Italo Calvino (1923-1985)
LA VOZ DEL REALISMO MÁGICO
Italo Calvino fue una figura clave en el debate cultural de la posguerra, sobre todo con sus reflexiones sobre la escritura. Durante algunos años su obra alterna un plano realista puro con otros de ficción fabulosa. En sus novelas combina el realismo y la crítica social con elementos fantásticos, fabulosos y alegóricos, partiendo de un tiempo pasado y eternizando la condición humana que hace al hombre moderno sufrir, pensar, hacer y amar. A partir de 1952 ambos planos se confunden, adquiriendo una nueva dimensión narrativa en donde realismo y fantasía conforman un mundo nuevo, irónico, que, sin perder los asideros reales, se eleva a la concepción poética, cimentando su fama de novelista “fantástico” a la vez que realista, dando lugar a una nueva suerte de “realismo mágico”.
El escritor italiano Italo Calvino nació en Santiago de las Vegas, Cuba, el 15 de octubre de 1923 y falleció el 19 de septiembre de 1985 en Siena, Italia. Hijo de una familia italiana que trabajaba en Cuba dirigiendo una estación experimental de agronomía, a los dos años de edad, marchó a San Remo con su familia. Estudió en la facultad de agronomía de la Universidad de Turín, en la que su padre era profesor de agricultura tropical. Tuvo que interrumpir sus estudios al iniciarse la Segunda Guerra Mundial, siendo llamado al servicio militar por la República Social Italiana, desertando y uniéndose a la Brigadas Partisanas Garibaldi, luchando contra los nazis. Finalizada la contienda se licenció en letras en la Universidad de Turín. Fue colaborador de varios periódicos y revistas. Fue miembro del Partido Comunista Italiano hasta 1957. En 1964 realizó un viaje a Cuba, donde contrajo matrimonio con la argentina Esther Judit Singer, Chichita.
Su primera novela El sendero de los nidos de araña (1946), crítica a la democracia cristiana y evocación de su participación en la resistencia. Entre sus principales obras se pueden citar: la trilogía Nuestros antepasados, considerada su obra cumbre y compuesta por El vizconde demediado (1952), El barón rampante (1957) y El caballero inexistente (1959), La entrada en guerra (1954), Marcovaldo (1963), para niños, Las ciudades invisibles (1972), El castillo de los destinos cruzados (1973), Si una noche de invierno un viajero (1980), Punto y aparte (1983), Los amores difíciles y Palomar (1983), su última obra, de carácter autobiográfico. En 1956 publicó una transcripción de cuentos de todas las regiones italianas con el título de Cuentos italianos. Escribió también un ensayo ¿Por qué leer a los clásicos? Después de su muerte fueron publicadas las Seis propuestas para el próximo milenio, recopilación de ensayos sobre literatura de gran claridad y lucidez. Y como dijo el escritor italiano: “El arte de escribir historias está en saber sacar de lo poco que se ha comprendido de la vida todo lo demás; pero acabada la página se reanuda la vida y uno se da cuenta de que lo que sabía es muy poco”.