Corrado Gelardini: La Nueva Figuración

Por un venturoso azar llega a Calabozo -Estado Guárico, Venezuela- a orillas del río Guárico donde es atrapado por el trópico entre sus selvas y llanuras que rompen con las armonías cromáticas tradicionales. Ante esta realidad sufre una conmoción que lo motiva a crear un lenguaje plástico que le permita comunicar esa revelación.

Entre estos mundos tan disímiles encuentra un puente: el espíritu del barroco presente tanto en el Vaticano como en el trópico, donde el sentido de felicidad terrena y celestial se conjugan entre abigarradas formas y contrastantes armonías cromáticas. Es seducido por esa otredad que se convierte en su hogar, que se niega a responder al dibujo y la pincelada aprendida en la
academia, tras una rigurosa educación estética en el Liceo de Arte y la Academia de Bellas Artes de Roma.

Entre trópicos se deslumbra ante las llanuras de Guárico que lo enfrentan a una realidad sorpresiva y dramática, la cual empieza hacer suya. Este impacto interior se profundiza al empezar a indagar en la historia de Venezuela, de Guárico y de una ciudad como Calabozo; donde aún se oyen los ecos de historias y leyendas de la crueldad de Boves en la guerra independentista; aún esta gesta es recordada como una pesadilla en el imaginario popular de Guárico.

El creador empieza armar con el tiempo un rompecabezas histórico, espiritual y natural que lo lleva a conocer y admirar las culturas prehispánicas, y su resistencia por sobrevivir a la extinción a causa de la conquista en el pasado y en el presente a una civilización depredadora. Inspirado en esta realidad crea la serie de caciques como Guaicaipuro, Terepaima…, destaca en cada uno de estos héroes ancestrales su valor por defender un modo de ser que es arrasado, los nativos del “Nuevo Mundo” no comprenden esa irracional violencia desatada por míticos criaturas como fueron los caballos con hombres cubiertos de impenetrables corazas; centauros desconocidos para su mundo, armados con afilados aceros y vómitos de fuego.

A la par de su indagación en la conquista, el creador investiga la colonia como estética y realidad histórica en continuo cambio. Caracterizada por injusticias y absurdos prejuicios sociales, paradójicamente de esta sociedad brota un mestizaje del cual hoy somos herederos; como expresión de este sentido surge la seria sobre La Colonia, donde la figuración humana tiende a desaparecer. Esta obra es reflejo de un proceso de intercambios humanos, culturales y espirituales que perfilan nuestra venezolanidad.

La colonia cataliza nuestro devenir histórico con la generación de próceres, impulsados por los cambios que trajo el siglo dieciocho, dio nacimiento a un pensamiento estimulado por libros prohibidos por la corona como El Discurso sobre la Ciencia y las Artes (1750),El Origen de la Desigualdad de los Hombres(1755), El Emilio (1762) de J.J. Rousseau, La Enciclopedia, coordinada por Diderot y D´Alembert filósofos ilustrados con más de 44.600 artículos y 17 volúmenes escritos por Voltaire, Adam Smith, Montesquieu, entre otros, y los acontecimientoshistóricos que transformaron la sociedad europea como la revolución francesa y el surgimiento de Napoleón Bonaparte como Emperador de Francia y de casi toda de Europa Occidental por diez años, que crearon el vacío de poder en la monarquía española que facilito la declaración de 1811, y que toman cuerpo en la filosofía política que fragua la independencia y sus guerras en elpensamiento del Libertador.

Motivado por estas realidad crea la serie de héroes y próceres. Es un reflejo Del imaginario del venezolano que es movido por una mentalidad mágica, siempre a la espera del golpe de suerte que cambie su destino, está concepción de la vida tiene una de sus raíces en la razón de ser de la conquista, y en la ambiciosa búsqueda por El Dorado, anhelo que hoy pareciera convertirse en un hado.

Este vivir en función del azar, del rebusque, se expresa en la serie de camaleones, reflejo de la viveza, y la picardía del venezolano, que transforma su personalidad individual y social, acorde con las circunstancias para encontrar siempre el camino más fácil para realizarse. En nuestro cultura estos rasgos encuentran expresión en el cuento de Tío Conejo y Tío Tigre, de Antonio Arraíz, 1949. Por esto los camaleones se encuentran entre laberintos, perdidos en ambiguos dilemas que lo hace incapaces de enfrentar la realidad con honestidad y sentido común.

El artista crea un lenguaje experimental para poder materializar a través del arte su visión del mundo, por esos sus obras se caracterizan por el uso de técnicas mixtas, pues en ellas encuentra herramientas para recrear esa realidad única, sincrética y múltiple a la que se confronta día a día. Sin prejuicios en su trabajo de taller asume materiales o recursos estéticos. Recompone la realidad gracias al objeto encontrado, recontextualizado, que lo convierte en un buscador del detritus de la sociedad de consumo como son las puertas desechadas, los palito de helados tirados, los ganchos de ropa sin usar, monedas, Cd rotos,
cartas.., pero también integra la naturaleza a su propuesta en conchas, piedras, plumas.

Los fundamentos conceptuales de esta propuesta son el ensamblaje, el objeto encontrado y el arte povera que se fusionan con su formación de dibujante y pintor académico.

Recoge y recontextualiza materiales profanos en formas sacras, para convertirlos en obras plenas de significaciones. Esto convierte sus piezas en paradojas visuales.

Ejemplo de esto es el Mártir de Cumaná, el héroe y Gran Mariscal de Ayacucho, asume carácter hierático asociado a una generación que dividió nuestra historia entre un antes y un después. Pero a su vez se encuentra la huella de la muerte en el rostro dividido, que manifiesta el trágico destino del guerrero. Se crea así una paradoja visual, acentuada por los elementos pictóricos
del ensamblaje como son los monos aulladores con fauces abiertas, evidencia del alma salvaje convertida en acto a través de la guerra contra la Corona española.

La composición central de sus personajes, de los ensamblajes poseen una estructura de mándala, se convierten así en laberinto espiritual para enfrentar a los demonios interiores y lograr la liberación del ego y sus ataduras. El verdadero guerrero no solo domina una estrategia y una filosofía sino posee además sabiduría. Dimensión de la que carecen nuestros héroes, en ellos no existen dilemas espirituales, sino son dominados por su egocentrismo y sus delirios de grandeza, poder, riqueza u omnipotencia. Nuestro imaginario rinde culto a esta tipología héroe, y de guerrero no al hombre y sus dilemas éticos, existenciales y espirituales.

Por esto la composición de los ensamblajes y cuadros crean formas abigarradas, apretujadas, laberínticas, eco de ese imaginario popular que palpita aún en Calabozo en las leyendas negras de la independencia, del silbón, la sayona… Así, cada pieza se vincula al plano histórico y al imaginario, tal como se manifiesta en el ensamblaje del azote del Caribe Sir Walter Raleigh, pirata inglés que dedico parte de su vida a seguir la quimérica búsqueda de Manoa. El corsario formó parte de un siglo dominado por la más brutal estrategia imperial europea como lo fue piratería, cruel rapiña, convertida en política de Estado.

En esta obra el corsario es centro visual del ensamblaje, sus rasgos fáciles transmiten profundidad, en uno de sus brazos pinta una viuda negra, insecto elegante y venenoso tal como era este contrastante personaje; que introdujera el tabaco y el fumar como rasgo de distinción en la corte inglesa, estos se expresan en el rostro tatuado que da una idea de sus múltiples facetas.

El eterno femenino en esta propuesta se representa a través de las vírgenes y mujeres indígenas, es este uno de los sentidos de obras como Urquia que simboliza a las parejas de los caciques, con su sabiduría telúrica reflejada en las serpientes o formas serpentinas que las acompañan. Este sentido también está presente en la pieza María Lionza, donde lo sagrado, lo erótico, y lo devocional y lo mágico se materializan en una religiosidad de raíces indígenas, africanas, europeas y a su vez contemporánea.

La serie de Santa Bárbara, muestra vírgenes hieráticas con rostros mestizos, miradas profundas, coronas que manifiestan su realeza nacida de la religiosidad popular. En ocasiones tienen un toque de ironía, al hacerse eco de la perversiones que puede engendrar la religión como fue la inquisición, tal como ocurre en la pieza La Santa Inquisición, recuerda el creador con este seductor rostro y la simbología que la rodea. La santa persecución nació por el temor y la expansión de los cultos paganos y matriarcales a fines del medioevo, que pusieron en peligro el poder de la iglesia, de ahí la estigmatización de lo femenino y su religiosidad. Estos héroes, próceres, vírgenes y corsarios son recreados a través del arte, a principios de un nuevo milenio y responden a la necesidad por redescubrir y remirar nuestra historia, alejada de las audaces generalizaciones, para poder encontrar una mirada fresca y autentica de nuestro pasado que nos permita redimensionar nuestro presente, y visionar nuestro futuro.