José María de Viana: “Para resolver el problema del agua en el país solo hay que poner a funcionar lo que tenemos”
A juicio de José María de Viana, quien por 7 años se desempeñó como presidente de Hidrocapital, aunque la escasez de agua en Venezuela ha alcanzado niveles críticos, con la correcta voluntad política y conocimiento técnico, este desafío puede resolverse sin la necesidad de grandes inversiones.
Para de Viana, la clave radica en reparar y mantener adecuadamente la infraestructura existente, algo que puede lograrse con la participación del sector privado y la formación de personal capacitado.
En Caracas, los problemas en la operación de los acueductos no se deben a la falta de infraestructura, sino a la deficiencia en su gestión y mantenimiento. El experto señala que no es necesario construir nuevas instalaciones, sino optimizar las ya existentes. La falta de talento y experiencia en la gestión del agua ha exacerbado la crisis, ya que no se ha consultado a especialistas con el conocimiento necesario para operar eficientemente los sistemas de acueductos.
“El sistema de agua de Caracas es realmente uno de los sistemas más complejos técnicamente del país y está manejado por personas de muy escaso conocimiento”, lamentó.
De Viana dijo, además, que el agua en Venezuela no es potable en su estado natural y requiere procesos físico-químicos para ser segura. Las plantas de tratamiento del país están en mal estado y necesitan reparaciones urgentes. La escasez de reactivos para el tratamiento del agua ha afectado la calidad del suministro, incrementando el gasto promedio de los venezolanos en agua y obligándolos a almacenar el líquido vital debido a las restricciones actuales.
El suministro de agua potable es fundamental para la calidad de vida de los ciudadanos. La colaboración entre el sector público y privado es esencial para mejorar la eficiencia en la gestión del agua. Esta cooperación puede reducir el desarrollo de vectores como los mosquitos transmisores de enfermedades y fomentar una mayor responsabilidad ciudadana, disminuyendo los consumos excesivos y mejorando la disposición a pagar por un servicio de calidad.
Destacó que para solucionar los problemas y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos es vital tener un equipo competente y apasionado en el servicio público. El conocimiento y el trabajo en equipo son fundamentales para encontrar soluciones efectivas en el manejo del agua. La experiencia en la mejora de los sistemas de agua en Caracas subraya la importancia de mantener y reparar adecuadamente las infraestructuras existentes.
La tecnología de desalinización del agua, aunque poderosa y con costos razonables, plantea desafíos en la disposición de salmueras. En Venezuela, esta tecnología se considera en la Península de Paraguaná, pero no es una necesidad inmediata debido a la eficiencia actual en el uso del agua. Sin embargo, el cambio climático presenta desafíos adicionales, con sequías más frecuentes e intensas que podrían afectar la disponibilidad de agua potable, destacando la necesidad de preparación y adaptación a estos cambios.
José María de Viana subrayó la importancia de enfocarse en resolver los problemas reales en la gestión del agua, sin buscar culpables, y colaborar para reconstruir el país. Mira la entrevista completa en:
Es vergonzoso que en gran parte de Venezuela exista desde hace muchísimas décadas una situación de permanente crisis en el suministro de agua, porque Venezuela cuenta con el Orinoco, el Caroní, el Caura, el Apure y los sopotocientos ríos que forman el gigantesco Lago de Maracaibo, pero que se puede esperar de cuando Ciudad Bolívar y San Fernando de Apure, poblaciones ribereñas de dos grandes ríos, desde tiempos inmemoriales son ciudades sedientas. Y lo peor es que la acción humana, la destrucción del medio ambiente, ya produjo la extinción de los glaciares en los Andes venezolanos (?Cuánto influyó la centenaria quema de hidrocarburos en los mechurrios de los campos petroleros?) y la minería ilegal amenaza con destruir las fuentes de algunas cuencas hidrográficas en el Sur de Venezuela. Durante los dos últimos siglos el crecimiento urbano e industrial del país ha sido anárquico y generalmente sin planificación ni racionalidad, por esto se contaminó gran parte del Lago de Maracaibo, se llevó a la casi extinción al Lago de Valencia, muchísimos ríos se secaron, otros que eran navegables dejaron de serlo y muchas tierras agrícolas de excelente calidad fueron sepultadas bajo el cemento y el hierro de los urbanismos y las industrias (como la mayor parte de los fértiles Valles de Aragua). Quiera Dios que ésta nueva crisis del agua logre la hazaña de iniciar los cambios necesarios para lograr un crecimiento armónico de la actividad humana y el uso racional y sustentable de los recursos naturales, especialmente el agua.