Las preguntas necesarias
Cada miércoles me corresponde escribir esta nota para su respectiva publicación el lunes siguiente. Son tantos los temas y las circunstancias nacionales e internacionales que no es tarea fácil decidir el contenido. Sin embargo el de mayor titularidad en Venezuela durante esta semana es el tema de Aponte-Aponte y aunque se ha dicho tanto me obligo a unas reflexiones. Debo confesar que mi reacción al escuchar la entrevista que este personaje dio fue la de una gran tristeza. Para muchos fue de rabia, otros de asombro y se que para muchos chavistas honestos que no están en el negocio de meterle las manos a las arcas publicas o abusando de su paso por el poder les dio una gran vergüenza.
Cualquiera de las reacciones mencionadas no es para menos. Venezuela no se merece llegar tan bajo. Los venezolanos y su clase dirigente podrían haber hecho mucho para evitar rebasar al nivel de ser vistos no solo como victimas sino también complacientes y facilitadores de la extensión de las garras del narcotráfico en Venezuela.
Para nadie es un secreto que esa industria no tiene escrúpulos y usa todas las herramientas posibles para destruir Instituciones, sus hombres y los valores de una sociedad con tal de lograr sus objetivos de mercado. Es igual en cualquier parte del mundo. Aquí en nuestra región sobran los ejemplos de su capacidad penetradora. Pablo Escobar llego hacer diputado en Colombia, el ex zar antidrogas Noé Ramírez de México fue a prisión luego de ser acusado de recibir 450 mil dólares del Cartel del Pacifico, el hermano del General Oscar Naranjo, Comandante de la Policía en Colombia, fue traficante y preso en Alemania. Esa ultima fue una tragedia familiar para un hombre que tenia años luchando contra los carteles colombianos.
Seriamos ilusos si negáramos que Venezuela anda desde hace años acechada por la corrupción y del narcotráfico. Estudios académicos, informes especializados y Gobiernos extranjeros han señalado que este país es hoy una zona de paso para la droga. Es una tragedia pero allí esta la realidad. La vecindad con Colombia así como nos ha dado muchas cosas buenas también nos ha hecho participes de su desdicha por el narcotráfico. Afuera de nuestras fronteras hay un mercado voraz, en los Estados Unidos, en Europa en Asia se pagan cuantiosas sumas de dinero por la droga ilícita.
Hasta que instancias ha penetrado el narcotráfico en el país.? Qué nos queda por hacer?. Luchar, con todas las herramientas posibles, hacer todo lo que este a nuestro alcance para que el narcotráfico tenga el mínimo efecto en nuestro territorio. Que no se facilite su oleada de corruptelas y su falta de escrúpulos para penetrar nuestra sociedad. Lamentablemente, no se ha hecho suficiente para conocer la dimensión de la tragedia que envuelve este caso Aponte para la Venezuela contemporánea. La oscura historia de este magistrado es un golpe mortal para el sistema político y jurídico venezolano.
Por qué no han funcionado debidamente las alertas. Sabíamos que tarde o temprano el narcotráfico penetraría a los mas altos niveles. Ya el Gobierno tenia indicios de los vínculos de Aponte. Qué esperaban, por qué en la Asamblea no aprovecharon la propuesta de la oposición para tener una comisión de la verdad o una comisión de notables y darle la opción a todos los venezolanos y especialmente a los chavistas honestos de saber quienes y por que los traicionan.
Necesitamos una explicación honorable que permita entender por qué no convertir ese lamentable hecho en una oportunidad para adecentar las Instituciones y descubrir a los culpables y coparticipes de esta estocada al corazón decente de la nación. “El que nada debe, nada teme”.