La Singularidad
A menudo todo parece confluir y uno avanza adquiriendo conocimientos. Entonces es cuando realmente estamos en perfecta armonía con la afirmación atribuida a Sócrates: «Sólo sé que no sé nada». La consciencia de mi propia ignorancia me impulsa a tratar de entender y de aprender más, logrando sólo percatarme aún más de mi ignorancia. El mundo se mueve a una velocidad cada vez más alta y yo, cada vez, quiero ir más lento.
Recientemente comencé un diplomado sobre inteligencia artificial porque cada día parece más necesario conocer y entender las herramientas basadas en inteligencia artificial que pueden hacer en unos pocos minutos lo que uno se tardaba horas, días o semanas en lograr. Apenas comenzando a probar ChatGPT, Gemini, Runway o AIPRM , es claro para mí que estamos en un proceso de cambio que pareciera inimaginable, ilimitado e infinito.
Dentro de este nuevo mundo oigo hablar del concepto de «singularidad» y trato de entender sus implicaciones, mientras mis ojos recorren el texto del libro The Singularity is Nearer, de Ray Kurzweil. Recuerdo al «Hombre Biónico, con su brazo derecho, sus piernas, y su ojo biónico.
Este último le permitía tener visión telescópica con zoom de 20 aumentos y visión infrarroja. Ya no estamos hablando sólo del ojo, o de alguna extremidad, sino del cerebro humano, con todas sus neuronas interconectadas a su máxima capacidad y en perfecto funcionamiento, con toda la información existente a su alcance.
Wikipedia señala que la singularidad tecnológica «implica que un conjunto de algoritmos, redes informáticas o robots, puedan ser capaces de diseñar o producir computadoras o robots mejores que los ya existentes… las repeticiones de este ciclo de mejoras podrían dar lugar a un efecto fuera de control-una explosión de inteligencia-donde las máquinas inteligentes diseñarían generaciones de máquinas cada vez más potentes, desarrollando una inteligencia muy superior a la humana».
Se cree que el matemático y físico húngaro John von Neumann fue quien utilizó el término «singularidad» por primera vez en 1957, en una conversación con Stanislaw Ulam. No obstante ya antes otros científicos y autores habían analizado este tema sin darle cuerpo o forma (ej: Nicolás de Condorcet, R. Thornton, Samuel Butler, Henry Adams -Ley de Aceleración del
Pensamiento-, Alan Turing, Ray Solomonoff -El punto infinito-, y Hans Moravec). A partir de ahí, varios autores e investigadores han seguido explorando la singularidad, incluyendo a l.J Good y, posteriormente, alrededor de 1983, al matemático y escritor Vernor Vinge, quien sostiene que «tanto la inteligencia artificial, la mejora biológica humana, o las interfaces cerebro-ordenador podrían ser la génesis de la singularidad». Damien Broderick, Ray Kurzweil,
Eliezer Yudkowsky, Robin Hanson, Peter Diamandis, Aubrey de Grey (Methuselarity), y Eric Sadin, entre otros, también han investigado y escrito sobre este tema que aún parece ciencia ficción para muchos de nosotros pero que cada día más se acerca a ser una realidad. Otros también han investigado y se han opuesto a algunas conclusiones con respecto a la singularidad, indicandoque ningún equipo o máquina podrá alcanzar la inteligencia humana o que la singularidad no es inevitable, (ej: Steven Pinker, Martin Ford, Schmidhuber, Jaron Lanier, William Nordhaus, Andrew Kennedy, Lared Diamond, Theodore Modis y Jonathan Huebner).
Le pregunto a «Perplexity», la herramienta gratis que tengo en mi celular, qué es la singularidad: En menos de 5 segundos me contesta: «Cualidad de ser singular, es decir, la distinción o separación de lo común». En ese mismo instante también me define la singularidad en el contexto matemático, físico y tecnológico. Leo el tecnológico primero: «Un momento hipotético en el que el avance tecnológico se vuelve incontrolable y transforma radicalmente la realidad». Con respecto a las predicciones sobre su ocurrencia, me contesta que Rav Kurzweil estima que puede suceder alrededor del año 2045 mientras que Vernor. Vinge, sugiere que antes de 2030.
Reflexiono sobre el tiempo que he vivido y me parece que en un parpadeo de ojos estaremos allí. Tal vez yo ya estaré en otra dimensión…Tal vez no llegaremos allí ni entonces ni nunca…Tal vez sí estaré aquí y me tocará vivir en un mundo desconocido que mi inteligencia natural no me permite ni quiere entender o aceptar. Mientras todo esto se define, sólo pienso en aprender lo más que pueda, en abrazar a mis seres queridos y en trasmitir lo bello de nuestra humanidad y de los sentimientos puros a quienes tenga cerca, viviendo cada día como si fuera el último.
¡Prendamos una vela y pasemos la luz!.
