Donald Trump, el planeta tiembla ante su inminente llegada a la Casa Blanca
La nominación a la presidencia de los Estados Unidos de Donald Trump por los republicanos no solo representa un riesgo para la mayoría de los estadunidenses que desean mejorar su nivel de vida sino para el planeta. Las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024 están a la vuelta de la esquina, en noviembre próximo habrá un nuevo presiente en los Estados Unidos y frente a la debilidad del candidato demócrata, Joe Biden, todo parece indicar que Donald Trump será el próximo presidente.
Este jueves, en Milwaukee, el republicano aceptó la nominación del partido para las elecciones presidenciales del 5 de noviembre y en su discurso acusó a los demócratas de sembrar discordia y se proclamó como el líder de la unidad nacional; como el candidato del sentido común, prometiendo al electorado el inicio de una nueva edad de oro para los Estados Unidos; en un ambiente donde el atentado a su vida ha propiciado una nueva conexión emocional con los militantes de su partido y con miles de estadounidenses que ahora lo ven como un héroe.
Después de 5 días del intento de asesinato durante una reunión en Butler, Pensilvania, se le escuchó a Donald Trump como el salvador de los Estados Unidos, como el protector de todos los males que le aquejan a su país y al planeta; presentándose como el líder de la unidad nacional, como el pacificador y unificador de todos los estadounidenses, según él, divididos y polarizados por los demócratas que no han sabido gobernar.
Sin embargo, solo tenemos que recordar lo que hizo Donald Trump durante su gobierno en los Estados Unidos y el mundo. Cómo olvidar que él convirtió al tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), firmado entre los Estados Unidos, Canadá y México, en un acuerdo comercial con aranceles, que inició la construcción de su muro fronterizo y endureció su política contra los inmigrantes; cómo olvidar los aranceles impuestos al acero y aluminio precedente del resto del mundo, incluido México y la guerra comercial con China que detuvo los intercambios comerciales en el planeta, reduciendo los ingresos en muchos países y deteniendo el crecimiento de sus economías. En el caso de Venezuela, no se puede esperar sino un endurecimiento de sus políticas, las que al final afectarán a todos los venezolanos por igual.
La fórmula Trump-Vance abre el escenario del terror en Europa, apaga la esperanza de los ucranianos de ver respetar su integridad territorial por Rusia y su integración con la Unión Europea. Su compañero de fórmula de Donald Trump votó en abril pasado en contra de la ayuda a Ucrania y ha planteado abiertamente que los Estados Unidos debe elegir sus prioridades en política exterior.
No olvidemos que Donal Trump no sólo sacó a los Estados Unidos de los Acuerdos de Paris sobre el cambio climático, sino de abandona el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en plena crisis por la pandemia del COVID-19; además de sus amenazas de retirar las tropas de los Estados Unidos esparcidas por el planeta y de la OTAN, lo cual no complace a los europeos y los ha hecho multiplicar sus gastos en defensa.
De este modo, mientras las elecciones en los Estados Unidos se acercan y el planeta se aterroriza frente a la gran celebración de la unidad republicana en torno a Donald Trump, el Partido Demócrata parece estar en plena crisis hundido en la duda de su nominación de Joe Biden, cuya capacidad parece haber sido destruida por los años; sin que hasta ahora surja una propuesta sólida que proyecte a un rival de peso para enfrentar a un Donald Trump avalentonado y casi con un pie en la Casa Blanca; lo cuál será objeto de festejos por Vladimir Putin en el Kremlin y, seguramente, por Benjamín Netanyahu en Israel, quien anhela la extensión de los palestinos y la inmediata anexión de la Franja de Gaza. Paulatinamente tendremos amordazado al planeta.