El derrumbe de las dictaduras en el siglo XXI
Bashar al Assad gobernó a Siria como dictador durante 24 años y nos acabamos de enterar que los rebeldes sirios lo depusieron. Su régimen fue acusado internacionalmemte y ante los organismos de defensa de los derechos humanos de haber sido responsable de muy graves violaciones de los derechos humanos, cometiendo crímenes de lesa humanidad
Bashar al Assad, fue dictador que gobernó Siria con mano de hierro por más de dos décadas.
Su régimen fue responsable de graves violaciones a los derechos humanos, en especial durante las protestas sociales de 2011. Los rebeldes liberaron a todos los presos que estaban en cárceles como la de Sednaya, considerada como el “matadero humano’’, símbolo de la represión del régimen, al que Bashar enviaba ciudadanos sirios que no habían cometido ningún delito.
Hasta el momento, se desconoce el paradero del dictador , quien según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, habría terminado sus días embarcado en un avión con rumbo desconocido tras la toma de Damasco por parte de la alianza islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS, o Organismo de Liberación del Levante).
Cuando uno se pregunta por qué se están cayendo las dictaduras, se pueden encontrar varias razones, entre ellas las siguientes:
- Cuando un dictador asume el poder es porque lo ha logrado con la ayuda de un partido político o de un importante grupo. Los miembros del partido o del grupo se preocupan ante el hecho de que un solo hombre gobierne ejerciendo su propia voluntad, sin tomar en cuenta las ideas y las propuestas del partido o del grupo que lo apoyó.
- Las fallas y los errores del dictador se las atribuyen a él y no al partido ni el grupo.
- La gestión del dictador da lugar a la polarización de la sociedad. La división está entre él y la sociedad.
- La violencia y la represión ejercidas por el dictador dan lugar a desasosiego e inestabilidad en la sociedad. Pueden incluso provocar a infinitas protestas, incluso con violencia.
Con la caída de Bashar al Assad, Siia deja de tener su influencia maléfica sobre países de la región. Con la debilitación causada por la caida de al Assad, a Irán no le queda más remedio que salvaguardar su régimen y evitar represalias de Estados Unidos o Israel.