Porqué votar el 7-O (por Capriles Radonski)
A diferencia del pasado o de otras sociedades que todavía no disfrutan de democracia los problemas se dirimen con sangren, guerra, conflicto. De tal manera que todos los ciudadanos estamos obligados por una ética mínima, por un principio elemental como demócratas no sólo a defender a la democracia, sus principios, sus elementos fundantes, sino además, los ciudadanos estamos obligados a emplear en el mejor de los caso y términos el voto para premiar, castigar o sencillamente cambiar a una determinada autoridad y gobierno.
En segundo término y ya vinculándonos a la Venezuela contemporánea, le recordaremos a todos los venezolanos y compatriotas sin excepción, que en el pasado cercano los ciudadanos y particularmente un sector importante y numeroso del país, por las razones justificadas o injustificadas, validas o no, legitimas o ilegitimas, castigo si cabe a hablar a los gobiernos etiquetados o llamados de la cuarta república, primero al elegir paradójicamente a un fundador de la democracia con un discurso antipartido y de cambio como fue Caldera en 1993 y posteriormente al elegir aquel domingo 6 de diciembre de 1998 al presidente Chávez.
Porqué si justamente la gente optó por un cambio y uso su voto para castigar la incapacidad, la ineficiencia y la corrupción y darle la oportunidad al cambio, los venezolanos hoy catorce años después sumergidos en una terrible crisis y caos en todos los órdenes, hoy no podemos emplear la misma arma democrática como es el voto para salir de este nefasto gobierno y optar por un cambio ese mismo cambio que no pudo materializar el presidente Chávez porque extravió el camino, perdió el contacto con la gente y hoy los problemas que motivaron a los venezolanos a votar por Chávez son los mismos problemas que hoy padecemos, algunos muy radicalizados y agravados y por eso esos mismos venezolanos votaran por Capriles Radonski.
Sin embargo vale la pena preguntarnos realmente porqué votar por Henrique Capriles Radonski y la interrogante tiene muchas aristas respuestas. En mi opinión sobresalen diez razones de peso. Primero, no cabe la menor duda que representa un cambio; Segundo, es la expresión de un liderazgo joven, entusiasta y prometedor; Tercero, es un hombre con experiencia política primero como diputado al Congreso Nacional, luego alcalde de Baruta, posteriormente gobernador del Estado Miranda, y con el favor de Dios y el apoyo de los venezolanos será Presidente de la República; Cuarto, es expresión y garantía del federalismo y la descentralización político administrativa; Quinto, su programa de gobierno es viable, ajustado a las necesidades del país y fundamentalmente a una Venezuela del siglo XXI; Sexto, su visión de la política es fundamentalmente una actividad noble y de servicio público; Séptimo, tiene una visión y mirada moderna de la economía, del papel clave de la productividad y la educación, el esfuerzo, el trabajo, la inversión y el emprendimiento; Octavo, está consciente que la salud, la educación, la seguridad, la economía , el manejo de las industrias básicas y la propia PDVSA o el Banco Central de Venezuela, no pueden ideologizarse o manejarse con una visión atrasada y en algunos caso irresponsable como se hizo en esta década, sino que obedecen y requieren de un marco y visión gerencial, seria, responsable; Noveno, sabe que el país, la economía y la sociedad venezolana requieren de un cambio, sacrificios, solidos programas y un trabajo de todos los venezolanos y sectores; Decimo, Capriles Radonski no sólo mantendrá las misiones sino está comprometido a su rediseño, optimización y por sobre todo a producir políticas públicas acertadas y la puesta en marcha de programas como Hecho en Venezuela, el Segundo Empleo o Venezuela segura. No desaprovechemos la oportunidad histórica que tenemos el domingo 7 de octubre para cambiar. Hay un camino.
(*) Profesor de la Universidad de Los Andes