valor en la residencia, ni revisaron la planta baja, donde retuvieron a los otros tres. Yo fui forzado a permanecer en el cuarto. Se llevaron mi maletín de trabajo, la mini computadora portátil, dos pendrives, una libreta de anotaciones, el blackberry y otro celular normal afirmando que todo lo devolverían muy pronto. Apuntándome a la cabeza me dijeron que no hiciéramos nada a la salida de ellos porque la calle estaba vigilada y tomada. Huyeron en un lujoso carro con motorizado y todo que esperaba en la esquina de la calle ciega. Agradezco la activa preocupación del gobernador, los cuerpos de seguridad del estado y del CICPC, pero……!!!