Necedades rimbombantes
Rayando en lo irrisorio, desfasado, presuntuoso y hasta contradictoria la declaración del ministro de Transporte al aseverar que” la suspensión de vuelos con unos cuatro países es un mecanismo de protección”; Panamá, RD, Chile y Perú, a objeto de evitar que personas con algunas “intenciones nefastas” puedan ingresar a Venezuela, cuando es de dominio público que por las zonas donde se practica la minería ilegal a través de las tantas pistas clandestinas de aterrizaje transita cualquier cantidad de ilegales de diversas nacionalidades con recursos naturales propiedad de la nación venezolana, cuyas actitudes parece que el régimen desearía eludir.
Ínterin, se trucan indefinidamente, las aerovías de vuelos regulares que sí podrían aportar recursos (bienes y servicios) a la nación. Medida arbitraria que debería reconsiderarse puesto que luego de las elecciones, aparte de los reclamos pertinentes y de ciertas declaraciones procedentes no se han evidenciado atisbos o riesgos claros por amenazas de acciones extremas inminentes, que pudiesen inducir a “medidas preventivas”. Aun así, la conectividad aérea, por tratarse de un tema estratégico, no debería sufrir perturbación alguna, salvo que exista realmente, una situación de amenaza obvia a la seguridad nacional del país y sus instituciones. Pero, desligadas de actitudes o exabruptos diplomáticos que refuercen la peninsularidad que se está forjando sobre territorio nacional y sus habitantes, fuera de cualquier credo o tendencia política, desafecta o no al régimen, el cual dispone de mecanismos adecuados –tecnología- para el monitoreo de tránsito foráneo.