A Alejandro Casona
Fue uno de los autores teatrales españoles con mayor éxito de público en el siglo XX, perteneció a la Generación del 27, en él resuman las influencias del Modernismo con marcadas influencias de Rubén Darío y Federico García Lorca. Nació en Madrid en 1903. Sus obras fueron una mixtura entre lo poético y lo real que gustó tanto a los auditorios, porque les proporcionaba la sensación de presenciar hechos reales, cosas que podrían suceder, transportados a un ambiente natural con un lenguaje que dignificaba al hombre. Es notable la fuga de la realidad que Casona pretendió en cada una de sus obras. Expresaba: el mundo en que vivimos es bajo e imperfecto, lleno de vilezas y crueldades, y el hombre, que lo ha hecho, extrañamente es su creador y su victima. Casona en “La Tercera Palabra” refiere a un hombre sano y fuerte, sin malicia y sin tratados tontos que hubiera vivido en contacto directo con la naturaleza, que fuera bueno, inteligente y culto…Su obra más realista fue “Las tres perfectas casadas”, logrando que un personaje cínico y supuestamente malvado fuera capaz de afrontar la muerte por un amor desgraciado, al cual se aviene apasionadamente fiel toda la vida. El amor constituye el tema central.
Empezó su vida literaria como poeta con la “Flauta del sapo” publicado en 1937 en México pero su verdadera disposición fue el teatro. “Otra vez el diablo” triunfante obra, lo llevó a la compañía de Pepita Díaz. Más tarde de este reconocimiento, Casona era celebrado y elevado al máximo con “Nuestra Natacha” en ella retrató el argumento de Natacha, donde se encuentran personajes de la Escuela Superior del Magisterio de Madrid. Este escritor teatral comenzó como maestro y pedagogo, fue premio nacional de literatura en España, concedido por su libro dedicado a los niños “Flor de Leyenda” donde sin perder la poesía, pone las leyendas más hermosas de la humanidad a la disposición de los infantes.
Tiempo después, durante la Republica, fue nombrado director del Teatro de las Misiones Pedagógicas, cargo que ocupó hasta que revienta la guerra civil española. Esas Misiones fueron una experiencia fructífera del gobierno republicano con la participación de todos los grupos teatrales del momento, aunque Ortega Y Gasset pensará que el teatro había muerto como espectáculo y que no tenía mas remedio que aceptar y promover la expresión más afín con la sensibilidad y la mentalidad moderna: el Music hall. No se hizo esperar la reacción del Valle-Inclan y Cipriano de Rivas, quienes fundaron un grupo experimental que se llamó El mirlo blanco, grupo que fue disuelto por disposición del gobierno de Primo de Rivera. Fueron los tiempos de los grandes grupos en España, donde Casona también tuvo el suyo. Con el gobierno republicano Casona los retomó y proyectó. Luego, la compañía de Pepita Díaz y Collado conocedora de los triunfos de Casona con “La Sirena varada” y “Nuestra Natacha” y viendo el comienzo de la guerra civil, lo atrae para viajar a América, como Director de la agrupación estuvo en La Habana y luego pasó a México donde se representaron sus piezas teatrales y una de sus mas excelsas obras “Prohibido suicidarse en primavera”. Pero la guerra civil española continuaba y el subsidio de la República se suspendió. Estando en México la Compañía se disuelve y los autores se dividieron, integrándose algunos a las sociedades mexicanas y otros partiendo a países suramericano. Casona paso una larga temporada en México como huésped de Don Carlos Prieto para luego marchar a la Argentina, donde se reunió a las figuras principales de la disuelta compañía. Al poco tiempo llegó como refugiada la relevante Margarita Xirgu, en quien encontró Casona la representante perfecta para “La dama del alba” estrenada en la ciudad austral triunfantemente.
Pronto se sumaron otros éxitos como “Los árboles mueren de pie”. Sus piezas fueron llevadas a México, viendo el teatro Fábregas una de sus últimas y más espléndidas temporadas. Casona en España fue a parar a la cárcel franquista, largos años de prisión asido a sus creencias republicanas. Cuando salió quiso hacerle un homenaje a Garcia Lorca con “La casa de Bernarda Alba” y “La dama del Alba”, pero las restricciones franquistas no lo permitieron y Casona y la familia García Lorca desistieron. El Casona trashumante conoció gran parte de la América y estuvo radicado en Argentina, murió en su Madrid natal el 17 de septiembre de 1965