Otra vez la pesquisa de Jesse
Haciendo gala de inmensos recursos técnicos y económicos, sin que le temblara la mano cuando apuntaba hacia los enormes gráficos electrónicos coloreados, ensamblados y transmitidos por canal de todos los venezolanos, ante la dócil y alucinada mirada de la entrevistadora, señalaba el encuestador estrella del régimen, Jesse Chacón, que la intención de voto a favor de Chávez era de 57% contra 21% de Capriles. En otras palabras, el que obtuvo 2 millones de votos en primarias sobre un total de más de 3 millones de votantes, sería azotado en octubre con 2.400.000 sufragios sobre casi 12 millones de electores ciertos. ¡Vaya encuesta!
Es más fácil manipular el armatoste informativo del Gobierno para generar desidia colectiva que confrontar los conflictos más álgidos. Así ha sido desde el principio. Los profusos avíos publicitarios del régimen por los canales del Estado, rematados con una programación empaquetada, buscan crear un efecto paralizante y monótono entre la población activa. Basta revisar sus noticieros para advertir el designio soporífero de símbolos reservados a enaltecer la efigie del líder mientras el país se hunde en el caos y la desidia. El, ahora, numerológico Chacón encaja cabalmente en ese cínico perfil.
La tecnología que permite y facilita la transmisión inmediata de la información no está en tela de juicio. Existe y, en ciertas condiciones, es útil. Lo pernicioso es que el régimen, como representante del Estado, la utilice para persuadir con carácter coercitivo y extenuante para aletargar y no para informar. El genio numerario de Chacón se adapta perfectamente a esa rústica maniobra.
Así pues el uso sin probidad de la encuesta política es éticamente rebatible. Basta revisar la evidencia acopiada en Venezuela durante las últimas décadas para corroborarlo. El talante inquisidor de la encuesta revela que históricamente no ha prestado un mal favor a la democracia sino un servicio desastroso porque tiende a consagrar apariencias engañosas carentes de rectitud y objetividad. El designio de pesquisas oficiales es atizar la ilusión de débito popular ocultando el hosco aparato de manipulación de conciencias y mentes.
¿Cómo es un día de noticias en VTV? Nada distinto del estraperlo obediente de Jesse. Todo inclinado a esconder los serios conflictos mientras se esbozan bobadas tendientes a confundir. Veamos:
-Luisa Ortega Díaz: «Se han resuelto con éxito los casos de impacto mediático como los asesinatos de líbero Iaizzo, Karla Berendique y Jessica Ortiz, destacándose así la eficacia de la Unidad Criminalística del Ministerio Público».¿Y qué de los miles de homicidios que han quedado impunes?
-Más de la Fiscal General: «algunos sectores pretenden crear escenarios como los del 11-A». Por su parte, el diputado Augusto Montiel suelta otra: «la oposición está vinculada con actividades conspirativas que atentan contra la Constitución».Como si fuera poco, la sesuda pesquisa llevada a cabo por el connotado chavista, Miguel Pérez, descubrió, para envidia de Scotland Yard y del FBI, las intenciones conspirativas forjadas en un crucigrama publicado en el diario Últimas Noticias.¿Entretanto qué hace el candidato de la MUD?; Pues inmerso en un vigoroso proceso democrático por todo el país.
-Andrés Izarra: «La candidatura de Capriles está en duda por su desconexión con las masas». Insólita declaración pues mientras Capriles hace campaña casa por casa, precisamente en contacto con las masas, el candidato oficialista opera desde Cuba sumido en un coto cerrado con asesores extranjeros.
-Hugo Martínez, quien asevera ser miembro de «colombianos por Venezuela», denuncia que Capriles y Uribe siguen el libreto de EEUU para detener la revolución mientras el director del SEBIN que Uribe tenía conocimiento del intento de asesinato contra Chávez desde hace 8 años. Jaua, por su parte, que debe denunciarse a Capriles por actuar contra la patria. ¡Sin comentarios!
-Earle Herrera denuncia que la CIDH es usada contra el gobierno de Chávez; y Nicolás Maduro que esa comisión atenta contra los procesos independentistas de América Latina. ¡Nada menos!
Contrario a lo que el oficialismo busca, el síndrome Chacón revela cómo se hunde la candidatura oficial mientras se fortalece la MUD.