Las directoras latinoamericanas Celina Murga y Claudia Llosa presentan sus películas en la Berlinale 2014
EFE.- Celina Murga trajo su cuarto largometraje La tercera orilla, producido por Martin Scorcese para concursar por el Oso de Oro. La tercera orilla es una indagación psicológica muy sutil sobre la vida interna de un adolescente, al que hay que descifrarle su conducta porque se nos hace inicialmente dificil entender la violencia destructiva que su protagonista despliega en los minutos finales de la película.
La tercera orilla cuenta la vida de una pequeña familia a través de los ojos de Nicolás un introvertido adolescente de 18 años. El, su madre y hermanos viven una situación familiar muy particular: su padre, un influyente médico y ganadero no vive con ellos porque está casado con otra mujer, de la cual tiene otro hijo. Este hombre mantiene dos vidas paralelas y, en apariencia, todos los miembros de ambas familias parecen estar de acuerdo con ese sistema de vida familiar. Pero no es así. Nicolás, el hijo mayor, no se siente visto por el padre, ni tomando en consideración. Su opinión no importa, ni tampoco lo que le interesa. Al patriarca solo le interesa convertirlo en sucesor de su posición social y heredero de la hacienda y de sus bienes. Esa discordancia en la comunicación va generando una desazón inmensa en Nicolás que termina en una furia destructiva. Donde no hay diálogo ni verdadera comunicación se genera un vacío relacional y una distancia dificil de superar. Es el odio callado y la desilución lo que el joven mudo carga con él. Un dolor no dicho que envenena progresivamente y que resuena en el toco, casi inexpresivo gesto de Nicolás y en su obstinado silencio. La tercera orilla aporta un análisis sociológico muy sútil que podría explicar la disonancia afectiva de jóvenes que en un momento de desesperación se convierten en peligrosos y extremos agresores.
Por su parte la directora peruana Claudia Llosa (por cierto sobrina de Mario Vargas LLosa) y ganadora del Oso de Oro de la Berlinale en 2009 con La teta asustada, mostró su largometraje Aloft, coproducción entre España, Canadá y Francia.
Con Aloft Claudia Llosa abandona los parajes peruanos y nos lleva a un remoto lugar, rodeado de nieve y bosques, casi tocando al Polo Norte. Al parecer estas adversas condiciones climáticas definen el incomprensible comportamiento de sus contados habitantes. Dos historias se suceden en tiempos diferentes (un pasado y un presente que se alternan constantemente) son contadas paralelamente. La primera con Nana (con la actriz de bellos ojos Jennifer Connelly) una mujer que vive angustiada por la grave enfermedad involutiva que padece su hijo más pequeño. La segunda, es la historia de una pareja de jóvenes que emprende un viaje hacia el ártico, en compañia de un halcón. Emprendido el viaje enigmático (que también es un viaje a la conciencia), poco a poco nos daremos cuenta que este hombre, Iván, es el hijo mayor de esa mujer. De ahí que, la historia dificilmente intersectada tiene que ver con su madre y su infancia (en el rol el actor Cillian Murphy) y explica los motivos ocultos de un viaje súbito junto con la reportera de televisión (la actriz Mélanie Laurent), a quién no conoce. Aloft termina siendo tan sólo una película con una intención metafísica y grandilocuente que no convence. El intento es infructuoso y aparatoso.
Por demás, la Competición Oficial de la Berlinale 2014 va llegando lentamente a la recta final (el festival acaba el próximo 16 de febrero) y ya hay claras favoritas de la crítica según escrutinios de la revista Screen. Entre ellas cuentan: Kreuzweg (Encrucijada), de Dietrich Brüggemann (una de las cuatro películas alemanas en concurso), 71, de Yan Demange, El Gran Hotel Budapest, de Wes Anderson, In order to Dissapearance, de Petter Hansen Moland y Aimer, Boire et Chanter del célebre director francés Alain Resnais (con sus noventas años). Sin embargo, la gran obra maestra del cine que sorprenda por su estilo innovativo o por la temática aún no aparece.
Página oficial del festival: www.berlinale.de
