Incoherencias criollas
Para Venezuela, lo insondable y misterioso del triángulo de las Bermudas ocurre entre noviembre y enero: Las empresas dejan de solicitar y despachar mercancía en noviembre, las mercancías se agotan para la primera semana de diciembre, y cuando cada empresa reanuda sus actividades en el nuevo año, todo aparece con nuevo precio, siempre aumentado, sin que se conozcan las razones para ese aumento.
No merece admiración quien, pudiendo emular a Mandela, imita a Mugabe. Quien tuvo recursos y respaldos para seguir la ruta exitosa de Singapur y Chile, y persiste en imitar el rotundo fracaso de Cuba y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas.
De acuerdo a las absurdas estadísticas logradas no se sabe cómo, somos uno de los países más felices del mundo. También somos uno de los mayores productores de ruido, inflación, inseguridad, exclusión y demagogia.
La letra chiquita del Decreto -ya permanente- de Inamovilidad laboral indica que se debe cumplir exclusivamente con los trabajadores AJIR (Acríticos, Jalabolas, Incondicionales y Resentidos). A los demás los bota el gobierno cuando le da la gana.
Aristóbulo en el 99, cuando Chávez se encaprichó con cambiarle el nombre al país, declaró muy irreverente que “Hugo se fumó una lumpia”, pero después se fue haciendo el pendejo y se dio cuenta de que el populismo y la demagogia rinden frutos en estos parajes tropicales, con tantos pendientes de que les tiren algo. Sabe que con el que se fumó muchas lumpias, él y otros mediocres pueden alcanzar cargos que ni en sueños lograrían por sus propios y muy escasos méritos. Hasta como paracaidistas la pegan. Los resultados señalan que por cada venezolano que está dispuesto a jalar escardilla al sol, hay dos que están dispuestos a jalar bolas a la sombra.
Deberían enviar a Baduel a La Habana, la vez anterior que tenían a Chávez en una isla, si no es por Baduel allá estaría todavía, llorándole y moqueándole la sotana a Baltazar, el que no es Rey Mago, pero sabe lo que realmente sucedió esos días de abril del 2002. Qué ironía, Chávez no sólo compartirá paila con CAP, sino que tendrá que aguantar también temperaturas bajo cero, hasta que decidan qué hacer con el cuerpo.
Carlos Marx nunca trabajó, preñó a la mujer de servicio y no reconoció al hijo, tuvo una relación incestuosa con su propia hija (llevándola al suicidio), alteró las estadísticas genuinas, para que coincidieran con su oráculo económico expresado en El Capital. Y la revolución que anunciaba, siguiendo sus lineamientos, ha fracasado ya en docenas de países donde se ha puesto en práctica ese experimento criminal e inviable. Ni siquiera han esperado a alcanzar el grado de desarrollo industrial que la teoría exige, Stalin, Mao, Pol Pot, pretendieron hacerla con campesinos, Fidel con soplones y mantenidos, y su agente en Venezuela complace al Lumpen, resentidos, parásitos, pranes y todo tipo de vivianes, en una especie de pacto suicida con el castrismo.
Maduro, más exagerao que un gitano, dice que a Chávez lo atiende en Cuba ¡ el mejor equipo médico del Mundo ! Todos los pacientes famosos que han sido atendidos por los equipos médicos de inferior calidad, han sobrevivido. Este, con jurungue de restos en el Panteón, babalaos, brujos, rezos a vírgenes y santos, un zigzagueo constante a Cuba, absoluto misterio y cero reporte médico con credibilidad, el presunto mejor equipo médico, y ya está entre las esquinas de Entierro y Cremación.
Tres preguntas que debe hacerse todo venezolano responsable; ¿Si Cuba se estancó en el año 1960, y no son capaces ni de producir la misma cantidad de azúcar que antes de la farsa revolucionaria, porqué preferir la atrasada medicina castrista? ¿Cuánto de los dineros de la Nación venezolana se ha gastado en la enfermedad de Chávez, incluyendo lo que nos cuesta el traslado de familiares, funcionarios y adulantes a La Habana? ¿Con lo gastado en la parafernalia de salud del caudillo menguante, cuántos enfermos de cáncer habrían podido recibir sus tratamientos completos y a tiempo en Venezuela?
Si no nos hubiéramos desviado hacia el siglo 19, estos 14 años, con ingresos de más de un Billón de Dólares y tres presidentes normalitos, sin megalomanías ni esclavitudes ideológicas, es indudable que los venezolanos estaríamos en mucho mejores condiciones hoy; Sin odios ni patrioterismos, sin 21.000 asesinatos anuales ni carteles del narcotráfico utilizando nuestro espacio, sin invasiones ni cierres de empresas, sin la inflación en 30 % y el buhonerismo en 50%, sin chulos cubanos imponiendo el rumbo y los otros chulos beneficiándose de nuestra absurda necesidad de importar el 60 % de lo que comemos, sin Smartmatic y sin fraudes, sin Poderes sometidos y sin inocentes en las cárceles para ocupar los espacios donde deberían estar los verdaderos culpables.