Resultados electorales en Holanda envían mensaje de respaldo a la derecha europea
El liberal Mark Rutte ganó las elecciones holandesas con 33 escaños y se perfila de nuevo como primer ministro al frente de una posible coalición con democristianos y progresistas, relegando al líder de la ultraderecha, Geert Wilders, que obtuvo 20 diputados en el Parlamento.
Wilders quedó en segunda posición en estos comicios y logró cinco escaños más que en 2012, pero no los suficientes como para acercarse al liderazgo de Rutte, según los resultados provisionales de los comicios celebrados el jueves.
«Estoy muy contento de que nosotros hayamos sido los que hemos detenido el populismo, pero ese populismo no ha desaparecido y me preocupan los que votaron al PVV (Partido de la Libertad) y las preguntas que se están haciendo ahora», dijo Rutte este viernes.
Ante esta situación, la internacionalista María Teresa Belandria considera que el triunfo del partido liberal en Holanda «es muestra evidente de cuando los ciudadanos conscientemente se dan cuenta de los riesgos de una escalada de la ultraderecha, o del populismo en Europa, y salen a votar masivamente».
En una conversación con Analitica.com, Belandria indica que lo sucedido «es un mensaje que le están enviando a la Unión Europea de fortaleza», luego de que el candidato del PVV manifestara en sus discursos su intención de sacar a Holanda de la UE.
De la misma forma, la doctora en Ciencias Políticas cree que esto es, al mismo tiempo, un mensaje que se le envia a Francia, que va a tener elecciones presidenciales proximamente, y a otros países, «sobre todo los de la Europa Oriental, de los riesgos que supone creer en una doctrina que facilitaría inicialmente las cosas pero que luego traería grandes consecuencias».
Lo que ocurrió en Holanda «es muy importante porque va a motivar a los electores del resto de Europa a votar conscientemente», apunta Belandria.
Éxito de Rutte
Las elecciones celebradas el jueves han sido un espaldarazo para Rutte ya que, a pesar de que su partido ha perdido 8 escaños respecto a los últimos comicios, consiguió mejorar el resultado que le pronosticaban las encuestas.
Su éxito se debió, según Patrick Overeem, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Libre de Amsterdam, a dos aciertos durante la campaña electoral. Por un lado «dejó claro que no iba a formar una coalición con Geert Wilders, por lo que mucha gente entendió que si votaba al PVV sería un voto perdido».
Por otro lado, Overeem, consultado por la agencia EFE, señaló la posición que tomó Rutte en la reciente crisis diplomática entre Amsterdam y Ankara: «fue fuerte, claro y dio respuesta a los retos de Turquía. Mucha gente pudo decir entonces que no necesitaban a alguien como Wilders».
Sobre su futuro en el Ejecutivo, Rutte no quiso «anticiparse» a la formación de Gobierno en Holanda y señaló que en ocasiones liderar el partido mayoritario «no garantiza» el puesto de primer ministro.
Wilders, que reconoció su derrota anoche, exigió «un puesto en el futuro Gobierno» porque se consideró un «ganador» al haber sumado cinco escaños.
El primer ministro ya advirtió que las negociaciones para una futura coalición serán «un poco complejas» y reconoció que pueden llevar «semanas en una mesa de diálogo» con sus rivales, pero se mostró optimista: «Es inevitable que salgan a la luz las diferencias, pero ahora es importante unir de nuevo al país y formar un Gobierno estable para los próximos cuatro años».
Las negociaciones para formar Gobierno pueden durar varias semanas o incluso meses. Tras los anteriores comicios, socialdemócratas y liberales de derecha necesitaron 54 días para llegar a un acuerdo. No obstante, la amplia fragmentación del actual Parlamento puede llevar a que, en esta ocasión, se necesite más tiempo.
Unir de nuevo al país
Para poder formar Gobierno, el Parlamento designará en los próximos días a un informador, una figura política que en el pasado era nombrada por la Reina Beatriz, pero que a partir de 2012 recibe el mandato del Parlamento.
«El informador será, con un 99,9% de probabilidades, un miembro del partido liberal VVD», asegura James Kennedy, profesor de Historia Moderna de Holanda de la Universidad de Utrecht.
Esta figura tendrá como labor iniciar una ronda de contactos con los cabezas de lista de los partidos para sondear si existe una mayoría suficiente para formar un Ejecutivo estable.
No obstante, el líder del VVD tendrá que desplegar sus dotes negociadoras para conseguir su tercer mandato al frente del Ejecutivo. Su partido tiene 33 escaños y la mayoría absoluta está en 76, por lo que deberá pactar, al menos, con otros tres partidos.