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El petróleo viene de la luna nueva novela de Gustavo Coronel

En los próximos días estará en Caracas mi novela: El Petróleo viene de la Luna. Podrá ser adquirida a través del Sr. Elio Ohep, el editor de www.petroleumworld.com , cuya dirección eléctronica es [email protected]. Otra parte de la edición está en camino hacia USA, donde yo la podré distribuir directamente a quienes estén interesados. Quienes estén en los Estados Unidos o cualquier otro país, excepto Venezuela, y deseén tenerla, por favor escribirme a [email protected] y se la enviaré tan pronto me haya llegado, lo cual estimo será en las próximas semanas.

Es un volumen de 371 páginas, bellamente editado en Bogotá. La edición fue posible gracias a la generosidad y empeño de los ingenieros José Francisco Arata, Luis Pacheco y Gustavo Inciarte (QEPD), quienes pensaron que este testimonio debía salir a la luz pública.
El título podrá parecer extraño a quienes no son petroleros, pero no lo será para quienes saben que el grueso del petróleo venezolano fue formado en las bellas rocas de edad cretácica que se agrupan bajo el nombre de formación La Luna. Los geólogos clasifican las rocas dándoles nombres de Grupos, Formaciones o Miembros, asignándoles la edad geológica en base a sus contenidos de los restos animales o vegetales fósiles. La Formación La Luna fue llamada así por haber sido descrita por primera vez en la Quebrada La Luna, en la Sierra de Perijá.

Yo siempre quise escribir una novela del petróleo venezolano. Por supuesto no pretendo que esta sea LA novela del petróleo venezolano porque no soy un novelista pero si creo haber lanzado una «primera piedra» en esto de escribir novelas del petróleo en Venezuela, a diferencia de novelas alrededor del petróleo, Esa iniciativa es el único mérito que me quiero atribuír. Lo demás lo juzgarán quienes la lean.

Quise escribirla en varios niveles: es ficción pero es también historia . Trata de ser didáctica, al describir aspectos de la vida en la industria petrolera que no son de circulación frecuente. Es también un análisis político sobre una etapa importante de la industria petrolera y de la sociedad venezolana. Creo que puede ayudar a llenar la laguna existente en el conocimiento de lo acontecido en la industria petrolera en la etapa 1950-2000.

La novela tiene 20 capítulos que hablan del proceso de formación de un geólogo, sus tareas, su conversión en gerente, el gran debate petrolero de los año 70, el papel de los técnicos petroleros en ese debate, la nacionalización, el proceso interno de formación de PDVSA, las pugnas ideológicas, los triunfos y los fracasos. Describo la vida en el medio rural venezolano de la época y la maravillosa gente del medio rural venezolano y de las pequeñas poblaciones de provincia que tanto llegué a amar. Mezclo personajes de ficción con personajes de la vida real. Lo que puedo garantizar es que todo lo que pongo en boca de los personajes de la vida real es absolutamente verídico, no hay allí nada inventado. Hay personajes y situaciones que son imaginarias pero el lector no tendrá problema alguno en poder diferenciarlas de las situaciones y personajes reales. Hablo de héroes y de villanos, por supuesto desde mi perspectiva personal, porque no pretendo ser el gran juez de lo acontecido. Muchos de esos héroes y villanos están aún en la palestra pública venezolana.
Es una novela del petróleo contada por alguien que ha vivido dentro de la casa, viendo hacia afuera, no por alguien viviendo fuera de la casa viendo hacia adentro.

Quise contar esta historia porque, como bien lo dice mi entrañable amigo durante 65 años, Antonio Pasquali, quien me honra como autor del prólogo, «quien no piensa pasa a ser pensado y a quién no escriba su historia, alguien se la escribirá». Obedece a mi deseo de dejar un testimonio para quienes deseén investigar en el futuro sobre una etapa importante en la vida del país. En un nivel modesto fui uno de los actores de este proceso y creí mi deber dejar ese testimonio. Le reprocho a nuestros compatriotas que hacen vida pública que no aporten sus memorias personales a la memoria colectiva. Es solo sobre la base de una memoria colectiva que puede progresar una sociedad y se hace posible reforzar el sentido de identidad nacional y llegar a saber quienes somos. La pasividad y la inhibición permite que los aventureros re-escriban la historia con casi total impunidad y nos lleven como corderos a los precipicios del atraso.

Creo que los viejos y los nuevos petroleros la encontrarán de interés. Los geólogos e ingenieros petroleros se reconocerán en sus páginas. Los estudiantes podrán tener una idea de como eran las cosas. Los actores de la vida pública venezolana de las últimas décadas podrán encontrar mucho con lo que estarán de acuerdo y en desacuerdo.

Una amenaza final: Ya comencé a escribir el volumen siguiente, el que va de 2000 a 2010.

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