Graham Greene (1904-1991)
LA VOZ DEL MÁRTIR DE LA ESPERANZA
Graham Greene es uno de los mejores y más conocidos novelitas británicos contemporáneos. Autor de numerosas novelas, ha obtenido una gran popularidad y un gran éxito de ventas. Sus obras han sido traducidas a muchos idiomas. Un número considerable de sus novelas han pasado al cine. Su producción narrativa es muy desigual, aunque ha escrito novelas de indudable calidad. Según él, sus novelas se dividen en “entretenimiento” y “novelas serias”. Entre las primeras sobresalen un grupo que se halla entre el género policíaco y el de aventuras, abundando las narraciones de espionaje. Greene sabe mantener el interés por la lectura, con lo que se demuestra su maestría narrativa.
Su conversión al catolicismo ocurrida en 1926, se refleja en casi toda su obra en un intento de introducir en la novela inglesa el sentido religioso. Sus personajes a menudo están sumidos en la búsqueda de una paz que frecuentemente solo en la muerte. La influencia de la tradición literaria católica francesa de autores como Bernanos o Mauriac, se hace patente en la importancia dada a los problemas de conciencia. Charles Moeller llama a Greene “el mártir de la esperanza”, por encima de la obsesión del pecado presente en todas partes.
El narrador y dramaturgo Graham Greene nació en Berkhamsted el 2 de octubre de 1904 y falleció en Vevey, Suiza, el 3 de abril de 1991. Estudia en el colegio que dirige su padre. Una temporada acude a la Universidad de Oxford. Fue redactor del periódico The Times y director literario de The Espectator. Aunque de formación calvinista se convierte al catolicismo (1926). En 1927 se casa con Vivien Dayrell-Browning, también convertida al catolicismo. Greene estudia Teología. Viaja por Europa y América. Trabaja en el Foreing Office desde 1941 a 1944. En visita oficial permanece dos años en África occidental. A partir de 1948 vive con Catherine Walston, pero sin romper su matrimonio. En 1966 se instala en la Riviera francesa.
Autor del guión de El tercer hombre, de Orson Welles y Carol Reed, en sus novelas teñidas de una sutil ironía, son frecuentes los argumentos policíacos y de espionaje. Entre sus novelas citaremos: Historia de una cobardía (1929), Rumor a la caída de la tarde (1931), Orient Express (1932), Brighton, parque de atracciones (1938), El poder y la gloria (1940), una de sus mejores obras, ambientada en la revolución mexicana, el protagonista, un sacerdote alcoholizado y amante de los placeres carnales, no abandona su sagrado ministerio, incluso con riesgo de su propia vida; El revés de la trama, El ídolo caído (1948), El tercer hombre (1950), El fin de la aventura (1951), Un ocaso acabado (1961), El americano impasible (1965), Los comediantes (1966), Viajes con mi tía (1969), El cónsul honorario (1973), El mono de lord Rochester (1974), El factor humano (1978), El doctor Fisher en Ginebra (1980), Monseñor Quixote (1982) y El capitán y el enemigo (1988); y entre sus obras de teatro: El cuarto de estar (1953), El cobertizo del jardín (1957), El paria (1963) y Tallando una estatua (1964). Ha sido autor además de Ensayos escogidos (1969), el relato de viajes En busca de una personaje: dos diarios africanos (1961), y los libros de memorias: Una especie vida (1971) y Vías de salvación (1980). En 1985 se publicó la novela inédita El décimo hombre, escrita al acabar la segunda guerra mundial, y en 1992, apareció en edición póstuma su libro de recuerdos Un mundo propio: diario soñado. Y como dijo el gran escritor británico: “Nunca llegamos a hacernos a la idea de que contamos menos para los demás de lo que ellos cuentan para nosotros”.