Su guerra civil, nuestros derechos
El general Rangel Silva, Nicolas Maduro, Acosta Chirinos y el propio Chávez nos han amenazado con la Violencia y más específicamente con una guerra civil, si Chávez pierde las elecciones. Con variaciones en la forma de decirlo, en los términos que utilizan, pero han sido vulgares e inaceptables amenazas, de las que se desprenden dos conclusiones evidentes: 1. Si tuviéramos Poderes Independientes, con jueces, diputados, rectores, fiscales, defensor del pueblo, comprometidos con el cumplimiento de sus deberes y funciones, en el marco de la ética y las leyes, los cuatro mencionados habrían sido amonestados, citados a declarar, enjuiciados, destituídos y sancionados con prisión. 2. Si tres militares y un civil (coincidencialmente reflejan el reparto del poder en la revolución bonita), que representan el cogollo del régimen, por separado expresan que habrá violencia si no gana el Führer de Sabaneta, están reconociendo tácitamente que se saben en minoría de votos, perdedores, y apelan al recurso de infundir temor para desesperadamente tratar de torcer la voluntad de la mayoría de los venezolanos, y lograr el imposible propósito de aumentar la abstención (que se proyecta escasa) y lo menos probable aun, que quienes estaban dispuestos a votar por la vuelta a la Democracia y la Convivencia, por el candidato de la Unidad, Capriles, por el presunto temor a esa guerra con que cobarde e irresponsablemente nos amenazan los salientes, le dieran sus votos al candidato del continuismo, del retroceso, de la entrega al castrismo, de los dogmas anclados en los años sesenta, de la siembra de odios, por la peregrina opción de evitar esa violencia y en virtud de nuestra absoluta indefensión.
El absurdo teorema que plantea la dirigencia chavista es que si gana Capriles, es obvio que por haber sido respaldado por la mayoría de los electores, “el pueblo” no lo permitirá y se expresará con violencia en rechazo al nuevo Presidente, porque el pueblo y las FFAA solo aceptan a Chávez en la presidencia. En Democracia gana quien obtiene más del 50 % de los votos válidos, y si la candidatura unitaria de la opción del cambio en Democracia y en Libertad obtiene más de la mitad, esa opción gana. Pero para el Socialismo del siglo 21 el asunto es diferente, consideran pueblo exclusivamente a los seguidores del líder rojo, y él mismo ha declarado que los que no sean chavistas no son venezolanos, de modo que desde su aberrada óptica, esa Victoria de la Oposición no sería válida, pues los opositores no son chavistas, de lo que se desprende que no son venezolanos, y por lo tanto no tienen derecho a participar para elegir al presidente, por lo que el CNE deberá proceder a eliminar de inmediato todos los votos a favor del joven candidato de la Unidad, y proclamar ganador con el 100 % de los únicos votos que se deben aceptar, al continuista fracasado, como ocurre en toda dictadura, no existen los votos en contra, caudillismo y servidumbre por aclamación.
Esta propuesta subliminal, es sostenida también por la cincuentona Ministra de la juventud, MariPili, quien afirmó que “los jóvenes que voten por Capriles no quieren a la Patria”, lo que nos conduce de nuevo a la particular y muy fascista visión roja, de que la patria es el Führer, y quien cuestione al Führer cuestiona a la Patria. El propio bipolar imprescindible acaba de exigirle a sus seguidores que NO piensen en los problemas (en la realidad que los rodea), sino en la Patria (que en su Galimatías ideológico es él, y a la patria, que es él, le conviene que la respalden, o sea, que voten por ella, que viene siendo él, el responsable primordial durante sus 14 años de desgobierno, de que hayan empeorado los graves problemas del país, los mismos que él les exige que olviden. También contempla en su programa de gobierno “el equilibrio del Universo y la paz del Planeta, afirmando que el destino de la Humanidad depende de que él sea reelecto”. Lo único que le falta es prometer agregar un anillo más a Saturno. Toda una joya entre las martingalas demagogoelectoreras que hemos conocido.
Pero a juzgar por las multitudinarias y policromáticas reuniones de cierre de campaña, Capriles tiene más respaldos que la Luna cráteres, y el acto en Caracas, con las avenidas Bolívar y Lecuna a reventar, congregó más gente que todos los actos del candidato encamionao, juntos, y ese poder de convocatoria vuelve talco las pretensiones de los encuestadores que cobran por inventar almibarados resultados de ficción, donde la MAYORÍA que acompaña a Capriles se omnubila el 7 de octubre y en estado de trance vota por el bipolar con cáncer, como para satisfacer su masoquismo y disfrutar de 6 años más de incapacidad, insultos, cadenas, corrupción, despilfarro, y el reciclaje de promesas incumplidas.
Retomando lo de la guerra civil con que nos amenazan si ocurre lo inevitable, que pierdan, es bueno recordarles que en Venezuela los que tienen armas son: 1. las FFAA, la República las pone bajo su responsabilidad y custodia para defenderla de ataques reales (no para desconocer la voluntad popular mayoritaria) 2. las inconstitucionales Milicias, organizadas fuera del marco legal, para responder a las órdenes del falso mesías, hoy con el sol a la espalda. 3. los grupos armados que se identifican con el régimen, guapos de barrio que atemorizan a sus propios vecinos, 4. Los delincuentes, que a lo largo de estos catorce años han venido acumulando poder de fuego e impunidad, hasta multiplicar por cuatro los preocupantes índices de criminalidad: Asesinatos, Secuestros, Atracos, Hurtos, con el añadido de tres nuevas modalidades que nunca se practicaron en la “cuarta república”: El Secuestro Express, el Multisecuestro (3 y 4 rehenes no vinculados, en una misma camioneta), y el control de las cárceles por los propios presos, dirigidos por jefes llamados PRANES, con quienes el régimen negocia, respetándoles su libre albedrío, sus armas (ametralladoras, fusiles y granadas se suman a los tradicionales revólveres y pistolas), sus drogas, sus celulares, todos sus privilegios que incluyen prostitutas, licores, comodidades propias de un hotel 5 estrellas, y sus fugas, cuando les provoque.
Dado que todas las armas las tiene el bando oficialista, cualquier violencia que se genere a partir del triunfo de Henrique Capriles Radonsky, provendrá del régimen, y sus apéndices, se calificará obligatoriamente como CRIMEN DE LESA HUMANIDAD, que jamás prescribe, ni tiene atenuantes (yo no sabía, yo cumplí órdenes, de absolutamente nada valen frente a un tribunal en el cual imperen la Ética y el Respeto a las Leyes). Lejos los tiempos de la Inquisición, cuando podían condenar a la hoguera a quien se opusiera al dogma oficial, amenazaron a Galileo por sostener que la Tierra gira en torno al Sol, y nos amenazan a nosotros por sostener que al país le conviene dejar atrás esta pesadilla de odios e incapacidad, hipocresía y cinismo, anacronismo y corrupción, y empezar una nueva etapa de Recuperación de la Democracia, Reconciliación, y Progreso para todos.