Inteligencia emocional y la tormenta
Desde hace mucho tiempo cuando tuve la oportunidad de conocer la obra de Daniel Goleman y otros autores. Descubrí la Inteligencia Emocional como la herramienta clave para existir sabiamente.
A medida que profundizaba en estos estudios, pude darme cuenta de que me sentía identificada plenamente con esta temática que cada día revisaba, fue allí donde me percaté de donde provenían mis conocimientos y reconocí que los principios inculcados por mi mamá y su ejemplo en su manera de ser, se identificaban con lo que estos expertos señalaban, entendí entonces que sin ella conocer estos estudios, siempre los aplicó y nos enseñó a ser emocionalmente inteligentes.
A partir de ese momento comprendí también el por qué inicié mis estudios profesionales en psicología y luego en sociología y mi trabajo final de especialización en la gerencia cultural, lo titule “La Competencia del Gerente Cultural de Reconocer sus Emociones en el Desempeño de su Gestión” desde ese entonces no he abandonado el tema y todo centra para mí, alrededor de la Inteligencia Emocional.
Actualmente quiero compartir una iniciativa que me permite comunicar parte de esta historia emocional que nos sirve a todos, mediante frases que he ido construyendo a medida que las descubro y las vivo personalmente.
“La Inteligencia Emocional es saber mirar al horizonte cuando la tormenta se acerca” Esta primera frase que comparto, inspirada por una conversación que tuve con mi hijo, abarca el concepto de la Inteligencia Emocional de una forma lírica y cautivadora y puede ser interpretada y entendida por cada persona de una forma diferente que se ajuste a su realidad y experiencia.
Recuerdo, no voy a dar una clase magistral sobre el tema ni explicar el contenido sino simplemente compartir visiones diferentes que los seres humanos tenemos y que ayudan a veces para entendernos y comunicarnos.
Todos sabemos que la Inteligencia Emocional, se refiere al talento o diría yo a la sabiduría, de reconocer, comprender y o administrar nuestras propias emociones, así como las emociones de quienes conviven y se encuentran a nuestro alrededor, siendo esta una de las claves principales que los invito a aprender para ir entendiendo lo que realmente significa ser emocionalmente inteligente.
La expresión mirar al horizonte, significa algo más que simplemente ver un paisaje, es saber leer las claves que uno mismo se va construyendo a medida que cambia el mismo panorama, ver hacia adelante, saber visualizar el futuro y mantener una visión o posición a pesar de los desafíos, los obstáculos y tantos inconvenientes que se puedan encontrar en el camino, es una estrategia que uno mismo se imagina para llegar a la cima.
Todas estas ideas vienen a nuestra mente porque cuando el mismo espectáculo de la naturaleza nos indica que se acerca la tormenta, nos hace pensar en lo que tenemos que hacer cuando los problemas llegan. Pues la tormenta representa las situaciones de estrés y conflictos emocionales que se presentan en la vida.
Con esta frase trato de decir que ser inteligente emocionalmente es tener el potencial para lograr una calma soterrada y una mente clara prioritariamente cuando las situaciones son difíciles y amenazantes, en vez de dejarse llevar por las emociones negativas de la ocasión que es lo que representa la tormenta, con todo lo que un fenómeno como este implica en la realidad.
Un ser humano con inteligencia emocional es capaz de mantener una visión positiva y vital hacia el futuro. Cuando se mira el horizonte, se busca y se encuentran soluciones y maneras de gestionar las emociones de una forma constructiva.
En resumen, la Inteligencia Emocional, nos motiva a tomar medidas con las botas puestas y dar la cara ante las circunstancias difíciles, con una disposición positiva y una gestión efectiva de nuestras emociones, en lugar de dejarnos derrotar o abrumar.
Los invito a disfrutar de los paisajes cuando busquen la respuesta de lo imposible, les garantizo que tendrán una herramienta valiosa a la mano.
Con Fe se llega hasta el final, la clave está en vivir el presente y visualizar el futuro.