La importancia de mantener la simbología
Los símbolos desempeñan un papel crucial en la consolidación de un nuevo gobierno democrático, pues fomentan la cohesión social y refuerzan la identidad nacional. A lo largo del tiempo, se han convertido en herramientas poderosas para transmitir ideas y valores que movilizan a la sociedad hacia un orden democrático basado en la legalidad y la participación ciudadana.
El respeto a los rituales formales que acompañan la instalación de un nuevo gobierno es fundamental para la legitimación del poder. Entre estos rituales, el acto de juramentación ocupa un lugar central. Este evento solemne no solo le permite al gobernante electo asumir su cargo de manera oficial, sino que también expresa su compromiso con la voluntad popular manifestada en las elecciones.
Más allá de su carácter simbólico, este acto sanciona la legalidad del gobierno y refuerza la confianza pública en las instituciones democráticas. La transición del poder, cuando se realiza bajo estos preceptos, envía un mensaje claro: el sistema democrático funciona y respeta la voz del pueblo.
Preservar y valorar estos símbolos es esencial para garantizar que la democracia se mantenga no solo como una forma de gobierno, sino como un pacto social que une y fortalece a la nación.