Trump podría impulsar limitaciones al envío de remesas
J.D. Vance, el hombre que en enero se convertirá en vicepresidente de Estados Unidos, presentó una propuesta para imponer un impuesto de 10% a toda transferencia al extranjero
El equipo del presidente Donald Trump estaría estudiando la implementación de impuestos para las transferencias hacia el exterior.
La propuesta concreta es la aplicación de impuestos a las remesas, según informó El Mundo de España en un reportaje
La propuesta no es nueva. El presidente electo barajó la posibilidad durante su primer Gobierno. La idea ha recobrado popularidad entre legisladores republicanos como medida de seguridad fronteriza, pero los expertos ponen en duda su eficacia.
Chuck DeVore, un exasambleísta de California que forma parte de un think tank conservador basado en Texas, ha sido la más reciente voz que pide gravar las remesas que salen de Estados Unidos. “Un impuesto del 50% a estas transferencias al extranjero podría generar más de 23.000 millones de dólares, una pequeña fracción de los 151.000 millones utilizados en servicios sociales que beneficias a los inmigrantes ilegales”, aseguró DeVore a Fox News esta semana.
El exlegislador republicano asegura que el Gobierno invierte cerca de 9.000 dólares por cada indocumentado en servicios de educación, salud y seguridad pública, por lo que el impuesto a las remesas sería una forma de recuperar parte de ese dinero público.
“Todo ese gasto social que proviene de los impuestos de los estadounidenses es otra forma de ayuda al extranjero”, opina DeVore. El analista solicita a los senadores republicanos adoptar la iniciativa en enero, cuando comenzará la discusión legislativa de un paquete de defensa y seguridad fronteriza.
Ya existe en el Congreso una iniciativa para fijar una comisión a las remesas. El autor es J.D. Vance, el hombre que en enero se convertirá en vicepresidente de Estados Unidos. El exsenador por Ohio presentó la propuesta en diciembre de 2023. La ley pretende imponer un impuesto de 10% a toda transferencia al extranjero para “penalizar las actividades ilegales, como el tráfico de drogas y personas”. El dinero que se obtenga de esta recaudación será transferido a un fideicomiso que se utilizará para reforzar el control de la frontera, una de las obsesiones de la nueva Administración.
La propuesta de Vance incluye multas de hasta 500.000 dólares e incluso penas de prisión para los que busquen burlar el sistema y envíen su dinero por otras vías. El futuro vicepresidente también pretende castigar a los países que eviten las comisiones condicionando visas y negando ayuda económica a esas naciones.
Los expertos se muestran escépticos con la nueva propuesta. Catalina Amuedo-Dorantes, una profesora de Economía de la Universidad de California Merced, cree que es poco probable que el nuevo impuesto entre en vigor. “Creo que los beneficios son menos de los que esperan”, asegura la académica, citando la difícil implementación de gravámenes similares en Arabia Saudi y Etiopía, otras naciones que impusieron barreras a la salida de recursos a los países de origen de sus comunidades migrantes.