Vivir con diabetes
Anualmente a consecuencia de la diabetes se producen 45.000 ACV, 28.000 amputaciones, 27.000 infartos, 6.000 personas quedan ciegas y 8.500 pacientes requieren de diálisis, según cifras de Exp Clin Endocrinol & Diabetes. Esta enfermedad genera una deficiencia en la producción y calidad de la insulina y se caracteriza por un aumento de los niveles de glucosa, de los lípidos y las proteínas. Su capacidad destructora abarca daños en los ojos, cerebro, riñones, corazón, sistema nervioso y circulación vascular periférica. Pero lo más delicado de la diabetes es que, cuando aparecen los síntomas –exceso de sed, deseos constantes de orinar, aumento del apetito y pérdida de peso- ya el mal puede tener más de diez años alojado en el organismo. “Lo esencial en la lucha contra la diabetes es inducir a tiempo cambios en el estilo de vida. Promover el consumo de una alimentación adecuada, evitar el cigarrillo y realizar ejercicio diariamente”, explicó el internista Rodolfo Catahno, asesor médico de la línea cardiometabólica de Novartis.
La dieta en Latinoamérica es alta en carbohidratos y grasas pero baja en fibras, lo cual aumenta la resistencia a la insulina, de allí la importancia de modificar los hábitos. El experto sugiere aumentar la ingesta de frutas, utilizar aceite de oliva para ensaladas, aceite de canola para freír, comer pan integral, pescado, entre otros productos saludables. Además hay que resaltar que, la diabetes, hace más frecuente la aparición de enfermedades cardiovasculares, la vulnerabilidad a infartos, anginas, accidentes cerebro vasculares (ACV) y el aumento de la hipertensión arterial. Adicionalmente, hoy en día, vemos un incremento del número de niños que padecen este mal, a consecuencia del sedentarismo.
Tipos de diabetes
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) existen tres tipos de diabetes: la tipo I que se caracteriza por la ausencia de síntesis de insulina; la tipo II ocasionada por la obesidad que provoca la resistencia a la insulina en el organismo; y la gestacional que corresponde a una hiperglicemia que se detecta por primera vez durante el embarazo.
En el caso de la diabetes mellitus tipo 2, se trata de una enfermedad crónica con altos niveles de mortalidad a nivel mundial y cuyo tratamiento primario consiste en mantener la glucemia en límites normales. Por fortuna, actualmente existen diversos medicamentos que han demostrado ser efectivos para el control del azúcar en la sangre. “La vidagliptina es una nueva clase de hipoglucemiantes inhibidores de la enzima que regula la acción de las incretinas, destruyendo dichas hormonas a través de un proceso químico enzimático. Este medicamento estimula al páncreas para que aumente la liberación de insulina y hace que el hígado deje de producir glucosa”, aseguró Rodolfo Catanho, médico internista.
Por otra parte, asombra conocer que sólo 8% de los pacientes diagnosticados está controlado adecuadamente y que, aunque la diabetes es una enfermedad que no tiene cura, si se modifican algunos hábitos, es posible incrementar la proyección de vida de los afectados. “Es esencial que regulen los niveles de glucemia, que cumplan con el tratamiento indicado, que lleven una alimentación sana y una rutina de ejercicios. Allí está el secreto para mantenerse estable”, aseguró el especialista.
“La diabetes es una bomba de tiempo”
Héctor Eduardo Díaz tiene 70 años y lleva 25 padeciendo diabetes tipo 2. Él es un reflejo de que, con perseverancia y control médico, es posible aumentar la esperanza de vida.
-¿Cómo ha cambiado su vida la enfermedad?
-Dejé de comer azúcar y harinas perdí muchísimo peso, la dieta hacía necesario rebajar pues los hábitos alimenticios cambiaron por completo. Al comienzo incorporé una serie de ejercicios diarios, pero con el tiempo y el paso de los años (tengo 70 actualmente) hago menos actividad, aunque mantengo la dieta y los controles médicos regulares. Uno aprende a no dejar pasar de largo algunos síntomas que se comienzan a identificar como alarmas.
-¿Cuál es, para usted, la clave para vivir con diabetes?
-Seguir los medicamentos y las recomendaciones del doctor, de otra forma, no se podría sobrevivir. No se trata de una condena, la vida cambia para bien pues los hábitos mejoran y, con los propios, los de todo el grupo familiar. Y definitivamente si se quiere continuar hacia adelante, con bienestar y salud, se debe seguir con el tratamiento.
-¿Qué le recomiendas a las personas que no quieren evaluarse por temor a padecer la enfermedad?
-La diabetes es una bomba de tiempo. Si no le prestas atención a los síntomas evidentes cuando ya deja de ser una sospecha, se acorta tu vida. Detección, tratamiento y control alargará tu vida y la preservará con calidad. Conozco a muchas personas que no quisieron prestar atención a las recomendaciones médicas y de tratamiento, no hicieron cambios en sus vidas y tuvieron que sufrir amputaciones con todos los traumas individuales y familiares que eso significa.
-¿Qué ha significado para usted la diabetes?
-En mi familia hubo siempre antecedentes de la enfermedad, así que estuvo siempre latente la posibilidad de padecerla. El haberla conocido desde siempre, hizo menos traumático aceptarla, así que no se trató de una sorpresa y, por el contrario, me permitió valorar mi tiempo y mi familia. –