Los primeros nombramientos de Trump
Con sus primeras designaciones, Donald Trump está dejando ver la dirección de su política para cuando asuma el poder el 21 de enero.
Su nombramiento inicial ha sido el de Susie Wells como jefa de gabinete, marcando un hito al ser la primera mujer en ocupar el importante puesto de “Chief of Staff”. Luego, ha designado a Tom Homan como zar de la frontera, quien ya ocupó un rol similar durante su primer mandato. Este nombramiento refuerza su enfoque en la seguridad fronteriza, que parece ser uno de los pilares de su agenda.
Trump también ha elegido a una de sus aliadas más cercanas, Elise Stefanik, como embajadora ante las Naciones Unidas. Esta decisión envía un claro mensaje al elegir a una reconocida activista pro-Israel para un cargo clave en la diplomacia internacional. Por otro lado, el nombramiento de Stephen Miller como jefe de gabinete adjunto también es significativo; su postura firme en temas migratorios confirma la continuidad de políticas estrictas en esa área.
Sin embargo, los nombramientos que podrían tener más impacto en América Latina, y especialmente en Venezuela, son los de Marcos Rubio como secretario de Estado y Michael Waltz como consejero de Seguridad Nacional. Estos dos funcionarios, junto con el respaldo de Trump a Rick Scott como líder de la bancada republicana en el Senado, parecen consolidar un equipo de política exterior con vínculos y lealtades en el estado de Florida. Si además se confirma la designación de Carlos Trujillo en un alto cargo del Departamento de Estado, Trump habrá incorporado a un equipo profundamente alineado con su visión para América Latina.
Este grupo de colaboradores, de su absoluta confianza, sin duda representa malas noticias para los líderes de gobiernos como el de Nicolás Maduro, Daniel Ortega y Miguel Díaz-Canel. La postura firme y decidida de estos nombramientos anuncia un periodo difícil para los regímenes de corte autoritario en la región.
