Autocracias modernas
En su fascinante libro «Autocracy Inc.», la historiadora Anne Applebaum argumenta que las autocracias del siglo XXI ya no se basan en una solidaridad ideológica, sino en sofisticadas redes sustentadas en la cleptocracia. Estas redes se apoyan en estructuras financieras corruptas y tecnologías avanzadas de vigilancia, en las que el régimen chino ha hecho grandes progresos. Además, recurren a técnicas de propaganda e intervención cibernética, campos en los que los rusos se han especializado.
Applebaum explica cómo las empresas corruptas de un país hacen negocios con sus equivalentes en otros países, creando una «cooperación» que también incluye el asesoramiento y el suministro de equipamiento a los cuerpos represivos de estos gobiernos.
La autora sostiene que las condenas y sanciones internacionales no logran derrocar a los autócratas. Los miembros de esta «Autocracia S.A.» no están unidos por una ideología común, sino por un deseo compartido de poder, riqueza e impunidad.
Para enfrentar esta amenaza, las democracias deben comprender que es necesario actuar en su propio interés. Esto implica tomar medidas drásticas tanto a nivel financiero nacional como internacional, y, sobre todo, controlar el origen de los fondos que se utilizan para realizar inversiones sustanciales en sus respectivos países. Además, es fundamental que dejen de permitir que las familias vinculadas a la nomenclatura autocrática puedan establecerse en sus territorios.
