Fernando Pessoa (1888-1935)
LA VOZ DEL RENOVADOR DE LA LITERATURA PORTUGUESA
El poeta portugués Fernando Pessoa es, sin duda, el gran renovador de la literatura portuguesa contemporánea, uno de los introductores en Portugal de los movimientos de vanguardia, y uno de los nombres claves en la poesía universal de nuestro tiempo, cuyo prestigio se ha acrecentado progresivamente con los años. Encuadrado en el movimiento general del Modernismo europeo, trata de expresar con un nuevo lenguaje el atormentado mundo interior del artista al ver quebrarse los seguros conceptos tradicionales. En este sentido, su poesía se crea entre sentimientos de vértigo y soledad, se desgarra entre lo racional y lo irracional, entre la tradición y la modernidad, y se muestra como uno de los testigos más representativos de la crisis del hombre actual. El poeta Ildefonso-Manuel Gil fue uno de los primeros introductores de la obra de Fernando Pessoa en España.
La compleja personalidad de Fernando Pessoa se esconde tras varios heterónimos. A partir de 1914 comenzaron a cobrar vida sus heterónimos, personajes ficticios a los que el poeta atribuye la mayor parte de su obra, respondiendo a lo que denomina “poder de despersonalización”. Estos heterónimos, que no se identifican ni con la vida ni con el conjunto de las ideas de su autor, sino que tienen cada uno personalidad y estilo propios, serán, entre otros, el antimetafísico “Alberto Caeiro”, maestro de los demás; “Alvaro de Campos”, modernista y luego futurista, y “Ricardo Reis”, de formación clásica y poética horaciana. Pessoa llevó una vida solitaria; no supo conciliar su capacidad para las relaciones públicas, como animador de tertulias y debates y fundador de revistas, con las sentimentales. Esta especie de indefensión se proyecta sobre su extraordinaria poesía, soberbia y humilde a la vez.
Fernando António Nogueira Pessoa nació en Lisboa, el 13 de junio de 1888 y falleció en la misma ciudad el 30 de noviembre de 1935. Residió desde 1895 en Durbán (África del Sur) donde su padrastro era cónsul de Portugal. Inició los estudios de Derecho en la Universidad de El Cabo. Regresó a Lisboa en 1905. Tras unas primeras tentativas poéticas en inglés, en 1910, plenamente incorporado a su país, su cultura y su idioma, fundó la revista literaria A Águia, de inspiración patriótica y centro de la “renascença” portuguesa.
En vida sólo publicó –fuera de las revistas- algunos de sus textos en inglés y Mensaje (1934). Sin embargo, su magisterio sobre la poesía portuguesa fue decisivo a través de sus escritos en las publicaciones, Contemporanea, Atenía, Presença y, sobre todo, Orpheu, órgano de la vanguardia literaria portuguesa. Después de su muerte fue reunida su obra poética: Poesía de Fernando Pessoa (1942), Poesías de Álvaro de Campos (1944), Poemas de Alberto Caeiro (1946), Odas de Ricardo Reis (1946), el mencionado Mensaje, y, en 1955-1956, Poemas dramáticos, dos tomos de Poesías inéditas y Cuadros al gusto popular. Su obra en prosa ha sido recogida bajo los títulos Páginas íntimas de autointerpretación (1966), Páginas de estética y de teoría y crítica literarias (1967) y Textos filosóficos (1968). En 1982 apareció El libro del desasosiego, anotaciones realizadas desde 1912 que Pessoa atribuye a veces a Bernardo Soares y otras a sí mismo. Y como dijo el poeta portugués: “Si, después que yo muera, se quisiera escribir mi biografía, / nada sería más simple. / Exactamente poseo dos fechas –la de mi nacimiento y la de la muerte. / Entre una y otra todos los días me / pertenecen”.