Anorexia y bulimia: Comer y dejar de comer

La comida –lejos de ser placentera- se transforma en un elemento enfermizo en las personas que padecen de anorexia y bulimia. Estos desórdenes alimenticios generan un deseo desenfrenado por ingerir alimentos (bulimia) o, por el contrario, un desánimo frente a la idea de comer por miedo a aumentar de peso (anorexia). Las mujeres figuran como víctimas preferidas de estas patologías porque tienden a preocuparse más por su apariencia física. Sin embargo, también los hombres sufren la llamada manorexia. “La familia debe estar alerta frente a las variaciones en la conducta alimentaria en los jóvenes especialmente del sexo femenino en las que se presenten preocupación excesiva por la talla, dietas y ayunos sin control, ejercicios excesivos, depresión, rasgos obsesivos, entre otros”, señaló el psiquiatra Robert J. Lespinasse Zuloaga. A su juicio este tipo de comportamientos podría indicar la presencia de alguno de los trastornos comentados que, de ser detectado a tiempo, permitiría solucionarse de forma exitosa.

Psicoterapia, orientación psicológica, reeducación nutricional y medicación son algunas de las herramientas que se utilizan para ayudar a los pacientes a retomar su estabilidad. El especialista Robert J. Lespinasse Zuloaga conversó en detalle con Analitica.com acerca de estos cambios en los patrones de alimentación y destacó la importancia de estar alerta ante posibles síntomas.

–¿Cuál es la causa principal de los desórdenes alimenticios?

-La anorexia nerviosa y la bulimia tienen en su origen diversos factores:

A) Biológicos: debido a que las conductas alimentarias están controladas por unos mecanismos automáticos en el Sistema Nervioso Central, la regulación del hambre y la saciedad se encuentran en el hipotálamo. Los que sufren de trastornos en la conducta alimentaria tienen una alteración en la integración de los procesos de hambre y saciedad.

B) Psicológicos: la ausencia de lactancia materna podría ocasionar sentimientos de inseguridad, falta de afecto y baja autoestima. Se presentan en estos pacientes rasgos de personalidad como: obsesiones, perfeccionismo, rigidez o impulsividad.

C) Socioculturales: el patrón de la belleza actual es una delgadez que, en ocasiones, es llevada al extremo.  Existe gran presión sociocultural determinada por el culto al cuerpo y a la delgadez como sinónimo de éxito y aceptación social. Son comunes las burlas, críticas o comparaciones descalificadoras en relación con la apariencia física. En algunos estudios se relacionan estos trastornos con historia de experiencias traumáticas como abuso sexual infantil, maltrato físico, secuestro, extorsión, amenazas a la familia, atracos, homicidio de algún familiar, etc.

-¿Cómo se puede detectar que una persona padece de anorexia o bulimia?

–La anorexia es una pérdida significativa de peso (al menos un 15%) originada por acciones como las que se describen a continuación por parte de los pacientes.

1) Evitan consumir “alimentos que engordan”.

2) Se provocan el vómito.

3) Ingieren purgantes.

4) Realizan ejercicios excesivos.

5) Consumen medicamentos para suprimir el hambre y/o diuréticos.

6) Distorsionan su imagen corporal, esto es persistente. Pavor a la gordura o a la flacidez.

7) Sufren de trastornos endocrinos como amenorrea (falta de menstruaciones) en la mujer y, en el varón, pérdida del interés y la potencia sexual. Y problemas en la hormona de crecimiento, tiroides y en la secreción de insulina.

8) Si el desorden alimenticio se inicia antes de la pubertad, retarda la aparición de ésta.  Si la pérdida de peso es considerable presentan hipotermia (baja temperatura), bradicardia (disminución de la frecuencia cardíaca), hipotensión, edema, lanugo (vello similar al que presenta el recién nacido).

9) Acostumbran comer de forma excesiva hasta tener atracones.

La bulimia produce una preocupación continua por la comida, deseos irresistibles de comer, consumo de grandes cantidades de alimentos en cortos períodos de tiempo. Tratan de contrarrestar el aumento de peso provocándose el vómito, usando laxantes, enemas y supresores del apetito. Tienen los llamados episodios de voracidad que son “atracones” mínimo dos veces por semana en un período de tres meses.

-¿A qué edad es más común la anorexia y bulimia?

-La anorexia suele comenzar  entre el principio y el final de la adolescencia, aunque puede presentarse desde antes de la pubertad hasta el comienzo de la tercera década, esto último es poco frecuente. Mientras que la bulimia, empieza en la adolescencia o al principio de la edad adulta.

-¿En quiénes es más frecuente?

-La bulimia es mucho más frecuente que la anorexia nerviosa y ambas se  presentan más en mujeres, en una proporción de diez por cada hombre. En la bulimia la impulsividad puede llevar a provocarse automutilaciones, se puede observar cleptomanía, tricotilomanía (se arrancan el pelo compulsivamente), abuso de sustancias y mayor riesgo suicida que en la anorexia nerviosa.

-¿Qué tan  común es este tipo de patología en los hombres?

-Si bien los hombres en los últimos tiempos se preocupan más por su apariencia física, los casos de manorexia pudieran representar el porcentaje de hombres que padecen de anorexia nerviosa y que, por presión sociocultural relacionada con el estereotipo que en nuestras sociedades predomina, pudiese estar aumentando.

En realidad lo que más observamos en las personas que se preocupan excesivamente por su cuerpo es lo que se conoce como vigorexia o dismorfia muscular que ha sido considerada como el equivalente a la anorexia nerviosa en el hombre debido a que estos casos cursan con una percepción distorsionada de su imagen corporal. Aunque en estos casos la meta es un cuerpo perfecto, la persona que padece esta afección, utiliza sustancias anabolizantes, esteroides, dietas ricas en proteínas y carbohidratos y un sinnúmero de sustancias y ejercicios para lograr la imagen perfecta lo cual va a ocasionar desajustes metabólicos y trastornos en su organismo que pueden llevarlo a enfermarse y morir. Esta conducta cursa con síntomas parecidos a la anorexia pues hay alteración en la percepción de su figura corporal, baja autoestima, automedicación, uso de medicamentos compulsivamente.

-¿En qué países del mundo es más común este tipo de patologías?

Este tipo de enfermedades predominan en el mundo occidental y en los países industrializados pero con la globalización observamos que se han extendido a China, Japón y otras naciones asiáticas lo que sugiere la “occidentalización” de los cánones de belleza de estas culturas.

-¿Se puede evitar sufrir este tipo de desórdenes alimentarios?

-En algunos países europeos están surgiendo medidas importantes como modificar el patrón de selección de las modelos a fin de descartar las personas con peso menor al que corresponde a la estatura y la selección de personas más robustas con la intención de modificar el modelaje que ha determinado que las delgadas sean consideradas físicamente ideales. También se está intentando fomentar la lactancia materna y los cuidados nutricionales y afectivos sobre todo en los primeros años de vida.

-¿Qué tratamientos se recomienda para estos casos?

-Reeducación nutricional, psicoterapia y medicación. Cuando se diagnostica un caso con una patología alimentaria se requiere un equipo multidisciplinario.

-¿Qué mensaje le daría a las personas que sufren de este tipo de trastornos?

-La familia debe estar alerta frente a las variaciones en la conducta alimentaria en los jóvenes especialmente del sexo femenino en las que se presenten actitudes relacionadas con preocupación excesiva por el peso, dietas y ayunos sin control, pérdida de peso marcada, manifestaciones depresivas, rasgos obsesivos o conductas rígidas con respecto a la alimentación, ejercicios excesivos. Frente a estos hechos deben consultar de inmediato al especialista a fin de preveer los daños que este comportamiento pudiera causar a la salud en general.